ECONOMÍA: La recuperación pasa por la fuerza interior

Las perspectivas de recuperación económica para África son alentadoras, a diferencia del mundo industrializado, que le cuesta más superar los efectos de la crisis financiera global nacida en Estados Unidos, según la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad).

Los expertos de la agencia también especulan con el fin del modelo de crecimiento económico de exportación, en especial en ese continente.

El crecimiento basado en las ventas externas, principalmente fomentando inversiones en industrias baratas intensivas, no tiene futuro, pues los grandes países del Norte ya no consumen al mismo rito que antes de la crisis que estalló en 2008.

Las naciones en desarrollo, en especial las africanas, deben fomentar el consumo interno y promover el aumento de salarios en consonancia con el crecimiento de la productividad, recomienda la Unctad en su informe de este año, titulado "Empleo, globalización y desarrollo". La crisis mundial significó el fin del modelo capitalista neoliberal de apertura de la economía que imperó en los años 90, impulsado por los organismos multilaterales de crédito y conocido como Consenso de Washington, sostiene.

Es que para que ese modelo funcione "tiene que haber alguien que importe y alguien que exporte", declaró el secretario general de Unctad, Supachai Panitchpakdi, en la presentación del informe el martes en Ginebra.
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Ahora que retrocedió el consumo basado en el endeudamiento en Estados Unidos, ese país no podrá más ser el motor del crecimiento económico mundial. También parece poco probable que China, los países de la Unión Europea y Japón le reemplacen en el futuro cercano.

"El consumo interno de China representa sólo un octavo del de Estados Unidos", precisó Supachai.

"Incluso si China trata de aumentar su comercio interno, no podrá compensar la menor demanda de Estados Unidos", apuntó.

"Aconsejamos a las naciones en desarrollo apartarse del crecimiento basado en las exportaciones, que implica comprimir los salarios, porque disminuirá la demanda interna y la creación de empleo", añadió.

"Hay que pensar en los ingresos de la población, en relación con la mayor productividad, como motor de la demanda", explicó.

"Todo depende de la estrategia económica de cada estado", respondió el director de la división globalización y estrategias de desarrollo de Unctad, Heiner Flassbeck, al ser consultado sobre cómo aumentar los salarios cuando las empresas multinacionales se van de un país y reinvierten en otros con legislaciones laborales menos estrictas.

"Si cree que un mercado con flexibilidad laboral es lo mejor del mundo, no se esforzará por crear instituciones que estabilicen la demanda interna. Es el paradigma imperante en los últimos 20 a 30 años y por eso no existen esas instituciones", explicó.

Es necesario cambiar el paradigma, sostuvo Flassbeck. Y la Unctad, junto con instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), debe convencer a los gobiernos sobre la importancia de los acuerdos tripartitos para discutir estrategias nacionales.

"Es un enfoque totalmente diferente para muchos países, en especial los del mundo en desarrollo", remarcó.

Los acuerdos tripartitos incluyen al gobierno, empresarios y sindicatos.

Mientras, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió sobre la fragilidad de la recuperación económica, pues se crearon muchos puestos de trabajo en el sector informal.

Las políticas dirigidas a aumentar los salarios deben apuntar al sector formal e informal, señala la Unctad, y es necesario que haya un vínculo entre ambos.

La estrategia se aplica especialmente a África, donde "más de 20 años de políticas macroeconómicas ortodoxas (neoliberales) no tuvieron mucho éxito en crear condiciones necesarias para un rápido crecimiento sostenible", agrega el informe de Unctad.

Hasta fines de los años 90, "la estructura productiva fue una reminiscencia del periodo colonial, basada casi totalmente en la agricultura y la minería", señala el documento.

En África han crecido los puestos de trabajo en términos absolutos, pero la productividad es poca y se carece de empleos decentes, advierte la Unctad.

La agricultura todavía absorbe más de 60 por ciento de la fuerza laboral. El empleo aumentó en los servicios urbanos, pero principalmente en el sector informal y en el comercio a pequeña escala.

El trabajo asalariado formal representa sólo 13 por ciento del total y 60 por ciento de los empleados siguen bajo la línea de pobreza.

"Vemos que emerge un tipo diferente de política de inversión, una mezcla de medidas liberales y mayores regulaciones, en especial en los países en desarrollo", señaló Supachai, refiriéndose al Informe Mundial de Inversiones 2010, de Unctad.

Los gobiernos entienden que dejar que las inversiones se regulen por su cuenta lleva a la reubicación de las industrias, por eso comenzaron a dirigirlas a zonas geográficas, sociales y económicas específicas.

China, por ejemplo, lleva su política de inversiones de la industria basada en la fuerza de trabajo barata hacia las de alta tecnología.

"A la Unctad le preocupa la fragilidad y desigualdad de la recuperación", señaló Supachai.

"Existe un riesgo real para los países que retiren demasiado pronto su apoyo a la recuperación. La presión sobre algunos de ellos, en especial los industrializados, de equilibrar su presupuesto muy pronto puede hacer retroceder las medidas de estímulo y generar un crecimiento frágil", añadió.

Sin embargo, la Unctad es optimista respecto de África. "No se registró ninguna caída drástica de la producción en 2009 y en muchos países se registró una recuperación", precisó Flassbeck.

"Nos parece que el crecimiento del producto interno bruta puede seguir en 4,5 por ciento en promedio este año", indicó.

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