La presidenta de la rama femenina del Partido Nacional Awami (ANP), Zahira Khattak, de destacada militancia social en Pakistán, defiende sin tregua los derechos de las mujeres en la atribulada Provincia de la Frontera Noroccidental.
Crédito: Ashfaq Yusufzai/IPS "Vamos a organizar una jirga (asamblea tribal) dentro de poco e invitaremos a las mujeres de toda la provincia a que se expresen sobre la situación reinante", anunció Khattak, en alusión a la ola de violencia que sufre esta zona de Pakistán.
Las mujeres de la ANP brindan, además, apoyo a las familias que perdieron seres queridos en los atentados, apuntó.
Tras el ataque suicida de noviembre pasado en el distrito de Charsadda, en esta provincia, y en los que murieron 34 personas, las mujeres de la ANP rezaron por las víctimas para dar ánimo a la gente, relató. También visitaron los sitios del atentado y las viviendas de quienes los fallecidos para apoyar a sus familiares.
"Los hombres que murieron en el ataque tenían madres, esposas, hijas y hermanas que sufren. Vamos a sus casas y les ofrecemos ayuda psicológica y apoyo emocional en un momento duro", explicó Khattak.
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La ANP integra la coalición que gobierna la Provincia de la Frontera Noroccidental, junto con el Partido Popular de Pakistán, de la líder partidaria y ex primera ministra Benazir Bhutto (1988-1990 y 1993-1996), asesinada en diciembre de 2007.
La coalición llegó al gobierno en febrero de 2008 imponiéndose sobre una alianza de partidos islámicos.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y la posterior expulsión del movimiento islamista Talibán del gobierno de Afganistán, sus combatientes y los de la red extremista Al Qaeda huyeron hacia Pakistán y se refugiaron en las Áreas Tribales Administradas Federalmente (FATA).
Luego avanzaron hacia esta provincia y comenzaron a perpetrar atentados contra comercios e instalaciones y efectivos de seguridad. Además, obligaron a las mujeres a transitar por la vía pública sin un varón de la familia y les prohibieron ir a la escuela.
Sólo en el distrito de Swat, unas 185 niñas y adolescentes murieron a manos del Talibán.
Conciente de que la violencia contra las mujeres tiene que terminar, la también ex presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán trata de que el discurso público se haga eco de la difícil situación que ella padecen en esta provincia.
Zahira Khattak conversó con IPS sobre el trabajo que realiza para crear más espacio para las mujeres en la Provincia de la Frontera Noroccidental.
IPS: La ola de violencia que sufre esta provincia, que incluye atentados suicidas, asusta fácilmente a cualquiera. ¿Cómo soportan las mujeres esa situación?
ZAHIRA KHATTAK: Las mujeres siempre expresan su preocupación por la situación y se las arreglan para vivir cada día luchando contra las espantosas consecuencias de esos hechos. Perdieron mucho a raíz de los enfrentamientos armados en la región.
IPS: La ANP organiza una jirga para que las mujeres puedan expresarse. ¿Cómo prevén movilizarlas?
ZK: El partido siempre desempeñó un papel de pivote en los intentos de movilizar mujeres a favor de la paz en esta zona. Un ejemplo de ello es la manifestación organizada por la rama femenina de la ANP en marzo de 2009, con la intención de promover la paz y la armonía haciendo énfasis en el papel que ellas pueden desempeñar con vistas a alcanzar ese fin.
IPS: ¿Qué sigue a la movilización de marzo de 2009?
ZK: Las mujeres de la ANP organizan una conferencia de paz para marzo de este año, a la que se invitará a personas de otros partidos. Incluso la hermana de Batitullah Mahsud (el proscrito jefe Talibán fallecido en tras un ataque de Estados Unidos el 5 de agosto de 2009) está invitada a unirse a nuestra campaña contra el terrorismo y contribuir a la paz.
IPS: ¿Qué otros aportes a la paz pueden hacer las mujeres de esta provincia?
ZK: Las mujeres podrían hacer mucho más por la paz y la estabilidad de esta zona si tuvieran el debido espacio dentro de las estructuras políticas de la sociedad.
Un ejemplo de ello es la gobernadora de la central provincia afgana de Bamyan, Habib Sarabi, quien trata de fijar condiciones razonables para impulsar la paz y la estabilidad.
IPS: Es interesante, ¿pero por qué hay tan pocas mujeres en política que se presenten a puestos electivos?
ZK: El ambiente político de este país nunca fue propicio para la participación de las mujeres en contiendas electorales.
Antes de las elecciones de 2008, muchas mujeres, como Bushra Gohar, de ANP, quisieron ser candidatas. Pero debido a la situación de ese momento (principalmente por la actitud de los mulá o los clérigos de esta provincia que veían con mala cara a las que se presentaron), les fue imposible seguir con sus aspiraciones.
Con suerte, la situación cambiará en los próximos años y las mujeres finalmente podrán participar en elecciones generales y probar su capacidad en materia política.
IPS: ¿Cómo se asegura la ANP de que se respeten los derechos de las mujeres, incluidos los políticos?
ZK: Los estatutos del partido siempre les otorgaron el mismo estatus que a los hombres. Hicimos un buen uso de ello y gracias a las medidas tomadas (para asegurarnos que se cumplan), la cantidad de legisladoras de la ANP aumentó en forma sostenida en el último par de años.
IPS: ¿Hay cada vez más mujeres concientes de sus derechos?
ZK: Sí, e hicieron mucho para asegurarse de que su lucha y de que sus esfuerzos de emancipación política y social no se pierdan. Los próximos días darán cuenta de ello.