Argentina es un ejemplo para condenar al franquismo

Argentina es un ejemplo que los españoles deben tener en cuenta para investigar los crímenes de la dictadura del general Francisco Franco (1939-1975), sostiene Emilio Silva, presidente de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de España.

Silva participó en la presentación en Madrid del libro "Alejandro, por siempre amor" de Taty Almeida, de la no gubernamental organización argentina Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.

Almeida contó que su padre, su hermano y sus cuatro cuñados fueron militares y que su hijo Alejandro Martín, militante de izquierda, fue detenido en Buenos Aires en 1975 cuando tenía 20 años y hecho desaparecer, en un tipo de operativo registrado aún en democracia y que luego se instauró como práctica oficial en dictadura.

Entonces era presidenta de Argentina María Estela Martínez, viuda de Juan Domingo Perón, quien fue derrocada en 1976 y mantenida cinco años en prisión por la dictadura que se prolongó hasta 1983. Desde su liberación reside en Madrid.

El libro, presentado en la capital española la noche del martes, fue publicado en la capital argentina en 2008 y recoge poemas y escritos de Alejandro Martín, cuyos manuscritos originales encontró su madre al día siguiente de su detención-desaparición.
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"Tenemos que seguir luchando por la memoria, la verdad y la justicia (…), jamás políticamente los vamos a considerar muertos, son detenidos-desaparecidos, hasta que los responsables nos digan por qué los llevaron, quien dio la orden", afirmó Almeida.

En los últimos años, añadió, antropólogos forenses están recuperando algunos restos y "esos huesos hablan y llevan a conocer donde y quienes los mataron".

Ella se niega a decir que su hijo está muerto, "es detenido-desaparecido", porque para considerarlo fallecido tendrá que ver su cadáver, sus restos.

Puntualizó que las Madres de Plaza de Mayo, organización que el día 30 cumple 33 años de actividad, plantean "con vida los llevaron, con vida los queremos" y recién aceptan clasificarlos de muertos cuando los responsables asumen que los asesinaron.

Cifras oficiales registran que en Argentina hubo más de 10.000 desapariciones forzosas, pero las organizaciones de derechos humanos elevan esa cantidad hasta alrededor de 30.000, de acuerdo con las denuncias presentadas por los familiares de las víctimas e investigaciones.

Con base en el hecho de que la llamada legislación universal no toma en cuenta las leyes nacionales de amnistía, el juez español Baltasar Garzón abrió en 1996 causas que permitieron que se juzgaran los crímenes perpetrados durante las dictaduras de Argentina y Chile (1973-1990).

El abogado argentino Carlos Slepoy, residente y con un despacho jurídico en Madrid, plantea ahora que como eco de esas actuaciones de Garzón, "se devuelva el favor" investigando, también fuera de España, los crímenes del franquismo.

Almeida manifestó con claridad y en medio de fuertes aplausos de los asistentes a la mesa redonda que no solamente se debe investigar y procesar a los militares sino también, entre otros, a políticos, empresarios y a la jerarquía católica, que fueron cómplices activos de la dictadura.

Aunque, agregó, "también hay que recordar y homenajear a los sacerdotes que siguieron la doctrina de Cristo, aplicando aquello de que hay que poner un ojo en Dios y otro en el Pueblo", recordando a eclesiásticos que fueron víctimas de la dictadura en su país, por defender los derechos humanos.

El asesinato en 1936 en España, de dos alcaldes, Elías García Holgado y Severino Rivas, fue denunciado el día 14 ante un tribunal federal de Argentina por Slepoy, al amparo de la legislación internacional. Franco participó destacadamente en el golpe de Estado que ese año desencadenó una guerra civil que dio paso a su férrea dictadura.

Entre otros instrumentos, Slepoy toma en cuenta la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura, aprobada en 1984 y en vigor desde 1987 tras ser ratificada por Argentina y España entre un centenar de estados.

En esa Convención se establece que pueden enjuiciarse a los torturadores en los tribunales de los estados parte cuando haya "información fidedigna" sobre casos de tortura en uno de esos estados parte.

El español Emilio Silva fue contundente al criticar que el juez Garzón vaya a ser juzgado por el Tribunal Supremo por considerar correcto que se investigue al franquismo.

Recordó que el presidente del gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó que a Franco "ya lo juzgó la historia". Silva se preguntó: ¿Qué se diría de esa declaración en la Argentina, donde sí se juzgó a los dictadores?

Considero que el juicio contra Garzón, por haber intentado investigar el paradero de decenas de miles de desaparecidos por las fuerzas golpistas y el franquismo, ocurre porque en España no se asume la responsabilidad de reparar los crímenes del pasado y "entrar en el círculo del olvido".

Como conclusión del acto, la artista española Lucía Álvarez leyó el último poema escrito por Alejandro Martín: "Hasta siempre mi amor/hasta siempre compañeros/invierno trae frío caliente/y las barricadas nos esperan/los militares también esperan/hasta la victoria siempre/en la vida o en la muerte".

Y todos los asistentes se pusieron de pie y gritaron una y otra vez: ¡presente, presente!

Madres Plaza de Mayo Línea Fundadora es una escisión de la original Madres Plaza de Mayo, creada por integrantes de ésta y de la que se separaron por disentir con su politización partidaria.

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