PALESTINA: Si no hay cemento, bueno es el adobe

Jihad el-Shaar está orgulloso de su casa de adobe del distrito de Moraj, en el territorio palestino de Gaza. Barro y paja fueron suficientes para construir la vivienda de una planta de 80 metros cuadrados con dos habitaciones, cocina pequeña, baño y salón.

"Mi esposa, mis cuatro hijas y yo vivíamos con unos parientes, pero estábamos hacinados. Era insostenible. Necesitábamos tener nuestra casa", señaló Shaar. "Estuvimos dos años esperando el cemento, pero no se consigue" por el severo sitio impuesto por Israel sobre ese territorio palestino.

¿Qué íbamos a hacer, esperar eternamente?". Fue entonces cuando decidió usar adobe.

La técnica era empleada por los palestinos para construir estructuras como hornos de pan o corrales para animales, pero hasta ahora no se usaba para viviendas. Jihad el-Shaar copió la idea de un viaje que hizo por Asia y Medio Oriente.

"Fui a Bangladesh, India, Yemen y Turquía, entre otros países, y vi que esa técnica se empleaba mucho para construir casas. Lo único que se necesita es arcilla, arena y un poco de paja", explicó.
[related_articles]
Esos materiales mezclados con agua forman una pasta que se vuelca en moldes de ladrillo, se deja secar tres días al sol y ya se pueden usar para construir buenas viviendas.

Los palestinos se quejan del deterioro de la calidad de vida por el sitio decretado por Israel en enero de 2008 después de que Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica), triunfó en las elecciones legislativas dos años antes y dominó la franja de Gaza por las armas en junio del año siguiente.

Los gazatíes se ven obligados a usar aceite de cocina en automóviles, cocinar con fuego de leña y emplear carros tirados por caballos y burros para el transporte. Pero Shaar está orgulloso de su casa de adobe.

"En invierno es cálida y en verano será fresca. No tiene problema de goteras. Estas casas duran toda la vida", remarcó. "Y fue barata. Una como ésta pero de material hubiera costado unos 16.000 dólares. Sin embargo así de adobe costó sólo 3.000 dólares"..

Antes del sitio, la bolsa de cemento costaba unos cinco dólares, pero ahora es uno de los tantos productos prohibidos. Lo que llega por los túneles subterráneos entre Egipto y Gaza cuesta 10 veces más que antes.

Con los 3.000 dólares Shaar compró paja, que usó como aglutinador para fabricar los ladrillos, y varillas de metal para sostener la estructura. El precio de éstas se cuadriplicó ahora, lo que encarece una técnica de construcción que podría ser mucho más barata.

La paja abunda, pero el sitio obliga a usarla como forraje, la hace más preciada y la encarece. La arcilla y la arena son fáciles de encontrar en toda la franja de Gaza, pero hay que transportarlas hasta el lugar de la construcción.

Aun así, las casas de adobe que Shaar diseñó y enseñó a otros a construir, siguen siendo una solución mucho más práctica e inmediata que las de material.

Nidal Eid tiene siete hijos y alquila una casa en el lado palestino de esta ciudad fronteriza desde que el ejército israelí demolió la suya hace cuatro años. Ahora se está construyendo una más grande que la de Shaar, que estima estará terminada en unas dos semanas. Su costo total será de unos 4.000 dólares.

"Será fantástica", exclamó mientras aplicaba argamasa y colocaba nuevos bloques a la estructura de unos 60 centímetros. "Hacemos unos 1.000 ladrillos cada tres días".

Eid cuenta con la ayuda de seis personas. "No podía esperar al fin del sitio. Tengo una familia y necesitamos una casa, así que me puse a construir ésta. En Gaza todo es difícil, pero hay que tratar de arreglárselas" señaló.

La casa de Jihad el-Shaar tiene varios toques creativos añadidos a la estructura.

Hay estantes incrustados que sirven para poner faroles, vajilla, vasos decorativos, libros, entre otras cosas. También hay una cama de adobe, lo que les permitió no tener que comprar una. La pared de 35 centímetros mantiene la temperatura interior agradable y las ventanas de madera abiertas con un palo permiten la entrada de aire fresco.

La idea de que hay que arreglárselas comienza a imponerse. El ministro de Vivienda y Obras Públicas, Yusef Al-Mansi, informó que su secretaría construirá una escuela, una mezquita y una clínica con escombros reciclados de los edificios bombardeados.

Sólo dos camiones con material para la construcción pudieron entrar a Gaza desde el 19 de enero, cuando terminó la Operación Plomo Fundido lanzada por Israel el 27 de diciembre, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios.

El ataque israelí con artillería pesada, bombardeos aéreos y varias incursiones de fuerzas terrestres dejó 1.400 personas muertas y más de 5.000 heridas, buena parte de ellas civiles.

En las tres semanas de combate, Israel destruyó unas 5.000 viviendas y unos 20.000 edificios.

Donantes internacionales prometieron destinar unos 4.500 millones de dólares para ayudar a reconstruir la infraestructura dañada, pero Israel no ha permitido el ingreso de materiales a Gaza.

"Desde que construí mi casa, me han llamado muchas personas, en especial de Rafah, porque quieren hacerse una mediante esta técnica", relató Shaar. "Hay familias enteras viviendo en tiendas de campaña. ¿Por qué no construir viviendas como está?".

"El sitio nos obliga a encontrar otras formas de vida", sostuvo.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe