Comienza el Congreso del Partido Comunista en China

El gobernante Partido Comunista de China inició este jueves 8 su Congreso Nacional, un acontecimiento crucial que prepara el ascenso de una nueva camada de altos líderes para la próxima década.

Más de 2.200 delegados se reunieron en el Gran Salón del Pueblo, en Beijing, para el comienzo de las sesiones que durarán una semana y en las que el vicepresidente Xi Jinping quedará instaurado como nuevo secretario general del Partido.

La reunión es el inicio de una transferencia de poder cuidadosamente coreografiada pero de todos modos tensa, en la que el presidente Hu Jintao y la mayoría de los altos dirigentes empiezan a dejar sus cargos a líderes más jóvenes.

Al dirigirse a los presentes, Hu dijo que la corrupción amenazaba al Partido y al Estado, y prometió una reforma política.

«Si no logramos manejar bien este problema (la corrupción), esto podrá resultar fatal para el Partido, e incluso causar el colapso del Partido y la caída del Estado», declaró Hu en su discurso inaugural.
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«La reforma de la estructura política es una parte importante de la reforma general de China. Debemos continuar haciendo esfuerzos, tanto activos como prudentes, para llevar a cabo la reforma de la estructura política y para hacer más amplia la democracia popular, más plena en alcance y más sólida en la práctica», expresó.

Patrick Chovanec, profesor de economía en la Universidad Tsinghua, dijo a Al Jazeera que dudaba que China implementara reformas importantes.

«Cuando oímos las palabras ‘reforma política’ tendemos a pensar en elecciones y en un Poder Judicial independiente. Y eso no es realmente a lo que ellos se refieren», opinó.

«Tal vez aluden a que dos miembros del Partido se postulen al mismo puesto, en vez de uno solo», planteó.

«No pienso que necesariamente veamos grandes pasos. Pero tal vez lo hagamos, porque con el ascenso de la clase media en China hay mucha presión para que la gente participe más en las decisiones que la afectan», agregó.

Reforma económica

Informando desde Beijing, Mike Hanna, de Al Jazeera, dijo que el discurso de Hu también hizo énfasis en el desarrollo económico y en mejorar el sistema educativo del país.

Sus palabras también destacaron «la importancia de extender la educación lo máximo posible», señaló Hanna. «Dijo que la educación es el motor por medio del cual puede continuar el desarrollo en China». «Y en 10 años de mandato China ha sido testigo de enormes cambios en materia de desarrollo económico, sin precedentes desde, tal vez, la Revolución Industrial británica, en el siglo XVIII», agregó.

Hu cederá su rol como jefe del Partido al ungido sucesor, el vicepresidente Xi Jinping, quien asumirá en marzo las responsabilidades de Estado en la reunión anual del parlamento.

Xi, de 59 años, ha sido desde 2008 el segundo en la escala jerárquica, después de Hu.

Junto con el resto de los futuros dirigentes, asumirá el mando en medio de la creciente presión para que el Partido ponga freno a la corrupción y aliente el crecimiento económico, que en los últimos tiempos se enlenteció, llegando a su registro trimestral más bajo desde 2009.

El Congreso es una reunión pública de 2.268 delegados del Partido, que tiene 82 millones de miembros, donde las decisiones son tomadas realmente detrás de escena por unas pocas decenas de agentes del poder.

Ocho de cada 10 chinos quieren una reforma política, según una encuesta publicada el miércoles 7 en un periódico estatal.

Según el sondeo, divulgado en el diario Global Times, 81 por ciento de los habitantes de las siete principales ciudades dijeron apoyar la reforma política, mientras que 66 por ciento declararon sentir que el gobierno debería enfrentar un mayor escrutinio público.

El Global Times está vinculado al Diario del Pueblo, buque insignia del gobernante Partido Comunista, y la decisión de publicar la encuesta pareció indicar que el Partido quería ser visto como reconociendo esos reclamos.

Pero aunque los líderes del Partido suelen hablar sobre una futura reforma política, siguen manteniendo un férreo control sobre el poder, y la democracia multipartidaria continúa fuera de la agenda.

Los preparativos para el Congreso fueron sacudidos por una controversia de varios meses sobre el ex alto dirigente Bo Xilai.

Bo, exjefe del Partido en la central ciudad de Chongqing, había sido considerado para un ascenso hacia las principales filas del Partido. Pero a comienzos de este año fue depuesto porque su esposa fue acusada de asesinato.

* Publicado mediante un acuerdo con Al Jazeera.

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