Las fuerzas de seguridad de Siria controlan el este de la capital tras férreos combates en los suburbios.
La oposición denunció este lunes 30 que el Ejército Libre de Siria, integrado por desertores que pelean contra el régimen del presidente Bashar al Assad, lanzaron ataques aislados contra efectivos del gobierno en el distrito de Saqba, en los últimos días bajo control rebelde.
«Hay combates en las calles desde el amanecer», señaló el activista Kamal, y añadió que los tanques avanzaban por una avenida central del barrio. «Se escuchan detonaciones por todos lados», añadió.
Kamal, quien realizó declaraciones telefónicas a la agencia de noticias Reuters desde Al-Ghouta, en el este de la capital, dijo que las fuerzas de seguridad habían reocupado los suburbios.
«El Ejército de Libre Siria realizó un retiro táctico. Las fuerzas del régimen reocuparon los suburbios y comenzaron a realizar detenciones casa por casa», apuntó.
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Sus declaraciones fueron confirmadas por un portavoz de la oposición.
Mientras, la prensa estatal informó que los «terroristas» hicieron explotar un gasoducto en la provincia central de Homs, lo que ocasionó la pérdida de unos 460.000 metros cúbicos de gas.
La escalada de violencia se dio días después de que la Liga Árabe suspendiera su atribulada misión de observación en ese país, donde los rebeldes reclaman la renuncia de Assad desde marzo de 2011.
La llegada de los tanques
Rebeldes de Damasco dijeron a la periodista de la cadena de noticias Al Jazeera, Anita McNaught, que los tanques entraron en Al-Ghouta, a unos 10 kilómetros del centro de la capital.
«Es el peor episodio de violencia en meses, según activistas», informó. «Hay muchos incendios en varias partes de Siria, algunas personas dicen que son demasiados y que impiden al ejército desplegarse por todas partes».
El domingo murieron 64 personas en combate en todo el país, incluidos tres menores y dos desertores, según la red opositora Comités Locales de Coordinación (CLC).
En los suburbios de Damasco murieron 16 personas, en Kafar Batna, Saqba, Hamourya, Rankoos, Zabadany y Harasta.
Por lo menos 19 más murieron en Homs, 15 en Hama, cinco en Idlib, cuatro en Deraa y tres en Saraqeb, Deir Ezzor y Damasco, informó el CLC.
Además murieron 23 efectivos de las fuerzas de seguridad, según informó la televisión estatal.
Las últimas cifras de víctimas se suman a las 5.400 ya registradas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en estos 10 meses de enfrentamientos entre la oposición y las fuerzas de seguridad.
Un vídeo amateur muestra los tanques entrando en Al-Ghoutra y Zamalka, en el este, en el marco de denuncias no confirmadas de bombardeos de casas habitadas.
En la sureña provincia de Deraa, hubo denuncias de que las fuerzas de seguridad mataron a dos estudiantes que trataban de entrar a una escuela del pueblo de Jasim.
Condena contra la Liga Árabe
Rusia condenó duramente el domingo a la Liga Árabe por poner fin a la misión de observación en Siria, arguyendo que la situación requería un mayor despliegue de delegados, no su suspensión.
«Nos gustaría saber por qué se maneja de esta forma un instrumento tan útil», declaró el canciller ruso Sergei Lavrov, durante una visita a Brunei.
«Estoy a favor de aumentar la cantidad de observadores», indicó Lavrov. «Nos sorprende que luego de decidir prolongar la misión un mes más, algunos países, en especial del Golfo Pérsico, hayan sacado a sus delegados», añadió.
La corresponsal de Al Jazeera señaló que el apoyo de Rusia al gobierno de Assad era crucial. «Hasta que no deje de respaldarlo, él seguirá aguantando», señaló McNaught.
La Liga Árabe suspendió su misión de observación el sábado, en el marco del recrudecimiento de una sangrienta represión contra protestas antigubernamentales. Varios cientos de personas murieron en los últimos cuatro días.
Lavrov declaró que no coincidía con los países occidentales que opinaban que la misión no tenía sentido, pues era imposible dialogar con el gobierno de Assad.
«Creo que son declaraciones irresponsables, pues es imperdonable tratar de sabotear una oportunidad para calmar la situación», añadió.
Siria también expresó su consternación y sorpresa por la decisión de la Liga Árabe de suspender la misión de observación.
«Tendrá un impacto negativo y será una presión para que, en las deliberaciones del Consejo de Seguridad (de la ONU), se pida una intervención extranjera e impulsará a los grupos armados a aumentar la violencia», señaló la televisión estatal el sábado.
El jefe de la misión de observación de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, viajó el domingo a Nueva York en busca del apoyo del Consejo de Seguridad a un plan para poner fin a la violencia pidiendo la renuncia de Assad.
«Mantendremos varias reuniones con representantes de los miembros del Consejo de Seguridad para obtener apoyo y un acuerdo para la iniciativa árabe», declaró Elaraby en el aeropuerto de El Cairo, poco antes de viajar a Nueva York.
La organización señaló que unos 100 observadores permanecerán en el país, pero no asumirán nuevas tareas.
La misión fue muy criticada por la oposición de Siria porque no logró poner fin a la represión.
