Chile lidera la carrera entre sus pares latinoamericanos y caribeños hacia los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio, mientras que Honduras ha quedado muy rezagada, dijo la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.
En entrevista con IPS, Bárcena hizo una reseña de los principales logros y desafíos para la región conforme se avanza hacia 2015 —el plazo para el cumplimiento de los Objetivos— en medio de la crisis financiera internacional.
La reducción de la pobreza, la salud infantil y la educación primaria están entre las metas que más probablemente sean alcanzadas a tiempo por al menos un tercio de los países latinoamericanos y caribeños.
La pobreza en todo el continente cayó de 48,3 por ciento en 1990 a 34,1 por ciento en 2007. Esto quiere decir que el número de pobres pasó de 200 millones a 184 millones en ese periodo.
La Cepal, una de las cinco comisiones regionales de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), no se basa en los ingresos para definir la pobreza e indigencia, como hace el Banco Mundial. En cambio, evalúa la capacidad de las personas para acceder a una canasta básica de alimentos o consumir una dieta mínima de calorías.
[related_articles]
La crisis financiera supone desafíos que podrían enlentecer o revertir las mejorías constatadas en los últimos seis años, alertó Bárcena.
"En tiempo de escasez y crisis nos enfrentamos a un duro acto de equilibrio", dijo Bárcena a IPS. "Por un lado, necesitamos recursos para curar la economía, y por el otro debemos invertir en una red de seguridad para los pobres y para los vulnerables".
Aunque hay señales de una recuperación económica, la social tendrá un ritmo más lento, señaló. En una crisis, "los grupos de menos ingresos pierden relativamente más que los de mayores ingresos, y les toma más tiempo recuperar sus pérdidas".
A pesar de estos desafíos, el continente parece mejor preparado hoy para la gran agitación económica que en los años 80.
La actual crisis llegó cuando existía una inflación significativamente menor, así como menos deuda y más espacio fiscal comparado con la hiperinflación y las enormes deudas que caracterizaron la llamada "década perdida" de los 80.
Bárcena subrayó que los políticas de los gobiernos no deberían permitir que el pasado se repitiera. "Las ganancias sociales pueden perderse rápidamente, y es difícil recuperarlas. Debemos proteger esos logros. La crisis es un desafío, pero es también una oportunidad para echar el fundamento de una plataforma de protección social para nuestro pueblo y nuestras sociedades", añadió..
IPS: Cuando hablamos de los Objetivos del Milenio, ¿qué países de América Latina y el Caribe se espera alcancen qué metas y qué naciones están quedando rezagadas?
ALICIA BÁRCENA: Chile lo está haciendo muy bien, y lo más probable es que sea el primero en alcanzar los Objetivos, reduciendo 50 por ciento la extrema pobreza. En Honduras, por otro lado, la situación es preocupante: 49,4 por ciento de la población todavía vive en condiciones de extrema pobreza.
Uruguay, Argentina, Costa Rica, Brasil, Panamá, Venezuela y México han hecho considerables mejoras en términos de reducción de la pobreza y en invertir en los pobres. Sin embargo, la distribución de la riqueza y la reducción de la inequidad siguen siendo grandes desafíos, particularmente en Brasil y en México.
Uno de los mayores éxitos del continente en la lucha contra la pobreza son los programas de Transferencia Condicional de Efectivo (CCT, por sus siglas en inglés), que proveen dinero directamente a familias pobres a cambio de compromisos de los beneficiarios, como enviar sus hijos a la escuela y llevarlos a centros de salud. El efectivo es ayuda de emergencia, mientras que las condiciones promueven inversiones a largo plazo en capital humano.
El CTT ha demostrado ser notablemente exitoso cuando es destinado a las mujeres. El programa no sólo las hace más independientes, sino que también promueve otros Objetivos del Milenio, como la asistencia a la escuela primaria de niños y niñas, y la atención médica a la infancia. Espero que la mayoría de los países alcancen estas metas.
Lamentablemente, la mortalidad materna sigue siendo alta. La meta referida a este tema no será fácilmente alcanzada. Primero y antes que nada, en los países con un gran sector rural, las mujeres tienen un limitado acceso a la atención médica o eligen por resolver por sí mismas sus problemas de salud íntimos.
IPS: ¿Cómo ha afectado la crisis financiera a los países latinoamericanos y caribeños y a sus poblaciones, y qué papel juega la Cepal para mitigar los efectos?
AB: La diferencia la hacen los países que realmente se han comprometido a reducir la pobreza y que han continuado haciéndolo durante la crisis.
Como observador socioeconómico, la Cepal le recuerda a los gobiernos que no desaprovechen el momento y no desamparen a los pobres. El gasto social tiende a disminuir en momentos de crisis financiera, y hemos seguido intentando dando consejo a los gobiernos sobre su buenas prácticas.
Yo preveo que el desempleo se convertirá en el mayor problema. En los últimos cinco años cayó de 11 a siete por ciento, pero seguramente crecerá otra vez, a por lo menos a nueve por ciento. Las mujeres perdieron sus empleos más rápido y más fácilmente que los hombres. Alrededor de 73 por ciento de todas las mujeres trabajan en el sector doméstico e informal, sin seguridad social.
Afortunadamente, un ejemplo esperanzador viene de Chile. La presidenta Michele Bachelet ha presionado por seguridad social y pensiones para las mujeres que trabajan en el sector doméstico. ¡Un gran avance!
IPS: ¿Qué piensa de la nueva agencia de la ONU para las mujeres que acaba de ser aceptada por la Secretaría General?
AB: Estoy segura de que elevará y colocará en primer plano la cuestión de género. (El secretario general de la ONU) Ban Ki-moon realmente ha hecho una diferencia al cambiar la arquitectura de género en la administración de la ONU.
También pienso que las mujeres tienen diferentes cualidades que pueden ser útiles en ciertas áreas, como la construcción de la paz y el mantenimiento de la paz. El Departamento de Apoyo en el Terreno, por ejemplo, ha cambiado en forma positiva desde que está encabezado por la subsecretaria general Susana Marcorra.
La Cepal también se ha equilibrado más en materia de género, al igual que el Banco Mundial. Pero el FMI (Fondo Monetario Internacional) realmente necesita algunas mujeres más.