El gobierno de Siria envió a miles de soldados a la norteña ciudad de Aleppo, la segunda más importante del país, para unirse a los combates contra la oposición, que ya llevan seis días consecutivos, informaron activistas.
Se reportaron nuevos enfrentamientos este miércoles 25 en el central barrio de Al Jamaliya, cerca de las oficinas del gobernante partido Baath. En Kalasseh, en el sur de la ciudad, rebeldes incendiaron una estación de policía, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
La revuelta de 16 meses contra el presidente de Siria, Bashar Al Assad, dejó de ser en las últimas semanas un levantamiento armado en provincias aisladas para convertirse en una batalla por el control de dos de las principales ciudades, Aleppo, y la capital, Damasco, baluartes del régimen.
Aleppo, ciudad de importante movimiento comercial y con 2,5 millones de habitantes, se convirtió en el nuevo frente de la guerra civil siria, luego de haber estado en relativa calma por más de un año.
Un portavoz del rebelde Ejército Libre de Siria señaló que miles de soldados de las fuerzas del gobierno fueron trasladados desde la noroccidental provincia de Idlib para combatir en esa urbe.
[related_articles]
«Un gran número de soldados fueron trasladados desde Jabal al-Zawiyah a Aleppo, que es estratégicamente más importante para el régimen que Idlib», dijo a la agencia de noticias AFP el portavoz del Consejo Militar del Ejército Libre de Siria, Abdel Jabbar al-Oqaidi.
Activistas informaron que residentes huían del meridional barrio de Sukkari este miércoles 25.
Rula Amin, corresponsal de Al Jazeera en Beirut, en la vecina Líbano, subrayó que la batalla por Aleppo era crucial para la oposición y para el régimen.
«Para que la oposición gane esta revolución, tiene que conquistar Aleppo», dijo la periodista. «Tienen que asegurarse esta gran ciudad, este centro comercial. Es por eso que también para el gobierno es una batalla decisiva, y no escatimará esfuerzos ni armas para aplastar a los rebeldes».
Ataques en Damasco
El Observatorio señaló que más de 30 personas perdieron la vida en hechos violentos en toda Siria este miércoles. El martes, 158 personas fueron reportadas muertas en todo el país.
El grupo, con sede en Gran Bretaña, también informó de enfrentamientos en el distrito de Hajar al-Aswad, uno de los últimos bastiones rebeldes en Damasco, 10 días después de que estallaron los enfrentamientos allí.
Las fuerzas del régimen usaron helicópteros y maquinaria pesada para combatir a las fuerzas rebeldes en ese barrio, informó el Observatorio.
Activistas y residentes también dijeron que las fuerzas del gobierno bombardearon el norteño distrito capitalino de Al Tal, con el objetivo de expulsar a los rebeldes, causando el pánico en los residentes y el desplazamiento de cientos de familias.
«Helicópteros militares ahora sobrevuelan la ciudad. La gente se despertó por el sonido de las explosiones, y todos corren», dijo el activista Rafe Alam, en conversación telefónica desde una colina donde podía ver Al Tal. «La electricidad y las líneas telefónicas han sido cortadas» allí, agregó.
Mientras, Al-Oqaidi dijo creer que el régimen había reforzado sus tropas en Aleppo porque varios distritos de la ciudad habían sido «liberados» el lunes 23.
«Hay combates en este momento en Aleppo, tan intensos que sus soldados están retrocediendo, mientras de decenas de otros desertan», aseguró. «La moral es muy baja».
Más temprano, Al-Oqaidi había anunciado «el inicio de una operación destinada a liberar a Aleppo de las manos manchadas en sangre de las bandas de Assad».
«Bombardeo indiscriminado»
En otras partes de la provincia de Aleppo, residentes acusaron a las tropas del gobierno de bombardear en forma indiscriminada la localidad de Al Jinah.
Un video amateur obtenido por la agencia de noticias Reuters mostró escenas posteriores al ataque, en la que residentes decían que tres personas habían muerto y otra había resultado herida cuando un automóvil fue impactado por un misil de mortero.
* Publicado en acuerdo con Al Jazeera.
