Ahmadineyad pasa por la ONU con el mismo libreto

El presidente de Irán, Mahmoud Ahmadineyad, siguió en la ONU el mismo libreto de sus anteriores seis visitas, con fuertes críticas a Estados Unidos, un discurso mesiánico y vagas declaraciones utópicas sobre cómo gobernar el mundo al estilo iraní.

Ahmadineyad habla ante la Asamblea General. Crédito: UN Photo/Marco Castro
Ahmadineyad habla ante la Asamblea General. Crédito: UN Photo/Marco Castro
En su alocución el jueves en la sesión 66 de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), acusó a los países europeos de "aún utilizar el Holocausto luego de seis décadas como excusa para pagar multa o rescate a los sionistas".

También condenó a Estados Unidos asesinar al jefe de la red radical islámica Al Qaeda, Osama bin Laden, en vez de juzgarlo en un tribunal.

Eso bastó para que diplomáticos estadounidenses y de algunos países europeos abandonaran la sala mientras aún estaba hablando.

El discurso "fue similar en tono y en contenido a sus previos discursos. Fue una mezcla de anti-imperialismo, anti-sionismo, teorías de la conspiración y fervor chiita", dijo a IPS el analista Karim Sadjadpour, de la estadounidense Fundación Carnegie.
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"Las primeras seis veces, muchas personas quedaron impactadas y se sintieron ofendidas. Pero creo que se volvió tan predecible que sus palabras ya no tienen el mismo valor. Habría impactado más si hubiera dado un discurso digno", señaló.

El primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, quien habló poco después que Ahmadineyad, criticó en forma dura y directa la situación de derechos humanos en Irán.

El presidente iraní "no nos recordó que gobierna un país donde puede haber elecciones de alguna clase pero que también reprime la libertad de expresión, hace todo lo posible para evitar ser responsable ante medios libres, impide violentamente manifestaciones y detiene y tortura a los que reclaman un futuro mejor", señaló Cameron.

El miércoles, Irán finalmente liberó a dos ciudadanos estadounidenses que estuvieron encarcelados por casi dos años. Habían sido detenidos en julio de 2009 mientras hacían senderismo cerca de la frontera entre Irán e Iraq, y fueron acusados de hacer trabajo de espionaje para Washington, aunque nunca se hizo pública ninguna evidencia para esos cargos.

Sin embargo, unos días antes de que se les concediera libertad bajo fianza, seis documentalistas iraníes fueron arrestados por el servicio de inteligencia y luego acusados de haber cooperado con la versión en persa de la cadena de noticias británica BBC y proveer material para actividades de espionaje.

Fueron detenidos poco después de que la cadena transmitiera un documental sobre la vida y la política del líder supremo iraní, Alí Jamenei.

Dos oponentes de Ahmadineyad han estado bajo arresto domiciliario en los últimos seis meses, y cientos de activistas permanecen en prisión por haber participado de protestas pacíficas luego de las disputadas elecciones en 2009.

"Los discursos de Ahmadineyad en la ONU son habitualmente insípidos, pero el de este año fue aun más irrelevante e incoherente en el contexto de la iniciativa de Palestina" para ser declarada estado soberano, dijo a IPS el analista Hamid Dabashi, profesor de estudios iraníes y literatura comparativa en la estadounidense Universidad de Columbia.

"El drama de este año ha sido el obsceno discurso del presidente (estadounidense Barack) Obama anticipándose al histórico derecho palestino a ser estado, y sus consecuencias globales y regionales en el contexto de la Primavera Árabe", sostuvo.

"Las galimatías de Ahmadineyad sobre pobreza mundial, frente a las propias profundas penas económicas de su país, la creciente pobreza y el recorte de los subsidios gubernamentales, fueron, como es habitual, hipócritas y presuntuosas, especialmente cuando se las compara con la posición de principios contra Israel que tuvo el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan", agregó.

El 20 de este mes, Ahmadineyad celebró una reunión con grupos e individuos pacifistas estadounidenses, pero los participantes del encuentro fueron rigurosamente seleccionados y no presionaron con sus preguntas al presidente en cuestiones de derechos humanos.

"En una reunión similar el año pasado, un par de personas tocaron el tema de las elecciones en sus preguntas", dijo una activista a IPS a condición de mantener el anonimato, pues no habló en nombre de su organización.

"Al parecer, eso los molestó, y este año decidieron controlar todo para evitar una situación similar", añadió.

"Sobre la diversidad de grupos y organizaciones que asistieron, parece que fue reducida a un tamaño y calidad que afectó la posibilidad de tener un diálogo real con Ahmadineyad", añadió la fuente.

"Se creó un ambiente para controlar las conversaciones entre los invitados y la delegación iraní", dijo.

Durante su estadía en Nueva York, Ahmadineyad también se reunió con varios editores y periodistas, pero no permitió la participación de reporteros iraníes-estadounidenses que cubren la situación en Irán para grandes publicaciones en Estados Unidos.

"Creo que los organizadores querían invitar a aquellos que podían hacer preguntas más generales sobre la política regional e internacional de Irán y no a los que podrían hacerle a Ahmadineyad preguntas sobre derechos humanos y su lucha interna por el poder", dijo a IPS un periodista iraní-estadounidense que habló a condición del anonimato.

(FIIN/IPS/traen-rp/om/ks/ap wd ip hd fe/11)

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