Con excepción de Costa Rica, América Central no tiene relaciones diplomáticas con China, pero a falta de embajadores buenos son los empresarios para impulsar un activo acercamiento con el gigante asiático y obtener beneficios de su vertiginoso desarrollo económico.
"El comercio bilateral con China aumenta de forma significativa en todos los países de la región latinoamericana, al punto que está convirtiéndose en el principal socio comercial de países como Brasil, Argentina, Chile, Cuba y otros", dijo a IPS Pedro Barnoya de la Cámara de Cooperación y Comercio de China con Guatemala.
A pesar de no tener relaciones diplomáticas y, en consecuencia, acuerdos que otorguen preferencias arancelarias, Guatemala aumentó sus exportaciones a China de un monto de tres millones de dólares en 2000, a 30 millones de dólares en 2009, según cifras del central Banco de Guatemala.
En conjunto, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, cinco de los siete países del istmo, pasaron de exportar a la nación asiática 35 millones de dólares en 2002, a 848,3 millones en 2009, según cifras de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana.
Un incremento que tiene que ver con el activo trabajo que hacen empresarios del área para estrechar los lazos de amistad, cooperación y comercio con el gigante asiático a través de ferias, visitas y otras actividades.
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"Dada la ausencia de relaciones formales, la cámara busca llenar esa vacío en donde los empresarios guatemaltecos puedan encontrar los caminos para comerciar y lograr acuerdos de apoyo logístico, técnico, científico y de tantas otras áreas que nos puede aportar un régimen de desarrollo tan importante", explicó Barnoya.
La cámara, que funciona desde 2008 y agrupa a 130 empresas, ya organizó una feria en Guatemala dedicada a los productos chinos, mientras este país tuvo en septiembre una participación en la Expo Shanghái 2010, para abrir espacios a los productos locales.
América Central es una de las áreas del mundo donde los lazos diplomáticos con Taiwán se sostienen e impiden la formalización de las relaciones con Beijing.
Costa Rica ha sido el único país del istmo que en junio de 2007 estableció relaciones plenas con China, tras romper sus nexos de 60 años con Taiwán, la condición que impone Beijing para abrir lazos diplomáticos bilaterales.
Pero la decisión del gobierno costarricense no generó el "efecto dominó" en América Central que China esperaba.
Taiwán, considerada por Beijing como una provincia rebelde, trata de ser reconocido por las Naciones Unidas mientras solo sostiene relaciones diplomáticas con 23 países en el mundo.
De ellos, en siete se habla español: Paraguay, República Dominicana y los centroamericanos El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras y Panamá. El otro país centroamericano, Belice, también mantiene relaciones con Taipéi, al igual que los caribeños Haití, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía y San Vicente y Granadinas.
"Es para nosotros un reto y siempre lo ha sido poder acceder a China Popular, el mercado asiático más grande del mundo", dijo a IPS César Zamora, del Centro Empresarial de Negociaciones Comerciales Internacionales de Guatemala.
Mientras la relación comercial de China y América Central es aún débil, en países de América del Sur avanza a grandes saltos. Ya es el primer destino de las exportaciones de Brasil y Chile y el segundo de Perú y Argentina. También ha pasado a serlo para Costa Rica.
El salvadoreño Manuel Flores, presidente de la Federación Centroamericana de Amistad con China, creada en 2007, dijo a IPS que la ausencia de relaciones diplomáticas "no será impedimento para lograr la fluidez del comercio entre China y la región".
Con esa visión, Flores planteó ante empresarios chinos la posibilidad de crear un acuerdo comercial con Beijing como paso previo a firmar un Tratado de Libre Comercio, durante el Tercer Seminario China-México Socios Estratégicos y el II Foro de Amistad de Pueblos China-Centroamérica, realizados en noviembre en México.
La Asociación Salvadoreña de Amistad con China, dirigida por Flores, creó además en octubre la Cámara de Comercio China-El Salvador y un mes después realizó la primera exposición comercial China en el país con exhibiciones de alta tecnología.
El empresario salvadoreño cree que las relaciones diplomáticas de China con el istmo "están cerca de lograrse" y responsabilizó a la falta de conocimiento del poderío chino y la complicidad con Taiwán como las principales dificultades para que los gobiernos se acerquen a Beijing.
"Si les preguntan qué saben sobre China, te hablan del actor Bruce Lee pero sobre el desarrollo tecnológico y científico nadie sabe", se mofó.
Por su lado, Nicaragua intenta formalizar un acuerdo comercial privado con China para facilitar su intercambio bilateral.
"Se quiere facilitar los medios o crear rutas donde nosotros podamos mejorar las importaciones y exportaciones", a fin de culminar con una relación formal con Beijing, dijo a IPS Martha José Navarrete, de la Asociación Nicaragüense de Amistad con la República Popular de China.
La nueva relación de China y Costa Rica genera deseos de igualar sus condiciones a empresarios de sus países vecinos. "A Costa Rica le va muy bien en carnes y mariscos porque tenemos los dos mares", el Atlántico y Pacífico, dijo Navarrete.
En 2009, la balanza comercial entre China y Costa Rica tuvo superávit para este país, con exportaciones que sumaron 767,1 millones de dólares e importaciones por 711,6 millones, según datos preliminares del Ministerio de Comercio Exterior de Costa Rica.
Pero no todo sería favorable para los países que formalicen relaciones con China. El ex canciller guatemalteco Gabriel Orellana aseguró a IPS que las relaciones Beijing-San José no arrojan resultados palpables a la hora de medir los beneficios para el desarrollo económico de Costa Rica.
Por el contrario, advirtió que las relaciones con el gigante asiático también podrían traer consigo serias desventajas por lo abrumador de su economía y porque su demanda se concentra en materias primas.
La Comisión Económica para América Latina (Cepal) advirtió en un estudio sobre la inserción regional en el bienio 2009-2010 sobre el modelo primario de exportación centro-periferia que prevalece en el intercambio con China, en que los latinoamericanos proveen materias primas sin mayor valor agregado y reciben productos elaborados.
"Es importante evitar que el creciente comercio entre ambas regiones reproduzca y refuerce un patrón de comercio de tipo centro-periferia en que Asia (y China en particular) aparecería como un nuevo centro y los países de la región como la nueva periferia", señala el estudio.