Un equipo inventado por la empresa Carbono Brasil y la Universidad Federal de Santa Catarina, captura el dióxido de carbono y el metano generados en industrias y los convierte en insumos para otras cadenas productivas. El equipo Gas Limpio se instala en sistemas de exhalación de las fábricas y rompe las moléculas de esos gases de efecto invernadero, separando oxígeno, hidrógeno y nitrógeno, además de carbono y azufre sólidos, que sirven para generar energía o producir tintas o accesorios para vehículos, además de otras utilidades.
El proceso “no genera ningún tipo de residuo o contaminante”, aseguró a Tierramérica Rui Müller, director de Carbono Brasil, que actualmente instala el equipo en una pequeña central termoeléctrica a diésel en Goiania, capital del central estado de Goiás.
La rentabilidad económica varía según el tamaño del proyecto, pero “es grande”, pues suma beneficios ambientales y el reaprovechamiento de todos los gases.
