Fluye en Argentina la sangre solidaria

Con un notable aumento en la captación de oferentes solidarios, culmina este jueves 14 en Argentina el año en el que el país fue sede del Día Internacional del Donante Voluntario de Sangre. Ahora la posta pasa a Corea del Sur.

La gota de sangre más grande el mundo, realizada por escolares argentinos, como parte del Día Internacional del Donante 2012 Crédito: Más sangre, más vida
La gota de sangre más grande el mundo, realizada por escolares argentinos, como parte del Día Internacional del Donante 2012 Crédito: Más sangre, más vida
"Para nosotros, ser sede fue muy importante", dijo a IPS la médica Mabel Maschio, directora del Plan Nacional de Sangre de Argentina. "Organizamos equipos de trabajo y aumentamos fuertemente el número de donantes voluntarios", añadió.

El Ministerio de Salud creó el plan en 2002, con el objetivo de abandonar paulatinamente el sistema de donantes de reposición entre allegados de pacientes hospitalizados, que es el que rige en casi toda América Latina, y pasar al régimen de donantes voluntarios habituales.

"Argentina necesita unas 5.000 donaciones diarias", puntualizó Maschio. "Esto solo se puede mantener con una población de donantes con conciencia y bancos de sangre organizados para abastecer las necesidades", dijo.

Cuando se creó el plan, solo tres por ciento de los donantes eran voluntarios en Argentina. El resto eran familiares o conocidos de pacientes. En 2007, el porcentaje de voluntarios había subido a siete por ciento, "pero estábamos estancados", recordó Maschio.
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Ante ese panorama, Argentina resolvió multiplicar esfuerzos y en 2010 se presentó como candidata a primer país latinoamericano en alojar la sede 2011 del Día Internacional del Donante Voluntario y realizar campañas durante todo el año, con el lema "Más sangre, más vida".

El Día Internacional se creó en 2004, a instancias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de entidades como la Cruz Roja o la Federación Internacional de Organizaciones de Donantes, para generar conciencia sobre la importancia de donar.

"Los países desarrollados lo tienen resuelto mediante donación voluntaria habitual, pero aún así necesitan mantener la conciencia. En tanto, los países en desarrollo debemos pasar del sistema de reposición al de donación habitual", explicó Maschio.

La designación de Argentina como sede por un año de la jornada mundial, que concluye formalmente este jueves 14, le permitió salir del estancamiento y trepar hasta el actual 32 por ciento de donantes voluntarios, anunció la doctora a modo de balance.

Para eso fue necesario aumentar el número de bancos de sangre centralizados por región y reducir el número de depósitos en hospitales. En 2004 sólo la oriental provincia de Buenos Aires tenía un banco de sangre oficial, ahora lo tienen 20 de las 24 provincias.

"Jujuy (al noroeste argentino) es la provincia que más avanzó y hoy 88 por ciento de sus donantes son voluntarios y habituales", o sea que en sus hospitales ya no se piden aportes familiares porque no hace falta, explicó la directora del Plan Nacional.

Ruben Bongiovanni es un donante habitual desde hace más de 10 años. Empezó porque su nieta padeció leucemia y su hijo le pidió una vez que donara para ella. La nieta se curó, pero desde entonces él pasó a donar una vez al mes. "Decidí ser donante porque todos necesitamos de todos", contó este arquitecto, quien también es promotor de la donación altruista en talleres del Servicio de Hemoterapia del Hospital de Pediatría Juan Garrahan de Buenos Aires, donde se atienden patologías de alta complejidad.

Allí funciona el Círculo de Amigos de la Donación Altruista de Sangre, un grupo de particulares que provee buena parte de las 600 donaciones semanales que requiere semanalmente el centro.

La OMS recomienda contar con 35 donantes habituales por cada 1.000 habitantes y tras la campaña "Más sangre, más vida", Argentina superó ya los 30 por 1.000. El país lograría cumplir la recomendación internacional en 2015, vaticinó la médica.

Para avanzar hacia este nuevo paradigma se creó un registro de donantes habituales que son convocados por los bancos de sangre con un turno para su extracción sin demoras. También se prevé ir a extraer sangre a domicilio para facilitar el aporte.

"El nuevo concepto es que no es el familiar el que necesita la sangre sino el país, su población, y entonces tiene que haber una red que permita que haya siempre unidades disponibles excedentes para compensar faltantes", remarcó.

Maschio precisó que los bancos son verdaderas "fábricas de producción sanguínea" que proveen diversos productos según los requerimientos, como por ejemplo glóbulos rojos –lo más demandado-, plaquetas o plasma.

"Los glóbulos rojos son el componente estrella de la sangre porque llevan oxígeno a todo el organismo. Son muy importantes en situaciones en las que el paciente perdió mucha sangre o cuando hay faltante de dichos glóbulos", señaló la doctora.

Las plaquetas, encargadas de producir coágulos que tapen lesiones en vasos sanguíneos para evitar hemorragias, se extraen del fluido y duran solo cinco días, o sea que hay que producirlas permanentemente y desechar las que no se usaron.

El plasma se está destinando cada vez menos al paciente y cada vez más a la producción de medicamentos llamados hemoderivados, detalló. Argentina tiene una planta estatal propia en la central provincia de Córdoba.

Se trata del Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba que recibe plasma humano para fabricar medicamentos como la inmunoglobulina para enfermedades autoinmunes o el Factor VIII para pacientes con hemofilia tipo A.

"El plasma es considerado un recurso estratégico", subrayó la médica.

En América Latina por ahora hay solo tres laboratorios de hemoderivados. Uno en Cuba, otro en Venezuela y el argentino de Córdoba, que recibe plasma de Uruguay y Chile y provee a esos países de los medicamentos terminados, detalló Maschio.

En Brasil está también la planta de Hemabrás, pero todavía no produce, dijo.

"Córdoba podría producir el doble porque esos medicamentos faltan en todo el mundo. De hecho, se está aumentando su capacidad de producción, pero para los insumos hacen falta más donantes y mayor eficiencia en las transfusiones", dijo.

El plasma que se transfunde a los pacientes no siempre es necesario, y su uso debe tender a bajar a fin de destinarlo a fabricar medicamentos. "Estábamos en un uso de 25 por ciento y bajamos a 17 por ciento, pero queremos llegar a 10", sostuvo.

De esa manera, los insumos que recibe el laboratorio de Córdoba aumentan. De hecho, pasaron de 24.500 kilos de plasma en 2007 a los actuales 38.000.

Para la encargada de llevar adelante el Plan Nacional, el balance del año que tuvo como lema "Más sangre, más vida" fue más que positivo. Ahora el estandarte lo tiene Corea del Sur, cuyo eslogan será "Los donantes son héroes" y que recibió el traspaso en un acto oficial en Buenos Aires, el día 7.

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