Un grupo interreligioso de Estados Unidos lanzó la campaña «Seis días», destinada a promover la aprobación en el Senado de una legislación contra el cambio climático.
La coalición espera lograr un importante apoyo entre personas religiosas en la población estadounidense.
La campaña "está realmente concentrada en la educación, en la motivación y en la inspiración", destacó Katie Paris, directora de programas de la organización Fe en la Vida Pública.
El sitio web de la campaña está diseñado para persuadir a los jóvenes religiosos de que apoyen legislaciones contra el cambio climático, como la propuesta ley Kerry-Boxer de asistencia a las naciones del Sur en desarrollo para adaptarse al recalentamiento planetario.
"La adaptación está realmente enfocada en aquellos que son sacudidos más y primero: los más pobres de los pobres, los que han contribuido menos a este problema", dijo Paris.
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La campaña citó un reciente estudio del Banco Mundial según el cual entre 70 y 80 por ciento de los costos financieros del cambio climático serán pagados por los países en desarrollo, responsables de apenas 20 por ciento de los llamados "gases invernadero", causantes del recalentamiento planetario.
"Ya estamos viendo cómo el cambio climático afecta la vida de aquellos que servimos", dijo el director de políticas de la organización Servicios Católicos de Asistencia, Bill O'Keefe. "Hemos revisado todo el portafolio de proyectos desde hace un año y descubrimos que ya hemos invertido 60 millones de dólares en ayuda ante desastres" relacionados con el recalentamiento planetario, indicó.
"Las buenas noticias", añadió, "si es que hay algunas, es que ya sabemos cómo encarar la situación, pero se necesitan recursos a un grado que sólo los gobiernos pueden proveer".
Representantes de "Seis días" se reunieron en septiembre con el senador John Kerry, del gobernante Partido Demócrata, para discutir sus preocupaciones.
El nombre de la campaña alude al sexto día de la semana en que, según el relato bíblico del Génesis, Dios hizo al hombre, a quien designó "administrador de la Creación".
"En el sexto día fuimos hecho a imagen de Dios y se nos dio la responsabilidad de cuidar de la Tierra y de cada uno de nosotros. Hoy debemos cumplir ese encargo", se lee en la página web de la campaña.
Detener el cambio climático se ha convertido en los últimos años en un importante interés de varios grupos religiosos en Washington.
El lanzamiento de la campaña es el último de una serie de esfuerzos para influenciar a los políticos de Washington antes de la 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se realizará del 7 al 18 de diciembre en Copenhague.
En Washington hay ambiente propicio para una revisión total de la política climática, sobre todo luego de que el presidente Barack Obama firmara el lunes una orden ejecutiva ordenando a las agencias federales a que controlaran sus emisiones de gases invernadero y fijaran metas para reducirlas de aquí a 2020.
El proyecto de ley Kerry-Boxer podría marcar un hito en la política ambiental. Si es aprobado, obligaría una reducción de emisiones de 20 por ciento para 2020 respecto de los niveles de 2005.
Las iniciativas de adaptación reciben poca atención, y por lo general son eclipsadas por temas de mayor escala o de más alto perfil como innovación tecnológica y programas de creación de empleos.
"El juego ha comenzado, y nosotros estamos en él, y nadie va a hablar de adaptación si nosotros no lo hacemos", dijo el director ejecutivo de la Coalición sobre Ambiente y Vida Judía, Rabbi Steve Gutow.
"Estoy aquí para pedir en nombre de Dios que esos líderes que dan forma a las legislaciones sobre cambio climático incluyan una importante financiación para los programas de adaptación, con el fin de permitirle a los pobres hacer innovaciones para salvar su subsistencia y su vida", afirmó.
"Hasta ahora, en el debate ha habido más atención a los osos polares que a las personas", dijo O'Keefe. "Estados Unidos no demuestra suficiente esfuerzo para ayudar a las personas más pobres en los países más pobres", agregó. Los compromisos internos son vistos como pasos cruciales para lograr apoyo a nivel mundial.
El proyecto Kerry-Boxer ahora es analizado en un comité parlamentario. Sus impulsores no están seguros de obtener los votos necesarios en el Senado antes de fines de este año.
Los esfuerzos concertados del lobby industrial por lo general obstaculizan ese tipo de iniciativas.
Muchos influyentes líderes religiosos, incluyendo el papa Benedicto XVI, han expresado su apoyo a los esfuerzos para frenar el cambio climático. En Estados Unidos, los grupos de fe han sido base principal de los debates sobre legislaciones ambientales.
En la campaña participan las organizaciones Red Ambiental Evangélica, los Servicios Católicos de Asistencia, la Coalición sobre Ambiente y Vida Judía, el Consejo Judío para Asuntos Públicos, Poder y Luz Interreligiosa, y Fe en la Vida Pública.
