PERÚ-CHILE: Un general en el ojo de la tormenta

El último incidente diplomático entre Chile y Perú tiene como epicentro las acciones del jefe del ejército peruano, Edwin Donayre, favorito del presidente Alan García.

Según fuentes del Ministerio de Defensa y del ejército consultadas por IPS, Donayre daba por seguro que después de cumplir dos años en el cargo, este jueves 4, García lo nombraría jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

Pero el general no previó que su plan quedaría trunco por los escándalos que estallaron al revelarse sus inasistencias a seis citaciones de una fiscal anticorrupción y, sobre todo, por sus agresivas declaraciones contra ciudadanos chilenos, formuladas en una reunión privada en la que vestía su uniforme de comandante y estaba acompañado de altos mandos.

Entre enero y agosto de 2006, cuando ocupaba la jefatura de la Región Militar Sur, Donayre solicitó y recibió dotaciones extraordinarias de combustible, al igual que otros generales allegados al entonces jefe del ejército, César Reinoso Díaz.

Los oficiales que pidieron suministros adicionales de gasolina y petróleo, conocidos como "Los gasolineros" en la institución castrense, no contaban con sustento técnico que justificara el requerimiento, demostró una investigación del inspector general militar Francisco Vargas.
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El caso pasó a manos de la Contraloría que, más de un año después, concluyó que Donayre pudo haber incurrido en los delitos de peculado y falsificación de documentos, de acuerdo con un informe reservado cuya copia obtuvo IPS. La cuestión pasó a manos de la fiscal anticorrupción Marlene Berrú, encargada de investigar a "Los gasolineros", quien solicitó en seis ocasiones la comparecencia de Donayre y debió recurrir al ministro de Defensa, Ántero Flores Aráoz.

Cuando la prensa reveló las obstrucciones de Donayre y de otro uniformado, hasta el primer ministro (jefe del gabinete) Yehude Simon lo instó a cumplir con la ley.

El mismo día en que Donayre prestó testimonio ante la fiscal Berrú, el 25 de noviembre, la prensa difundió un vídeo casero en el que el jefe del ejército aparecía comentando, en febrero de 2007, un conflicto limítrofe con Chile cuyo trámite está en manos de la Corte Internacional de Justicia.

"Chileno que entra, no sale o sale en cajón", decía Donayre en la cinta, rodeado de altos mandos de la Región Militar Sur, encabezados por el general Francisco Contreras, otro de "Los gasolineros", acusado por la Contraloría de haber quemado evidencias que incriminaban a Donayre.

El intento de disculpa de García, en una conversación telefónica en la que aseguró a su par de Chile, Michelle Bachelet, que Donayre pasaría a retiro el 5 de este mes, fue interpretado por La Moneda como anuncio de una sanción al general.

Pero el presidente peruano no aclaró a Bachelet que el pase a retiro estaba ya previsto por ley, pues Donayre cumplía dos años en la jefatura del ejército.

Según fuentes de la cancillería chilena consultadas por IPS, García nunca aseveró a Bachelet que Donayre pasaría a retiro amonestado por sus dichos contra el pueblo chileno, sino que, por su inminente salida, ya no sería un problema para las relaciones bilaterales.

El "castigo" previsto por García para Donayre se limitaría a no nombrarlo jefe del Comando Conjunto, entienden fuentes del Ministerio de Defensa.

Pero, como Santiago esperaba que rodara la cabeza del general, se abrió un nuevo episodio de tensiones entre los dos gobiernos.

La virtual protección de García envalentonó al jefe del ejército. Después de haber remitido una carta de disculpas a su homólogo de Chile, Óscar Izurieta, Donayre declaró el 30 de noviembre que no se arrepentía de sus agresivas expresiones.

"No me arrepiento en absoluto", dijo. "Esos problemas los hacen políticos y diplomáticos. Uno en su casa puede andar en calzoncillos y decir lo que le parezca y le plazca", agregó.

Para restar gravedad a su manifestación, Donayre señaló que había sido una mera "pachotada", un dicho grosero, pero sin consecuencias. Pero su posición belicista respecto de Chile es bien conocida.

Donayre consiguió este año que se modificaran las dotaciones del presupuesto de 650 millones de dólares del Núcleo Básico de Defensa (NBD) para modernizar los equipos de las Fuerzas Armadas, alegando la necesidad de fortalecer los recursos terrestres peruanos ante la amenaza que suponen las compras de tanques efectuadas por Chile. En 2006, 60 por ciento del presupuesto estaba destinado a compras para la fuerza aérea, 30 por ciento para la marina y 10 por ciento para el ejército. Este año, en cambio, 70 por ciento del NBD se gasta en adquisiciones para el ejército, 20 por ciento para la marina y 10 por ciento para la fuerza aérea, según fuentes de IPS en el Ministerio de Defensa.

En el transcurso de este año, el Sistema Nacional de Inversión Pública del Ministerio de Economía y Finanzas aprobó gastos de 280 millones de dólares que solicitó el ejército para equipamiento militar, de 150 millones de dólares requeridos por la marina y de 48 millones de dólares para la fuerza aérea.

En estos días se negocia la compra de misiles israelíes Spike antitanque de largo alcance y misiles rusos Kornet, por 48 millones de dólares. En los planes de Donayre también estaba la adquisición de tanques rusos T-72 para confrontar a los alemanes Leopard, comprados por Chile.

El cambio de la estructura del gasto a favor del ejército parte de la hipótesis de Donayre de que un fallo favorable a Perú en la Corte Internacional de Justicia no sería acatado por Chile y, por tanto, habría que prepararse para una eventual agresión por tierra desde el sur.

Mientras, el presidente de la Comisión de Defensa del Congreso, Edgar Núñez, planteó una acusación constitucional por traición a la patria contra el representante opositor Gustavo Espinoza, al que responsabiliza del incidente con Chile por haber distribuido una copia de las declaraciones de Donayre a legisladores del país vecino mediante correo electrónico.

"A título personal pienso que es muy lamentable (que Donayre ratificara sus dichos contra Chile). No está ayudando el señor Donayre", dijo por su parte el primer ministro Simon. El destino de Donayre está en manos del jefe supremo de las Fuerzas Armadas, el presidente García.

De momento, el general se pasea por los principales cuarteles del país despidiéndose de sus oficiales y soldados, que lo llevan en andas y lo vitorean. Fuentes de la cartera de Defensa y del ejército no descartan un destino en Washington, como representante de Perú ante la Junta Interamericana de Defensa.

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