Nueve millones de latinoamericanos y caribeños caerán en la pobreza este año, y cinco millones en la indigencia, golpeados por la crisis económica mundial, concluyó el Panorama Social de América Latina 2009, estudio anual presentado este jueves en la capital chilena.
En el informe, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) proyecta que la pobreza aumentará 1,1 por ciento en comparación con 2008, de 180 millones a 189 millones de personas, y la indigencia se incrementará en 0,8 por ciento, pasando de 71 a 76 millones de personas.
De esta forma, 34,1 por ciento de la población latinoamericana terminará este año sumergida en la pobreza y 13,7 por ciento en la indigencia.
Estas cifras rompen la tendencia a la baja que se venía registrando desde 2002, cuando se inició un sexenio de crecimiento económico que finalizó el año pasado con la debacle financiera y económica mundial. Entre 2002 y 2008, 41 millones de latinoamericanos y caribeños salieron de la pobreza.
La secretaria ejecutiva de la Cepal, la mexicana Alicia Bárcena, adelantó que el producto interno bruto (PIB) de la región se contraerá entre 1,5 y 1,8 por ciento en 2009.
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La turbulencia económica tendrá un menor impacto sobre la pobreza regional que anteriores coyunturas, como la crisis mexicana de 1995, la asiática de 1997 y la de las empresas "punto.com", de 2001, cuando se desinfló la burbuja especulativa generada en torno de empresas de Internet, y la argentina, de 2002.
Esto se debe a la ausencia de colapsos fiscales y de procesos inflacionarios y al aumento sostenido del gasto público en los países en los últimos años, lo cual permitió levantar sistemas de protección social.
Entre 1990 y 2007, el gasto público social por habitante pasó de 43 a 60 por ciento del gasto público total promedio de América Latina, aunque hay diferencias entre países, indica el informe.
"Es posible crecer y distribuir", destacó Bárcena.
Pese a esto, la Cepal advirtió que se retrasará el cumplimiento del primer Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM), que proyecta abatir a la mitad la pobreza extrema y el hambre para 2015, en relación a los indicadores de 1990.
Hasta 2008 América Latina mostraba 85 por ciento de avances en este primer ODM, progreso que caería a 78 por ciento este año.
Según este organismo, se deben fortalecer los 17 programas públicos de subvenciones asistenciales que operan en la región, entre ellos los de transferencias condicionadas como Oportunidades de México, Bolsa Familia de Brasil y Familias en Acción de Colombia, que benefician a 101 millones de personas.
"Hay que optar por un pacto fiscal que sea mucho más socialmente viable. Para ello cada sociedad tiene que establecer un diálogo social propio y generar un compromiso entre los diferentes sectores", exhortó Bárcena.
"No es posible" que una región "bastante rica" como la latinoamericana no tenga un pacto social donde haya "más solidaridad" para ir avanzando "hacia una universalidad de beneficios", insistió la representante de esta agencia de la Organización de las Naciones Unidas.
Bárcena también llamó al empresariado "a darle mayor valor social al trabajo".
"Esto depende del pacto que haga cada sociedad y cómo nos vamos de lo individual a lo colectivo", enfatizó. Es necesario hacer un "compromiso social generacional", "apostando a la siguiente generación y no a la siguiente lección", apuntó.
Además de aumentar progresivamente la carga tributaria y expandir la cobertura y calidad de las prestaciones de los sistemas de transferencias monetarias asistenciales, la Cepal llamó a "incorporar modalidades solidarias no contributivas en los sistemas de pensiones" y a expandir la cobertura de los sistemas de seguro de desempleo.
En las próximas décadas los países de la región tendrán nuevas demandas relacionadas con el cuidado de los adultos mayores por el progresivo envejecimiento de la población.
Según el Panorama Social de América Latina 2009, la pobreza es 1,7 veces más alta en menores de 15 años que en adultos y 1,15 veces mayor en mujeres que en hombres.
En Uruguay, la pobreza es 3,1 veces superior en niños que en adultos, mientras que en Chile es 1,8 veces más alta y en Nicaragua, 1,3 veces.
En Panamá la pobreza es 1,37 veces mayor en mujeres que en hombres, en Costa Rica 1,3 veces, en República Dominicana 1,25 veces, en Chile 1,24 veces y en Uruguay 1,21 veces.
El trabajo no remunerado y el cuidado de terceros impide la inserción de las mujeres al mercado del trabajo, lo que redunda en la pobreza de sus hijos, plantea el estudio.
"No importa el quintil al que pertenezcan, los hombres trabajan sólo por dinero", dejando la carga no remunerada a las mujeres, resumió Bárcena.
"El Panorama Social ha recogido los conceptos de 'pobreza de tiempo' y 'crisis del cuidado', en un llamado a que este tema no puede ser solo un pacto entre hombres y mujeres sino un asunto de políticas públicas", profundizó a IPS Sonia Montaño, directora de la División de Asuntos de Género de la Cepal.
Montaño explicó que "el Estado tiene que hacerse cargo de la provisión del cuidado infantil y, junto con las empresas, tienen que hacerse parte de la entrada de los hombres al cuidado de niños y ancianos".
"La crisis fue una lupa para mirar las fallas estructurales de nuestro modelo de desarrollo", concluyó Montaño.