LA NUEVA REALIDAD ES ADVERSA AL ARMAMENTO NUCLEAR

Una nueva y apremiante realidad sobre los enormes riesgos que implican las armas nucleares está emergiendo alrededor del mundo. En esta realidad se ha reemplazado la ficción nuclear por los hechos nucleares, puesto que el 2012 ha comenzado con ruido de sables en el Oriente Medio y terminará con nuevos liderazgos en cinco Estados con armas nucleares.

La versión más corta de esta situación proviene de la nueva Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN): Pregúntenle a cualquiera: “¿Puede usted imaginar un mundo sin armas nucleares?” Y la respuesta será: “Yo puedo”.

Una versión más larga surgió en un seminario realizado a fines del 2011 en Escocia con la participación de personalidades religiosas y dice así::

Vivimos bajo un “paraguas” nuclear que es anticuado, difícil de manejar, inmensamente costoso e incluso no funciona. Actualmente las personas se sienten parte de una comunidad global y quieren que la vida sea protegida en lugar de ser puesta en riesgo. Las armas nucleares son inaceptables y deben eliminarse. Es tiempo de involucrarse en ello. Cada persona puede hacer lo suyo. Todos unidos pueden hacer la gran diferencia.

La nueva situación está haciendo que las armas nucleares sean más vulnerables. Hay un nuevo nivel de presión política y social en los círculos dirigentes. 130 gobiernos ahora votan a favor de un Convenio sobre Armas Nucleares en las Naciones Unidas y 5.000 alcaldes y miles de parlamentarios y ciudadanos eminentes se unieron a iniciativas abolicionistas. Los desafíos son de varios tipos: geográficos (zonas libres de armas nucleares), legales (leyes humanitarias) y financieros (déficit nacionales, deudas soberanas y desinversión).

Líderes gubernamentales y militares desacreditan las estrategias nucleares; la ciencia las condena como dañosas ambientalmente; médicos, científicos y abogados deslegitiman las armas nucleares; filmes, sitios web y libros generan un debate público y las religiones mundiales las condenan tanto moralmente como ética y espiritualmente. El desastre de Fukushima nos recuerda que incluso en su versión pacífica la energía nuclear es letal.

Es preocupante ver que el 5% de los gobiernos poseedores de armas nucleares se opongan al bien común de la humanidad y rechacen el cumplimiento de su obligación de desarmarse. Da que pensar que el 95% de los gobiernos no poseedores de armas nucleares no logren imponer el deseo de la mayoría de los habitantes del planeta de eliminar ese armamento.

La nueva y la vieja realidad nuclear ofrecen diferentes escenarios en el 2012. Éstos son tres ejemplos:

-En el Noreste de Asia el paraguas de la disuasión nuclear está pasado de moda. Se ha convertido en el banco de prueba de cómo fracasa el inestable statu quo del Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT). Este año la Cumbre de Seguridad Nuclear será en Seúl pero el concepto de “seguridad nuclear” en el Noreste de Asia está en abierta contradicción con la situación real. La nueva realidad nuclear podría tener en cuenta en lo regional de lo que el coreano Secretario General de la ONU llama “la infecciosa doctrina de la disuasión”. La infección necesita una cura, por ejemplo, la de un compromiso para encarar la desnuclearización de la península coreana.

-El Oriente Medio es otra región en la cual los paraguas nucleares no funcionan y es tan madura para la proliferación que el futuro del NPT está vinculado al establecimiento allí de una zona libre de armas nucleares. Una conferencia de la ONU con tal objetivo ha sido anunciada para este año tras una demora de 17 años. No obstante, la vieja realidad nuclear se cierne sobre la conferencia. La retórica irresponsable está de nuevo impulsando el miope punto de vista de que la aplicación de un doble rasero es la solución para el Oriente Medio y no el problema. Mientras Israel no es miembro del NPT, sus vecinos sí lo son y se pretende que acepten considerar a Israel como si fuera
un Estado con armamento nuclear integrantes del NPT. Esta es una receta para la proliferación en otros países dentro y fuera de la región. La nueva realidad nuclear debe estar referida al bienestar de todos los Estados de la región, incluyendo a Israel, lo que implica una zona libre de todas las armas de destrucción masiva, incluyendo las nucleares.

-La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es una alianza cuya potencia nuclear es inútil y un derrroche de dinero. Las más de 200 armas nucleares tácticas de la OTAN son un emblema de lo que todavía contienen los arsenales de los viejos gigantes de la Guerra Fría. Suprimir esos mortales vestigios reduciría el número de países poseedores de armas nucleares de 14 a nueve y también eliminaría un obstáculo para los nuevos acuerdos de seguridad entre la OTAN y Rusia, que en 2010 acordaron “contribuir a la creación de un espacio común de paz, seguridad y estabilidad en el área euro-atlántica”. La pregunta es si la cumbre de la OTAN de este año en Chicago seguirá la nueva realidad o la vieja.

En el nuevo escenario, mientras los arqueólogos nucleares se aferran al pasado, los arquitectos de la seguridad humana proponen el futuro. El Noreste de Asia, el Oriente Medio y la OTAN son sitios críticos. La tarea es abrumadora y hacen falta muchas manos, pero el precedente de avances en el tema existe ya. Cada nuevo año puede ahora progresar hacia un futuro más seguro para la humanidad. (FIN/COPYRIGHT IPS)

(*) Jonathan Frerichs dirige el Programa sobre Pacificación y Desarme del Consejo Mundial de Iglesias.

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