ECONOMÍA-AMÉRICA LATINA: «El desafío es la cooperación regional»

El volumen del comercio de América Latina y el Caribe caerá 13 por ciento este año, proyectó este martes la Cepal. El chileno Osvaldo Rosales, director de la División de Comercio Internacional e Integración de esta agencia, amplió el preocupante escenario.

Osvaldo Rosales Crédito: Daniela Estrada/IPS
Osvaldo Rosales Crédito: Daniela Estrada/IPS
Las exportaciones de la región caerán 11 por ciento, el peor resultado desde 1937, y las importaciones lo harán en 14 por ciento, contracción no vista desde 1982, detalla el Panorama de la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe 2008-2009 de la Cepal, titulado "Crisis y espacios de cooperación internacional".

Asimismo, este año la inversión extranjera directa descenderá entre 35 y 45 por ciento, las remesas de dinero enviadas por los emigrantes entre cinco y 10 por ciento y el valor de las exportaciones en 25 por ciento.

Pero hay signos de recuperación, dice con alivio el funcionario de Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), quien tiene como antecedente haber sido director general de Relaciones Económicas Internacionales de Chile y, como tal, jefe negociador de los tratados de libre comercio que este país firmó en los últimos años.

IPS: ¿Lo peor de la crisis ya pasó para América Latina?

OSVALDO ROSALES: Desde el punto de vista del comercio internacional, da la impresión de que efectivamente lo peor pasó. Ya hay una recuperación de precios en el segundo trimestre de este año, que continúa en el tercer trimestre, en materia de petróleo, cinc, trigo, cobre y soja.
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Los precios agrícolas también están aumentando levemente y las estimaciones muestran que lo más probable es que a fin de año el precio del café, del algodón, de la soja y del trigo tengan variaciones positivas. Hay también algunos volúmenes que se están recuperando en materia de minería en relación con el comercio con China.

Todo ello indica que es altamente probable que la caída drástica de comercio que hubo en el último trimestre de 2008 y en el primer semestre de 2009 haya encontrado un plató y a partir de ahí tengamos una recuperación.

IPS: ¿Qué niveles de recuperación proyecta la Cepal para 2010?

OR: La OMC (Organización Mundial del Comercio) tiene una visión global respecto del comercio internacional en torno a una recuperación de sólo uno por ciento del volumen. La Cepal es ligeramente más optimista respecto de la variación de las exportaciones de la región, tanto en volumen como en valor.

IPS: El informe presentado este martes indica que en esta crisis el comercio entre países en la región no ha tenido el efecto contracíclico que tuvo en otras coyunturas económicas. ¿A qué se debe esto?

OR: A que no disponemos de mecanismos de financiamiento "ad hoc" para preservar los niveles de comercio intrarregional.

Cuando sobreviene la crisis global, después de la quiebra de Lehman Brothers (la firma de inversiones estadounidense), la economía mundial ingresa en un sendero de insospechada incertidumbre, en el que virtualmente colapsa el crédito de todo tipo y en particular el que financia el comercio internacional.

Eso acentúa la caída en los volúmenes de comercio de exportaciones e importaciones.

Creo que ahí hay un espacio notable para que la cooperación regional pueda actuar, haciendo converger las líneas de financiamiento de las agencias existentes, como el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), la CAF (Corporación Andina de Comercio) y el Banco del Sur, cuando esté operativo, y los bancos de desarrollo como el BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social) de Brasil y otros.

IPS: La cooperación Sur-Sur, con países como China, India, Rusia y Sudáfrica, aparece como uno de los ejes de desarrollo futuro de la región. ¿De qué manera se puede incentivar la relación comercial con esas economías?

OR: Dentro del comercio Sur-Sur, la relación más fuerte se da entre América Latina y Asia Pacífico. Todavía Rusia e India son actores marginales en la región. Esto no significa que haya que descuidarlos, pero en la coyuntura actual el dato básico es ojala establecer una postula colectiva para definir una aproximación estratégica con China y Asia Pacífico.

China es un mercado de destino cada vez más relevante para las exportaciones de la región y es un gran proveedor, sin embargo la región no parece estar dando los pasos necesarios para aprovechar esa circunstancia.

Eso significa repensar el comercio, las inversiones y a partir de ahí, por ejemplo, examinar hasta qué punto la propia integración regional podría incentivar la llegada de capitales chinos, singapurenses y coreanos para invertir en obras de infraestructura, energía, telecomunicaciones, que permitan un comercio más fluido y a menor costo con esa zona y también mayor espacio para el propio comercio intrarregional.

IPS: En su informe, la Cepal reconoce que los países latinoamericanos han adoptado medidas proteccionistas para enfrentar la crisis económica, pero destaca que éstas han sido mínimas comparadas con las aplicadas por los países desarrollados…

OR: Cuando uno examina el conjunto de medidas adoptadas por los países en el marco de la crisis uno encuentra que hay un desbalance notable entre aquellas aplicadas por las economías industrializadas, principalmente Estados Unidos y Europa, y lo que ha hecho la región.

