América Latina debe construir convenciones regionales para proteger la biodiversidad y combatir el impacto del cambio climático, según la ecuatoriana Yolanda Kakabadse, presidenta del no gubernamental Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Los acuerdos deben girar en torno a impedir las emisiones contaminantes y no sólo en la reducción y en la mitigación de sus efectos, dijo la activista.
Kakabadse, quien de 1998 a 2000 fue ministra de Ambiente de Ecuador, conversó con TerraViva en un alto de su participación en la 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 16), que se desarrolla hasta este viernes 10 en la sudoriental ciudad mexicana de Cancún.
IPS: ¿Qué debe cambiar en las COP?
YOLANDA KAKABADSE: Creo que se deben generar otras dinámicas. En términos de contenido, es muy negativo que las convenciones sobre el cambio climático y sobre diversidad biológica no tengan enlaces mucho más fuertes.
Tendrían que trabajarse en conjunto, porque finalmente el cambio climático se debe a un mal manejo de los ecosistemas. Es una contradicción total no hacerlo.
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También entiendo que los grupos tradicionales de países ya no tienen mucha razón de ser. En el caso de América Latina, por ejemplo, ya no hay una base fuerte para creer que todos los gobiernos tienen la misma agenda. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene que dar apoyo a todas esas iniciativas.
IPS: ¿Qué puede obtener la región de esta cumbre en temas como financiamiento y transferencia de tecnología?
YK: El tema es qué está obteniendo y qué puede obtener. Pienso que debería lograr más. Es la región más rica del planeta en recursos naturales, y eso la hace un punto de particular atractivo para muchas cosas, como definir un modelo de protección de recursos naturales, crear dinámicas en las cuales se trata el cambio climático, respecto del manejo de la biodiversidad, del agua, bosques y en el concepto de servicios ambientales.
Es un capital que no ha sido explotado políticamente en estos debates globales, especialmente por América del Sur. Creo que la región no va a obtener ni más ni menos que las otras.
No hemos trabajado bien la agenda sudamericana.
IPS: ¿Es factible pensar en una agenda climática por bloques de países?
YK: Absolutamente. En todas las convenciones hay temas que realmente tienen implicaciones para la región.
Deberíamos crear acuerdos regionales basadas en el mismo marco, pero que tomen en cuenta asuntos relevantes, porque gastamos una cantidad de tiempo enorme en tratar de responder a todos los retos de los tratados.
Hay que concentrarse en explorar los bosques, agua, problemas de adaptación al cambio climático, en el manejo compartido de los ecosistemas, las pesquerías. Si no lo hacemos, tampoco podemos contribuir con ideas importantes para la COP.
IPS: ¿Deberían algunos países, como México, Brasil y Argentina, adoptar metas obligatorias de reducción de emisiones?
YK: Todos deberían tener metas de uso racional de los recursos y aplicar procesos de inclusión social. Toda nueva instalación tendría ya que tener en cuenta la ética del desarrollo, porque no estamos hablando sólo de dinero sino de una responsabilidad con nuestra población.
No es que vamos a beneficiar a los países del Norte. Todos se hunden o todos se salvan. Fijarse objetivos de reducción es una obligación social del planeta.
IPS: ¿Alrededor de qué debe girar esa ética?
YK: Entre los temas clave está el uso racional de los recursos naturales, que significa definir políticas de conservación, respetar nuestros ecosistemas, no sólo como fuente de vida sino económicas, de bienestar social y de generación de empleo.
Esa visión está ausente en nuestros países y simplemente explotamos los recursos sin que nos importe qué va a pasar en los próximos 10 años.
IPS: ¿Cómo puede enfrentarse la oposición a adjudicar un precio a los ecosistemas?
YK: Hay una confusión entre valor y precio. En el momento en que apreciamos el valor de los recursos naturales, podemos tomar decisiones de política y, luego de diseñar estrategia para proteger esos ecosistemas, podemos pensar en precios eficientes.
Además considero que el debate sobre el precio es falso, porque surge de una posición ideológica en contra de los mercados. Pero en Ecuador ponemos en el mercado el banano, el petróleo y los camarones. ¿Por qué tenemos miedo de poner un precio a un servicio que me está asegurando la vida?
IPS: Ecuador promueve la llamada Iniciativa Yasuni, que consiste en reunir un fondo internacional para no explotar el petróleo existente en ese parque protegido. ¿Esa fórmula es replicable en países petroleros como México?
YK: Lo que se argumenta es que se debe dejar en el subsuelo en algunos sitios cuando el valor de la vegetación es más alto. Que el carbono se quede en el suelo tiene un precio y debe pagarse por eso. Se necesita que a nivel de la Convención se reconozca el valor de no emitir.
El precio es lo que se generaría si se sacara el petróleo, pero, como lo guardo, reconózcanme el no hecho de no emitir.
Crear un nuevo protocolo basado en el concepto de la no emisión es absolutamente válido.