El gobernante Partido Democrático de Japón (PDJ) teme por su supervivencia política, sobre todo luego de su revés en las últimas elecciones para la cámara alta del Parlamento.
El traspié le ha dejado poco espacio para adoptar los cambios en política exterior que esperan los países vecinos de Japón desde que esa fuerza política asumió el poder en 2009.
El actual primer ministro, Naoto Kan, asumió el 8 de enero luego de que Yukio Hatoyama abandonara el cargo tras incumplir su promesa electoral de remover una impopular base militar estadounidense en la isla de Okinawa.
Tras perder el domingo pasado la mayoría en la cámara alta aunque aún la mantiene en la baja gracias a una alianza con otros partidos—, el gobierno de Kan tendrá más dificultades para que se aprueben sus iniciativas locales, y por tanto perderá concentración en temas de política exterior.
Kan "afronta un futuro inestable. El pobre resultado electoral para el PDJ reforzó la imagen internacional de Japón como un país sin timón político y como una decepción para Asia", sostuvo el analista Satoru Okada, del semi-gubernamental Instituto de Economías en Desarrollo.
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Tras las elecciones del domingo, el PDJ se quedó con 106 bancas más tres de su aliado Nuevo Partido Popular, lo que le da a la coalición gobernante un total de 109. Se necesitan al menos 122 de las 242 bancas de la cámara alta para ser mayoría.
Varios países asiáticos esperaban novedades de Tokio en materia de política exterior, considerando que Kan había intentado claramente alejarse de las posturas nacionalistas de otrora que habían obstaculizado las relaciones con la región.
Kan es partidario de un enfoque más conciliatorio hacia sus vecinos y de una relación más igualitaria con Estados Unidos.
Por ejemplo, países como Corea del Sur celebraron el anuncio hecho por Kan de que, a diferencia de sus predecesores, no visitaría el mausoleo de Yasukuni, donde yacen soldados japoneses caídos en las guerras expansionistas que llevó a cabo este país en las primeras décadas el siglo XX.
Hay un renovado optimismo de parte de Corea del Sur en las relaciones bilaterales con Japón, señaló Okada.
"Unas fuertes relaciones entre Japón y Corea del Sur son importantes tanto para la expansión económica bilateral como para la estabilidad regional", añadió.
Otros objetivos importantes de Kan son reforzar los lazos con Washington, sobre todo tras los intentos de cerrar la base militar estadounidense en Okinawa, y redefinir sus vínculos con China, rival regional, potencia militar y a la vez socio económico clave.
Pero, con el revés de la cámara alta, el primer ministro "peleará desesperadamente para mantenerse a flote, y difícilmente será capaz de aprobar nuevas políticas que reaviven los lazos", explicó Okada.
La analista Hiroko Maeda, experta en China para el prestigioso Instituto de Investigación PHP, sostuvo que Kan, aunque refrescó el ambiente político al alejarse del conservadurismo tradicional, no será capaz de hacer mucho en este momento.
"Por ahora, debido a su derrota en las elecciones, la prioridad de Kan será resucitar unas tambaleantes relaciones con Estados Unidos después del desastre creado por el ex primer ministro Hatoyama," señaló.
A nivel local, el gobierno de Kan tendrá que afrontar otros problemas, como la economía.
De la misma forma en que acosaron a Hatoyama, los problemas internos fueron el principal factor del pobre desempeño PDJ en los comicios para la cámara alta. El propio Kan atribuyó el traspié electoral a sus planes de aumentar los impuestos para poder afrontar su gigantesca deuda pública, que alcanzó a 218,9 por ciento del producto interno bruto.
"Mencioné el impuesto al consumo y el público pudo haber interpretado que (la idea) salió de la nada", dijo Kan a periodistas. El primer ministro pretendía duplicar ese gravamen a 10 por ciento, arguyendo que de esa forma se podía evitar el colapso financiero.
El resultado de las elecciones para la cámara alta agravará el enfrentamiento político, sostuvo el analista Gerald Curtis. "Representa una protesta del público contra el liderazgo del PDJ, porque lo considera débil", afirmó.
Más pequeños partidos de oposición han indicado que no tienen planes de respaldar las principales iniciativas del PDJ, como una reforma del sistema postal, debido a que han demostrado ser sumamente impopulares.
Mientras, el Partido Democrático Liberal, cuyos 50 años de predominio en el gobierno terminaron en agosto de 2009 con el triunfo del PDJ, ha estado ocupando buscando oportunidades de regresar.
Esa fuerza política, que aumentó a 84 el número de sus bancas en la cámara alta, anunció que pedirá la renuncia de Kan y la convocatoria de elecciones generales. El primer ministro rechazó ambas ideas esta semana.
