Los periodistas están cada vez más desprotegidos ante la violencia en América Latina, Medio Oriente y Asia sudoriental, según el estadounidense Comité de Protección de Periodistas.
"Las amenazas contra la libertad de prensa son mayores hoy que para la generación anterior, porque tienen el objetivo de crear un clima de miedo e intimidación", señaló Carl Bernstein al presentar el último informe de la organización con sede en Nueva York.
Bernstein, editor del diario The Washington Post, destapó junto a Bob Woodward el escándalo de Watergate en los años 70, cuyo punto culminante fue la renuncia del entonces presidente Richard Nixon (1969-1974).
El periodista declaró esta semana que la violencia contra los periodistas "se volvió cada vez más rutinaria, porque es una forma efectiva de frenar su labor bajo las circunstancias más horribles".
El año pasado, al menos 41 periodistas fueron asesinados. Más de 100 están presos, según el informe "Ataque contra la prensa 2008", de 341 páginas.
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"Una prensa libre y enérgica estuvo a la vanguardia de los logros en materia de derechos humanos en los últimos 30 a 40 años, en su lucha por obtener la mejor versión posible de la verdad", apuntó.
"Las acciones y los actores más depravados instauraron ahora cierto tipo de extremismo en su intento por ocultar la verdad", remarcó Bernstein el lunes, en conferencia de prensa realizada en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El presidente del CPJ, Paul Steiger, coincidió con Bernstein, aunque señaló que hubo "ciertos avances". La cantidad de periodistas asesinados se redujo de forma significativa, en primer lugar por una reducción de las muertes registradas en Iraq, por lejos el país más peligroso para este trabajo.
En los últimos dos años, 70 por ciento de las muertes fueron homicidios deliberados, según el informe del CPJ.
En una carta dirigida al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Steiger pidió la colaboración de Washington para defender el derecho de los periodistas a realizar su labor sin que les disparen, los golpeen o los encarcelen.
"En los últimos años, ese apoyo decayó al más alto nivel", remarcó. "Es hora de reafirmar ese principio e investigar la muerte de periodistas asesinados por efectivos estadounidenses y terminar con la prolongada detención de profesionales en Iraq."
Por su parte, el director ejecutivo del CPJ, Joel Simon, consideró que la "guerra contra el terrorismo" tuvo un impacto "devastador" sobre la prensa, y añadió que se sintió consternado porque el ejército de Estados Unidos mató a 16 periodistas en Iraq el año pasado.
Simon también cuestionó el comportamiento del gobierno chino y señaló que Beijing, nervioso a raíz de la presión internacional, la emprendió contra los periodistas.
"La tecnología le cambió el rostro al periodismo. Los gobiernos ahora se interesan más por las profesiones que usan Internet", apuntó. "En Medio Oriente se suprimen las noticias difundidas vía satélite."
En Rusia y Georgia, las autoridades asumieron el control de las ondas de radio a fin de reunir apoyo para las acciones militares, señaló Simon.
Los mensajes de texto por teléfono celular son hoy una herramienta fundamental para los periodistas africanos, pero los "chicos malos" también usan la tecnología para amenazarlos, añadió.
Consultado sobre el papel de los periodistas estadounidenses, Steiger recordó que el CPJ, fundado por corresponsales extranjeros de este país en 1981, encabeza desde entonces la lucha por la libertad de prensa.
"Pueden justificarse algunas críticas a la labor de la prensa estadounidense en el periodo anterior a la guerra de Iraq", lanzada en 2003, señaló. "Pero desde entonces, hubo una gran cobertura que comprendió a todos los involucrados y fue muy agresiva."
Bernstein añadió que la cobertura periodística de muchas de las políticas controvertidas de George W. Bush fue "fabulosa". Su gobierno mantuvo muchos hechos en el más absoluto secreto, pero casi todo lo que se supo fue por investigaciones periodísticas y no por acciones del Congreso legislativo, por ejemplo.
Fue "algo terrible" limitar la labor periodística en las zonas de guerra a aquellos profesionales que se integraban a los batallones, señaló Steiger.
"Las restricciones atentan contra el derecho a saber del público", declaró a los periodistas. "Las limitaciones impuestas por Israel a los periodistas de Gaza, aduciendo problemas de seguridad, es una excusa cuando ellos mismos están dispuestos a correr los riesgos".
Simon señaló que en Birmania, China, Cuba, Tailandia y Vietnam fue dónde más se reprimió el uso de Internet. Según él, la prensa independiente en Irán "desapareció". Teherán "reprime mucho a los periodistas", aseguró.
Interrogado sobre la libertad de prensa en Rusia, Simon señaló que la situación fue "muy difícil y violenta" el año pasado, y relató que un cuarto periodista de Novaya Gazeta fue asesinado. "Ese fue un mensaje para el periódico", añadió.
La discusión "volvió al punto de partida", según Bernstein. En la hoy disuelta Unión Soviética, la censura a la prensa estatal era oficial y dejó "de funcionar por las nuevas formas de comunicación, empezando por los vídeos".
La tecnología cambió la ecuación "de forma gradual, por lo que los gobiernos represores debieron buscar medidas más draconianas, al igual que los movimientos que se sienten amenazados por el flujo de información, por lo que los viejos métodos ya no sirven", añadió.