El enviado de la ONU y la Liga Árabe a Siria, Kofi Annan, llamó al gobierno de ese país a tomar medidas enérgicas para demostrar su compromiso con el restablecimiento de la paz.
Annan formuló estas declaraciones durante una visita a Damasco, adonde llegó este lunes 28 para mantener conversaciones con altos funcionarios luego de que varios líderes mundiales avalaran su plan de paz como única manera de solucionar el conflicto en ese país de Medio Oriente.
El ex secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) pidió que cada individuo que porte un arma la deponga en Siria, y se declaró horrorizado por una masacre el fin de semana en la central localidad de Hula y en la que murieron 110 personas, entre ellas 49 niños y niñas.
«Urjo al gobierno (sirio) a dar pasos osados para demostrar que es seria su intención de resolver esta crisis pacíficamente, y a cada uno de los involucrados a ayudar a crear el contexto adecuado para un proceso político creíble», expresó Annan.
«Estoy personalmente conmocionado y horrorizado por el trágico incidente ocurrido hace dos días en Hula, que se cobró tantas vidas inocentes, de niños, mujeres y hombres», dijo.
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Annan tiene previsto reunirse este lunes 28 con el ministro de Relaciones Exteriores, Walid al-Muallem, antes de dialogar el martes 29 con el presidente Bashar Al Assad, según una fuente oficial siria.
A primera hora de este lunes, el secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, William Hague, y su par ruso, Sergei Lavrov, convocaron a una conferencia de prensa conjunta en Moscú para reclamar mayores esfuerzos en la implementación del plan.
Este exige que tanto las fuerzas del gobierno como los rebeldes cesen hostilidades, y que haya un proceso político liderado por los propios sirios.
Lavrov dijo que «quién esté en el poder» en Siria es menos importante que el hecho de poner fin al derramamiento de sangre.
«No apoyamos al gobierno sirio, apoyamos el plan de Kofi Annan», sostuvo.
Alerta de guerra civil
Hague advirtió sobre la posibilidad de que se desencadene una guerra civil total.
«Las alternativas son el plan de Annan o un caos cada vez mayor», dijo, llamando a todas las partes a cesar la violencia.
«No sostenemos que toda la violencia en Siria es responsabilidad del régimen de Assad, aunque este tiene la responsabilidad principal», agregó.
Las potencias mundiales quieren que Rusia, aliada cercana de Siria, presione al gobierno de Assad.
«Rusia está en una posición difícil y aislada», señaló Rory Challands, de Al Jazeera, en un informe desde la capital rusa.
«Moscú es amigo de Siria desde hace décadas, y ha vetado dos resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que condenaban la matanza. Necesita velar por sus intereses estratégicos y económicos en Siria, pero no mostrarse demasiado como el protector de un gobierno represivo y violento», explicó.
Lavrov se reunió con Hague un día después de que el Consejo de Seguridad de la ONU condenó por unanimidad el uso de armas pesadas en la masacre de Hula.
El foro mundial señaló en un comunicado de prensa emitido el domingo tras una reunión de emergencia que el «indignante uso de la fuerza» contra civiles violó el derecho internacional y que «los ataques involucraron una serie de bombardeos con artillería y tanques del gobierno contra un barrio residencial».
El mayor general Robert Mood, jefe de la misión de observadores de la ONU en Siria, dijo que algunas de las víctimas fueron muertas por los bombardeos, y otras recibieron disparos a corta distancia, pero no atribuyó responsabilidades por este último tipo de crimen.
Según activistas, varios niños murieron apuñalados.
«Familias enteras ejecutadas»
La organización Human Rights Watch, con sede en Estados Unidos, dijo haber entrevistado a sobrevivientes y activistas locales que señalaron que «el ejército sirio bombardeó el área el 25 de mayo, y hombres armados, con vestimenta militar, atacaron casas en las afueras de la localidad y ejecutaron a familias enteras».
«Todos los testigos declararon que los hombres armados eran progobierno, pero que no sabían si eran miembros del ejército sirio o de una milicia progobierno, llamada localmente shabiha», manifestó.
Human Rights Watch dijo también que «la mayoría de los asesinados pertenecían a la familia Abdel Razzak».
«Activistas locales proporcionaron a Human Rights Watch una lista de 62 miembros muertos de la familia Abdel Razzak», señaló.
El gobierno sirio culpó de las muertes a «terroristas» y negó que sus fuerzas hayan usado armamento pesado en Hula. Las fuerzas de seguridad sufrieron pérdidas en enfrentamientos con los rebeldes, agregó.
Activistas confirmaron que combatientes de la oposición atacaron un puesto de control, pero dijeron que eso ocurrió luego de que fuerzas del gobierno abrieron fuego contra una manifestación.
El Consejo de Seguridad pidió al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y a la misión observadora del foro mundial en Siria, que continúen investigando los ataques de Hula.
Actualmente hay más de 280 observadores militares desarmados en Siria para vigilar el cese de hostilidades que se inició el 12 de abril pero que cada día parece más cerca del colapso.
El miércoles 30 Annan informará al Consejo de Seguridad sobre sus esfuerzos para poner fin a la crisis siria, que ya lleva 15 meses. Según la ONU, más de 10.000 personas fueron asesinadas en el levantamiento contra Assad, mientras que activistas sirios sitúan esa cifra en más de 13.000.
