DESARROLLO: Escandinavia lidera políticas por los pobres

Los países escandinavos adoptan políticas más efectivas para promover el desarrollo en naciones pobres, según la última edición del Índice de Compromiso con el Desarrollo, elaborado por el Centro para el Desarrollo Global (CGD, por sus siglas en inglés).

Suecia encabezó el índice de este año, que evalúa a 22 países donantes en cinco áreas políticas clave.

Ese país escandinavo desplazó a Holanda, que ocupó el primer lugar en cuatro de los últimos cinco estudios del CGD, pero que este año quedó en el tercero junto a Noruega. Dinamarca quedó segunda, mientras Finlandia, la cuarta nación escandinava en la lista, quedó décima. De los principales donantes que conforman el Grupo de los Siete (G-7) países más ricos, Canadá fue el que se ubicó mejor, en el puesto 11, seguido por Gran Bretaña, Alemania y Francia, todos en el lugar 12.

Estados Unidos, como ha hecho en el pasado, se colocó casi al final de la lista, en el puesto 17, seguido por Italia (18) y Japón (21), otros dos miembros del G-7.

Colectivamente, según el CGD, los países del G-7 mejoraron en la promoción del desarrollo a través de inversiones y políticas comerciales. Pero, con un par de excepciones, sus políticas sobre asistencia y migraciones fueron de las peores.
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Otros que tuvieron un mal desempeño fueron Grecia (ocupando el puesto 18 junto a Italia), Suiza (20) y Corea del Sur (22), que se sumó a la lista por primera vez.

El Índice, cada vez más influyente en la comunidad internacional de asistencia desde que fue publicado en la revista Foreign Policy en 2003, está diseñado para estimular a los donantes a que adopten políticas con más probabilidad de promover el desarrollo en una amplia gama de temas que definen sus relaciones con los países más pobres.

El estudio presentado este mes evalúa el desempeño de los donantes según siete criterios con gran impacto en el bienestar de las naciones pobres: flujo de asistencia, comercio, inversiones, migraciones, ambiente, seguridad y mantenimiento de paz, y tecnología.

Múltiples factores de diverso peso son usados para determinar la puntuación para cada criterio.

La puntuación para "ayuda", por ejemplo, es determinada no sólo por la asistencia oficial al desarrollo (ODA) del país donante como porcentaje de su producto interno bruto, sino también por cuánta de esa ODA está condicionada a la compra de sus productos por parte de los países beneficiados, las cargas burocráticas que impone a estos, cuánto estimula a sus ciudadanos para que contribuyan con organizaciones benéficas privadas que asisten al Sur, y el desempeño de la entidad que canaliza la ayuda.

En cuanto a políticas de ayuda, Suecia obtuvo la mayor puntuación, seguido de Dinamarca, Noruega, Holanda e Irlanda. Por el contrario, Japón y Corea del Sur obtuvieron las más bajas, seguidos por Grecia, Italia y Estados Unidos.

En comercio, el CGD evaluó cuán abiertos están los países donantes a las importaciones del Sur, y cuánto subsidian a sus propios productores. Australia y Nueva Zelanda (que ocuparon en la lista general los puestos séptimo y quinto respectivamente) obtuvieron las mayores puntuaciones en esta categoría, seguidos por Estados Unidos y Canadá. El peor desempeño lo mostraron Suiza y Corea del Sur, seguidos por Noruega y Japón.

En la categoría de inversiones, el CGD considera cuánto y cómo los donantes estimulan a sus ciudadanos y compañías a invertir en los países pobres de manera de promover mejor el desarrollo sostenible.

Alemania, Gran Bretaña, Francia, Holanda y España se ubicaron primeros en la lista, en parte debido a sus esfuerzos para garantizar que las inversiones de sus compañías no incurrieran en actos de corrupción. Los que tuvieron peor desempeño fueron Austria, Irlanda y Suiza, debido a restricciones o falta de incentivos a éstas.

En cuanto a políticas migratorias, el CGD evaluó factores como el flujo neto de personas de países pobres a naciones ricas, la ayuda brindada por los gobiernos receptores de refugiados y solicitantes de asilo, y la apertura a estudiantes de países pobres. Austria, Suecia y España tuvieron el mejor desempeño en esta categoría, y Corea del Sur y Japón la peor.

La puntuación por política ambiental se basó en lo que hacen los países donantes para frenar la desproporcionada explotación de recursos. Por ejemplo, reducir las emisiones de gases invernadero, causantes del recalentamiento planetario, o sus subsidios a las flotas pesqueras.

El mejor en este categoría fue Noruega, que, de todos los 22 países donantes, tuvo el más bajo nivel de emisiones de gases invernadero por persona y los más altos impuestos a la gasolina. Otros que registraron un buen desempeño fueron Finlandia, Dinamarca, Francia y Gran Bretaña. Corea del Sur fue el peor, seguido por Canadá, Estados Unidos, Japón y Australia.

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