En las economías industrializadas tenemos una reintroducción de los subsidios a las exportaciones lácteas, un incremento de 22 por ciento en el caso estadounidense de los apoyos domésticos distorsionantes en materia agrícola y la aplicación de masivos programas de rescate de la industria automotriz y del sector financiero, que también pueden terminar siendo medidas proteccionistas si son discriminatorias respecto de otros socios.

Y da la impresión de que sí van en esa dirección.

Si a eso agregamos la cláusula "Buy American", aún incluyendo las restricciones que puso el presidente (estadounidense Barack) Obama para evitar una discriminación más acentuada, la impresión que queda es que, más allá del discurso, las economías industrializadas han invertido ingentes recursos en medidas que terminan siendo un obstáculo al comercio.

La región no dispone de una chequera fiscal de esa magnitud y por lo tanto, frente a la magnitud de la crisis y el efecto eventual sobre la balanza de pagos que esto podría gestar, los países han acudido a medidas de frontera que al parecer en la mayoría de los casos son transitorias.

La lectura es que la región ha dado muestras de madurez para enfrentar una crisis que en términos de comercio ha sido bastante drástica.

IPS: La Cepal también propone una postura regional en materia de cambio climático. ¿Cuál es la importancia de ello?

OR: Si no hay un acuerdo multilateral al respecto, lo más probable es que los países más grandes terminen imponiendo políticas unilaterales que van a marcar la cancha para la economía mundial.

Se observa una tendencia triple en la economía industrializada en materia de comercio y cambio climático: establecimiento de subsidios a producciones menos intensivas en carbono, introducción de "castigos" a los productos que lleguen a esos mercados del resto del mundo que no hayan hecho esfuerzos parecidos en términos de reducción de electricidad de carbono por unidad de producto y una combinación de políticas públicas y privadas dirigidas al etiquetado que muestre la "trazabilidad" del carbono.

La suma de estas tres políticas puede definir un escenario mucho más exigente respecto del ingreso de nuestros productos de exportación a los mercados industrializados.

Ya empiezan a darse algunas señales bastante preocupantes, en particular con un subsidio específico a las energías renovables en el caso forestal norteamericano, que ha sido denunciado por los productores chilenos.

Las empresas forestales estadounidenses reciben un subsidio por elaborar pulpa de celulosa con licor negro, un subproducto de la celulosa.

Durante el primer semestre, las compañías que cotizan en Bolsa recibieron 2.800 millones de dólares en subsidio. Si se agregan las empresas cerradas, éste puede superar los 4.000 millones de dólares el primer semestre y en el año puede oscilar entre 6.000 y 9.000 millones de dólares. Mientras que el total de las exportaciones chilenas de celulosa son 2.600 millones de dólares al año.

Esto podría desbalancear el terreno competitivo de manera abismal y, por lo tanto, es fundamental que la región incorpore este tema en su agenda y siga un acuerdo regional de postura unificada para ir a conversar en diciembre en Copenhague (donde se realizará la 15 Conferencia de las Partes de la Convención en busca de tratado mundial vinculante para la reducción de emisiones superador del Protocolo de Kyoto).

En caso contrario, la región se va a enterar por la prensa que viene un nuevo rayado de cancha que va a afectar severamente las posibilidades de crecimiento y desarrollo exportador.

IPS: La Cepal también insiste en que los países deben avanzar en innovación. ¿De qué manera la cooperación regional puede contribuir a esto?

OR: Esa es una muy buena pregunta. Hoy la economía mundial está impactada por la confluencia de tres grandes ondas de innovación tecnológica: la revolución digital, la biotecnología y los nuevos materiales.

Lo novedoso es que estas tres ondas convergen y generan sinergias que van a impactar toda la base productiva y comercial.

Esto quiere decir que hay un tema de escala que es muy fundamental. Muchos países de la región probablemente no están en condiciones de generar la masa crítica necesaria para ser competitivos en estos ámbitos.

Pero si coordinamos y vinculamos nuestras masas críticas domésticas, a nivel de profesionales destacados, estaríamos en mejores condiciones de llevar a cabo proyectos con impacto regional y hasta global y con ello atraer inversión directa extranjera intensiva en tecnología.

IPS: ¿Cuáles son los desafíos que tiene la región para salir de la crisis y retomar la senda del crecimiento?

OR: Un desafío importante es incorporar en la agenda un mayor componente de cooperación regional para enfrentar en diversos temas: cambio climático, innovación, mejoramiento de la infraestructura, no sólo para comunicarnos entre nosotros sino con el resto del mundo.

Es importante sumar esfuerzos, ampliar la escala, cooperar. Eso es válido en cualquier contexto y más en este momento de crisis económica.

En segundo lugar, el respaldo que puedan dar los gobiernos al comercio intrarregional debiera reflejarse también en líneas de financiamiento estables que permitan que en la eventualidad de una crisis se puedan evitar caídas tan profundas como las actuales.

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