Venezuela decomisa cada vez más droga en tránsito por su territorio y mantiene una «cooperación operativa» con Estados Unidos en la materia, pero a cambio recibe descertificaciones y negativas a vender equipos para sus fuerzas militares y policiales, deploró el director de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), Néstor Reverol.
El gobierno de Estados Unidos probablemente no certificará a Venezuela como un país que colabora lo suficiente, cuando presente su informe anual sobre lucha antidrogas el 15 de este mes, dijo a corresponsales el funcionario venezolano.
"Quizá tampoco nos descertifiquen, porque entonces el Congreso (legislativo estadounidense) no podría entregar recursos a organizaciones no gubernamentales (ONG) que desestabilizan al país", comentó Reverol.
El gobierno venezolano de Hugo Chávez acusa a varias ONG que trabajan sobre derechos políticos y sociales de seguir instrucciones de Washington con fines desestabilizadores.
Venezuela, según su gobierno, no es un país productor o de cultivo de drogas sino de tránsito, "pues tenemos de vecino al mayor productor de cocaína (Colombia) y en frente al mayor consumidor (Estados Unidos)", señaló Reverol.
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Por eso, reivindicó como éxito la creciente incautación de droga, que en 2000 fue de 30,2 toneladas, en 2002 de 39,4, en 2004 de 43,2, en 2006 de 60,6 y en 2008 de 54,6 toneladas, de las cuales 33,6 fueron de cocaína y el resto de marihuana.
En lo que va de este año se han incautado 23,4 toneladas de marihuana y 20,7 de cocaína, añadió Reverol, quien agregó que se han detenido, por delitos relacionados con drogas, 4.491 personas, casi 400 de ellas extranjeras, 272 de las cuales son de Colombia.
Cuando IPS le pidió un estimado del volumen de droga que efectivamente transita por Venezuela, Reverol se negó a suministrar lo que llamó "cifras de techo", pues "quienes hacen esos cálculos entre droga incautada y droga que transita generalmente miran al techo y dicen cualquier cifra que les parece".
Según sus números, Colombia produjo el año pasado 438 toneladas de cocaína, de las que sólo 10 por ciento se exportó por vía terrestre, mientras que buena parte viaja por corredores aéreos y marítimos del océano Pacífico oriental y el Caribe occidental hacia destinos como América del Norte, lejos de las rutas venezolanas.
Pero Mildred Camero, ex directora de la ONA, tiene otra opinión. Estima que por Venezuela pueden transitar hasta 300 toneladas de droga anualmente.
Autoridades estadounidenses "han estimado en 250 toneladas la droga que transitaría anualmente por nuestro país y la cifra puede ser conservadora pues por ejemplo algunos de esos informes no consideran datos como que el año pasado 70 por ciento de los alijos decomisados en España habían partido de Venezuela", dijo Camero a la prensa local.
Un estudio encargado por el Senado estadounidense a la oficina del Congreso para control al gobierno (GAO, por sus siglas en inglés) ofreció en julio cifras alarmantes y pidió revisar las relaciones con Venezuela.
Según ese informe, la cocaína producida en Colombia y exportada desde Venezuela "se ha más que cuadruplicado en cuatro años, pasando de 60 toneladas anuales a 260".
También indicó que en 2007 las agencias de seguridad estadounidenses detectaron 178 vuelos originados en Venezuela en los que se sospechaba o comprobó el transporte de drogas, en comparación con 109 localizados en 2004.
Entre enero y mayo de 2009 se encontraron en Honduras seis avionetas con falsas siglas venezolanas que transportaban drogas o presentaban rastros de haberlo hecho, y en dos de ellas el cargamento hallado era de una tonelada y media de cocaína.
Pero la otra cara de la moneda es que Venezuela ha autorizado el abordaje de buques con su bandera por guardacostas de Estados Unidos en aguas internacionales para la revisión e incautación de droga, y en sus costas ha detenido embarcaciones con cargas de estupefacientes tras indicaciones o a pedido de autoridades estadounidenses.
También "en los últimos años hemos detenido a 33 jefes de organizaciones que traficaban drogas y los hemos deportado a Colombia, Estados Unidos u otros países", dijo Reverol, lo cual muestra que se mantiene una "cooperación operativa" con Washington.
Ello a pesar de que en 2005 Venezuela cerró la oficina que en la propia sede de la ONA mantenía la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), tras rechazar las prácticas de entregas controladas de droga y acusar a los funcionarios estadounidenses de realizar labores de espionaje al margen de la lucha antinarcóticos.
Richard Lugar, el legislador del Partido Republicano más influyente en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, expresó en julio su "preocupación por la negativa de Venezuela a cooperar" con el país norteamericano, lo cual atribuyó a "la corrupción existen te" en esferas gubernamentales y de las fuerzas antidrogas venezolanas.
"La DEA hacía las llamadas entregas vigiladas de droga (prohibidas por la legislación venezolana) y luego no nos entregaba informe alguno que permitiera desmantelar las organizaciones delictivas", señaló Reverol.
Sin embargo, la DEA mantiene dos de sus funcionarios en la embajada estadounidense en Caracas y a ellos se dirige la ONA para procesar puntualmente alguna información.
Por otra parte, Reverol dijo que Washington "se llevó sin explicaciones tres radares que tenía en Venezuela y debimos comprar 10 a China, y vetó la compra de aviones Supertucanos de reconocimiento a Brasil, pues tenían aviónica norteamericana, y en su lugar debimos comprar aparatos K8 a China".
Otros equipos "como escáner para identificación de droga por parte de las policías, o de revisión de personas y contenedores en puertos y aeropuertos, hemos debido adquirirlos en Europa porque Estados Unidos no nos los quiere vender", señaló Reverol.
Entonces, como anticipándose al informe del día 15, se preguntó "¿quién es el que no colabora en esta lucha antidrogas?"
