ARQUITECTURA-ALEMANIA: Polémica reconstrucción del pasado

La reconstrucción de algunos sitios históricos de Berlín, destruidos durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) o por el régimen comunista de la antigua Alemania oriental, generó una nueva discusión sobre el pasado de este país europeo, y su futuro.

El programa de restauración dará un gran paso este sábado con la reapertura del Neues Museum (Nuevo Museo). Más polémica será la planeada recuperación para 2015 del Palacio de la Ciudad, otrora sede de los monarcas prusianos.

El parlamento autorizó la reconstrucción del Palacio en 2007, después de años de debate. A la iniciativa se opusieron historiadores y arquitectos, que consideraban el edificio un símbolo del carácter dictatorial e imperial de la antigua Prusia, así como de su bélica megalomanía.

Fue justamente por esto que el régimen comunista de la República Democrática Alemana demolió el edificio en 1950. En su lugar se construyó el Palacio de la República, que sirvió como sede del gobierno central.

Pero, con la caída del Muro de Berlín en 1989 y la reunificación alemana, el nuevo gobierno nacional, dominado por alemanes occidentales, ordenó también derribar el Palacio de la República arguyendo que estaba contaminado con asbesto. Desde la demolición, la zona ha sido un área verde.
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El nuevo Palacio de la Ciudad albergará al Foro Humboldt, un nuevo centro de investigación y exposiciones sobre paz y diálogo intercultural. Será reconstruido en el lugar original, en el corazón de la Isla del Museo, ubicada sobre el río Spree, en el centro de la capital alemana. El nuevo edificio será una copia también de la fachada original, pero el interior será modernizado.

El Foro Humboldt es un intento de redimir al Palacio de su pasado, y convertirlo en una contribución moderna alemana al intercambio pacífico de ideas.

En una ceremonia celebrada en el lugar en julio, el presidente federal Horst Koehler dijo que el Foro sería "un hogar único para las culturas no europeas del mundo".

"Aquí, en el corazón de Alemania, no estaremos presentes nosotros ni nuestra cultura, sino la de otros continentes", afirmó Koehler. "Esas culturas encontrarán aquí un lugar para interactuar entre sí con las culturas europea y alemana. Pero seguirán siendo auténticas, y no se harán parte de una cultura mundial unificada", añadió.

El director de la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano, Hermann Parzinger, que coordina el funcionamiento y al conservación de los edificios y museos históricos de Berlín, afirmó que el Foro Humboldt será "una magnífica oportunidad para crear algo nuevo en la cultura y en la investigación mundiales".

Parzinger dijo a IPS que el Foro tendrá "un museo, una biblioteca, investigación, educación y exposiciones, con nuevos medios electrónicos como instrumentos centrales".

Además, destacó que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoció a la Isla del Museo de Berlín como patrimonio de la humanidad. "Este honor determina el carácter de la restauración y de la conservación de edificios, a pesar de toda la modernización que uno pueda realizar".

La meta era concluir en 2015 las obras de reconstrucción del Palacio de la Ciudad, pero los planes sufrieron un revés. El contrato del arquitecto italiano Franco Stella fue cancelado la semana pasada porque no cumplía con las condiciones necesarias. El gobierno apeló contra esa decisión.

Esto le dio nuevo impulso a los oponentes de la restauración. Quieren que el presupuesto de 552 millones de euros (780 millones de dólares) sea usado para la renovación de escuelas y universidades.

Un grupo denominado "Cancelen el castillo" tiene previsto realizar una manifestación este sábado en el sitio del Palacio. Los activistas señalaron que el lugar "simboliza el poder erigido: primero el prusiano, luego las autoridades soviéticas". "Ahora un pequeño pero poderoso grupo empresarial quiere reinstalar allí otro símbolo de poder", añadieron en un comunicado.

El Neues Museum que es inaugurado esta semana tampoco está libre de controversia.

Originalmente construido en la década de 1840 durante el auge de la monarquía prusiana, a sugerencia del naturalista y explorador Alexander von Humboldt, ha sido hogar de antiguas colecciones, especialmente de Egipto.

Una de las más preciosas piezas de exposición es el busto de la reina egipcia Nefertiti. Su colección de papiros egipcios es también renombrada.

Pero nadie en Alemania cuestiona el derecho del museo a tener estos tesoros culturales egipcios. El problema es con las obras de arte y otros objetos preciados que el régimen nazi robó a sus legítimos propietarios, la mayoría judíos, y hoy se encuentran allí. Parzinger ha rechazado por ahora todo reclamo de devolución.

La Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano ha hecho una "exhaustiva investigación sobre la restitución (de algunas piezas), y concluyó que las condiciones no están cumplidas para realizar una devolución de los tesoros a los herederos de los antiguos propietarios", dijo Parzinger. "Si en el futuro hay nueva documentación disponible que apoye los reclamos de restauración, deberemos devolver las piezas", añadió.

El Neues Museum será oficialmente reinaugurado este sábado, después de dos días de ingreso libre para el público.

El edificio fue severamente dañado durante la Segunda Guerra Mundial, y permaneció en ruinas. Casi colapsó a fines de los 80. Ahora, después de más de 20 años de reconstrucción, está listo para recibir unos estimados cinco millones de visitantes al año.

Parzinger informó que la restauración del centro histórico de Berlín continuará hasta 2028.

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