La lucha de España contra ETA y su preocupación por la atención a las personas afectadas estarán en el centro del análisis en la primera Conferencia de Alto Nivel sobre Víctimas del Terrorismo, convocada para el lunes 9 y martes 10 en esta capital.
La conferencia, patrocinada por el gobierno español del derechista Mariano Rajoy y la Unión Europea, se enmarca en las actividades del Foro Global Contra el Terrorismo, diseñado por el gobierno estadounidense y conformado por una treintena de países, que estarán presentes en la cita junto a organizaciones no gubernamentales.
La elección de España, según los organizadores, es por la atención brindada a las víctimas del terrorismo y la eficacia demostrada en el combate contra ETA, que el 20 de octubre de 2011 anunció el «cese definitivo de su actividad» a través de un comunicado enviado entonces a los diarios vascos GARA y Berria, al estadounidense The New York Times y a la cadena británica BBC.
[related_articles]Igualmente, en lo que va del año han sido encarcelados 17 miembros de la organización terrorista e independentista vasca ETA (Euskadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en vascuence), entre ellos Antonio Troitiño Arranz e Ignacio Lerín Sánchez, quienes fueron detenidos el 29 de junio en Londres.
Se resalta que la lucha contra el accionar de ETA fue constante en España, sin distinción de que fuera gobernada por el derechista Partido Popular o el centroizquierdista Partido Socialista Obrero Español, con el apoyo mayoritario de la sociedad.
La presidenta de la española Asociación Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza, señaló a IPS que «lo más importante que debería darse en la Conferencia es escuchar la voz de las personas afectadas».
Pedraza cuestionó que la organización que conduce haya tenido que enterarse de esta reunión internacional por la prensa, sin que el gobierno los haya siquiera invitado a participar.
La atención y el accionar de las víctimas, aparte de la necesaria actuación de las instituciones públicas, es tan importante como la interacción con los exmilitantes armados que se arrepientan, indicó a IPS el periodista español José Antonio Gurriarán, quien estuvo al borde de la muerte tras ser herido en 1980 por una bomba colocada en el centro de Madrid por un comando armenio.
Al respecto, Gurriarán narró que se reunió a mediados de 1982 con los tres hombres que colocaron el artefacto explosivo, quienes le confesaron que estaban «arrepentidos y que sentían mucho lo ocurrido». Actualmente se dedican en su país a ayudar a niños y niñas con problemas de salud, educación y económicos.
[pullquote]1[/pullquote]»Es difícil, muy difícil, que las víctimas y sus familiares perdonen, pero hay que hacerlo y admitirlos en la sociedad», sostuvo, teniendo en cuenta su propia experiencia.
En busca de ese perdón, el exetarra José Luis Álvarez Santacristina, alias Txelis, hizo pública una carta en la que pide perdón a la sociedad por el daño causado por él y por la organización terrorista, en general. Y, «en particular, durante los años en que fui militante», agrega.
Txelis, quien fue jefe del aparato político de ETA, asegura en la misiva que «Dios es testigo» de que está «profunda y sinceramente arrepentido» y hace numerosas reflexiones sobre el perdón, público y privado, y el sentido que tiene en estos momentos en Euskadi (País Vasco), en una sociedad que trata de gestionar como puede el final del terrorismo.
Las dudas que pesan sobre ETA
A propósito del final o no del accionar armado de ETA, Pedraza entiende que aún «quedan muchos pasos para que pueda llegar ese día».
«La sociedad española sigue con la amenaza de ETA vigente porque todavía no han abandonado las armas, de hecho las fuerzas de seguridad del Estado siguen deteniendo terroristas», dijo.
«No puede haber un final justo del terrorismo hasta que no llegue una derrota total, la disolución de la organización, la entrega de todas las armas ( ) y el esclarecimiento de los más de 300 casos aún pendientes, el arrepentimiento y reconocimiento del daño causado y la salida de sus testaferros políticos de las instituciones democráticas», dijo Pedraza.
El presidente del moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV), Iñigo Urkullu, señaló que, desde que ETA anunció el fin de la violencia, en el País Vasco se está consolidando la esperanza de un futuro «prometedor», pero ha advertido de que la paz definitiva «sólo llegará con la plena normalización en la convivencia».
El diario vasco Gara indica que ETA tiene en su agenda «el desarme», pero sin plazos y, además, planteando como medida necesaria para ello que el gobierno español disponga la libertad de sus militantes presos y la retirada de las Fuerzas Armadas del País Vasco.
La nk»>Comisión Internacional de Verificación (CIV) del alto el fuego en el conflicto vasco dijo en un comunicado que recibió el compromiso del grupo de que no cometerá u organizará actos de terrorismo o violencia en el futuro. También indicó que están dispuestos a dialogar.
Mientras, fuentes policiales señalaron a IPS que, si bien esas noticias son buenas, son insuficientes «porque la banda debe entregar las armas y explosivos que mantiene ocultos, gran parte en Francia, pero también en España».
