América Latina y el Caribe avanzaron en sus indicadores de desarrollo humano antes del inicio de la recesión económica global, pero esa crisis amenaza con nuevos retrocesos, constató este lunes el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En el Informe sobre Desarrollo Humano 2009 – "Superando barreras: Movilidad y desarrollo humanos", presentado este lunes en la residencia presidencial de Los Pinos en la capital mexicana, se destaca que naciones como México, Colombia, Perú y Venezuela mejoraron sus posiciones respecto a ediciones anteriores de este reporte que se publica desde 1990.
El conjunto de la región recibió una medición de 0,821 en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que elabora el PNUD, y según el cual las naciones con muy alto desarrollo tienen una puntuación igual o mayor a 0,9, las de desarrollo alto de 0,8 hasta 0,9, las de desarrollo medio entre 0,5 y 0,8, y las de desarrollo bajo se sitúan en menos de 0,5.
El IDH determina los avances en tres dimensiones: "una vida larga y saludable, medida por la esperanza de vida al nacer; el conocimiento, medido por la tasa de alfabetización de adultos y la tasa bruta combinada de matriculación en enseñanza primaria, secundaria y terciaria; y el nivel de vida digno, medido por el producto interno bruto (PIB) por persona", explica el PNUD.
Pero la información estadística recolectada es anterior a 2007, y por tanto no registra el impacto de la crisis económica que estalló el año pasado.
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México, por ejemplo, pasó del puesto 54 al 53, con un IDH de 0,854, gracias a su desempeño en el combate a la pobreza y la disminución de la mortalidad materno-infantil. En 2000, este país de más de 107 millones de habitantes tenía un IDH de 0,818.
"Se debe esta subida a mayores ingresos promedio y una mejora en la alfabetización de los adultos y adultas de México. El país está 10 puestos por encima en su promedio de esperanza de vida y 20 puestos por encima en materia de desnutrición de menores de cinco años", manifestó en la presentación del informe el representante residente de PNUD en México, Magdy Martínez.
A pesar de las mejoras, esta nación norteamericana exhibe rezagos en cuanto a igualdad de género, específicamente en la esperanza de vida, la alfabetización, la escolaridad de las niñas y la representación política de las mujeres.
El avance "quiere decir que las políticas públicas orientadas al desarrollo humano son las correctas y han funcionado en condiciones de estabilidad. Ello indica que la ruta que seguimos en materia de política social, en condiciones iguales, es la política social correcta", señaló el presidente Felipe Calderón, en el acto público de este lunes.
En la región, Chile es el mejor situado, con 0,878, si bien retrocedió un puesto, y Haití, el país más pobre del continente americano, es el peor ubicado, con 0,532.
Venezuela se ubicó en el lugar 58, tras haber escalado cuatro lugares, y Colombia y Perú en las posiciones 77 y 78, con avances de cinco posiciones cada uno respecto de 206, registraron mejoras en el ingreso, la esperanza de vida y la educación.
En el listado de 182 países incluidos en esta versión, Noruega, Australia e Islandia ocupan los tres primeros lugares en ese orden mientras los tres últimos son para Sierra Leona, Afganistán y Níger.
El estudio, dedicado este año al fenómeno de las migraciones, establece que casi 1.000 millones de personas migran en el mundo, 740 millones dentro de las fronteras de sus territorios y 200 millones son emigrantes internacionales. Pero menos de 70 millones se trasladaron desde un país en desarrollo a una nación industrializada.
La recesión económica en el Norte rico desalienta la inmigración hacia esos destinos por la falta de empleo, si bien las naciones industriales buscan también formas de impedir el ingreso de inmigrantes.
En sitios como México, se ha invertido en algunos casos el flujo de remesas, y algunas familias de emigrantes envían dinero a Estados Unidos para que sus parientes permanezcan en esa nación vecina.
El Fondo Monetario Internacional reportó este fin de semana que México es una de las economías con más dificultades para salir de la crisis, con una contracción este año de 7,3 por ciento del PIB, la mayor de América Latina. Brasil, en el otro extremo, es el que más velozmente supera la recesión.
"Esos mercados se han visto afectados por distintas vías y con distintos grados de gravedad. En Estados Unidos, el país receptor y usuario de mano de obra, lo que ha pasado es que se han cerrado muchos nichos del mercado laboral, sobre todo en los sectores más afectados por la crisis, como la construcción", dijo a IPS el académico Manuel Castillo, de El Colegio de México.
Cada año, unas 500.000 personas se mueven desde México hacia Estados Unidos, donde viven entre 10 y 12 millones de personas de origen latinoamericano, buena parte de ellas sin permiso de residencia.
En el mundo, los emigrantes envían cada año unos 300.000 millones de dólares a sus familiares en sus países de origen. En 2007, la suma de remesas cuadruplicó el total de los recursos destinados a la ayuda al desarrollo, según el documento del PNUD.
México lideró la recepción de remesas en la región en 2007, con 27.144 millones de dólares, seguido por Colombia, con 4.523 millones.
En el primer semestre de este año, México captó 12.912 millones de dólares en remesas, pese a que este año este sector caerá en 11 por ciento por el impacto de la crisis, según previsiones oficiales.
Setenta por ciento de los emigrantes latinoamericanos se dirigen a Estados Unidos y Canadá, mientras que los emigrantes de otras zonas del mundo lo hacen de forma intrarregional, indicó el PNUD. Además, en América Latina y el Caribe 13 por ciento de los emigrantes se desplazan dentro de la región y 10,3 por ciento parten a Europa.
"No podríamos abordar el tema de las migraciones en América Latina sin indicar que entre la región y los Estados Unidos se da el flujo migratorio más importante del mundo, en el que la mayoría de los migrantes no han sido autorizados. Premiar con la regularización a los migrantes que se la ganen con su esfuerzo y buen hacer, parece ser la única política razonable", sostuvo Martínez.
Calderón reconoció el viernes que, durante su gobierno y a raíz de la crisis, la población que no tiene lo suficiente para alimentarse pasó de 14 millones a 20 millones de personas en este país. Datos oficiales de 2006 indicaban que 46 por ciento de los mexicanos eran pobres, una proporción que podría ampliarse en 10 puntos porcentuales, según algunos especialistas.
"Lo que podemos ver es que el mercado va a generar aperturas laborales y la migración se podría reiniciar, a pesar del endurecimiento de la política migratoria estadounidense. Si la economía estadounidense se levanta, va a haber empleo y si hay empleo, la gente se va a ir, aunque con costos muy altos", analizó Castillo.
Como lo reconoce el documento del PNUD, quienes emigran de México no son los más pobres, sino quienes cuentan con al menos algunos recursos para hacerlo y con una red social de apoyo tanto en sus comunidades de origen como en el país vecino. Las políticas migratorias de los países de destino, señala el reporte, favorecen a los estratos de población más educados y con mayores ingresos.
"No todos los que migran salen favorecidos. Aquellos que deben migrar para escapar de situaciones de inseguridad o aquellos que son sujetos del tráfico de personas pueden sufrir grandes pérdidas al tratar de moverse", advirtió el especialista Francisco Rodríguez, que dirigió la investigación del informe.