ECONOMÍA-CUBA: Nubarrones del norte oscurecen el horizonte

Luego de tres años de elevado crecimiento, la incertidumbre planea nuevamente sobre la economía cubana a causa de la crisis financiera internacional, cuyo impacto en esta isla los especialistas no se atreven aún a pronosticar con exactitud.

El terremoto mundial en el sector de las finanzas coincide con la peor catástrofe natural sufrida por el país caribeño en las últimas cinco décadas provocada por el paso de los huracanes Gustav y Ike, que dejaron pérdidas estimadas en unos 5.000 millones de dólares. "Sustraerse de ese impacto es prácticamente imposible, aunque Cuba está relativamente protegida e incluso América Latina está en una situación mejor que hace unos años", dijo a IPS Esteban Morales, investigador del Centro de Estudios Hemisféricos y de Estados Unidos, de la Universidad de La Habana.

Por su parte, el economista Pavel Vidal, en un artículo de la publicación Economics Press Service de la oficina de IPS en La Habana, consideró probable una "ralentización acentuada del producto interno bruto (PIB)" cubano.

En enero, el Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC) había pronosticado un crecimiento de 5,1 por ciento del PIB, sustentado en la expansión de las inversiones y de sectores como el turismo y los servicios profesionales. Esa cifra confirmaría, no obstante, la desaceleración iniciada en 2007.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) auguró el 2 de este mes que la región sostendrá su ascenso económico este año, estimado entre 4,6 y 4,7 por ciento. Sin embargo, ajustó sus cálculos para 2009, cuando la crisis financiera global provocará que la expansión del producto se sitúe entre tres y cuatro por ciento.

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) coincidió en que el próximo año la región reportará un crecimiento apenas superior a tres por ciento, debido, entre otros factores, a la caída del precio de las materias primas y a la disminución de las remesas de dinero provenientes de países industrializados.

En el Caribe también se teme el descenso del turismo, que representa una proporción determinante de los ingresos de los pequeños países de la zona. Esa posibilidad ensombrecería las expectativas de las autoridades cubanas de recuperar un sector que se convirtió en la locomotora de la economía en la década del 90.

El flujo de turistas hacia la isla mayor del Caribe, con 11,2 millones de habitantes, cayó en 2007 por segundo año consecutivo en alrededor de tres por ciento. El deterioro de la planta hotelera y extrahotelera y el estancamiento de las ofertas recreativas han hecho que Cuba pierda terreno frente a competidores como República Dominicana.

La convulsión en las finanzas globales también podría reducir las posibilidades de acceder a créditos externos, con el consecuente impacto en las inversiones, además de afectar las exportaciones de materias primas hacia las naciones ricas, en dependencia de los efectos de la crisis en el sector productivo.

En medio del alza de los precios de los alimentos y de los combustibles, el endeudamiento externo del país caribeño creció 14,3 por ciento en 2007. Ese empeoramiento progresivo de la situación financiera le ha impedido a La Habana honrar algunos de sus compromisos internacionales, con el consecuente deterioro de su credibilidad ante las entidades crediticias.

"La profundidad de una crisis económica generada a partir de la explosión de una burbuja financiera depende de su extensión a la economía real", sostuvo Osvaldo Martínez, presidente de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), en un artículo para el diario oficial Granma.

A juicio de Vidal, en el caso cubano, "las exportaciones de níquel y turismo serían las más perjudicadas en un inicio", pero esto "podría ser compensado por una disminución de la factura petrolera y del costo de la importación de alimentos".

En 2007 el níquel sobrepasó al turismo como el principal renglón de exportación, con ingresos en torno a 2.700 millones de dólares.

Cuba, con una producción anual de 75.000 toneladas, posee más de un tercio de las reservas mundiales probadas de níquel y cobalto.

Pero los precios de este mineral se han desplomado en los últimos meses y ahora rondan los 15.000 dólares por tonelada, menos de un tercio de los que tenían un año atrás. Algo similar ha ocurrido con el petróleo, que la semana pasada se cotizaba en torno a 70 dólares el barril, la mitad de su valor en julio.

"Las perspectivas de crecimiento del PIB dependerán en gran medida de que se sostenga la expansión de la exportación de servicios profesionales, en los cual pudiera incidir negativamente las limitaciones que le impone a la economía venezolana la disminución del precio del petróleo", advirtió Vidal ante la consulta de IPS.

Esos servicios profesionales se concentran en el trabajo de un contingente de alrededor de 30.000 especialistas cubanos de la salud en Venezuela. Los ingresos por esa vía representaron en 2007 más de 70 por ciento del PIB de la isla.

Mientras, renglones productivos como la minería, la agricultura y la industria han disminuido su peso en el valor total del PIB.

Ese desequilibrio ha llevado a economistas como Juan Triana, del CEEC, a alertar sobre la reproducción en Cuba de "la antigua deformación estructural que tipificó a la economía y fomentar la dependencia unilateral de un solo sector", según sugirió en un análisis publicado en la publicación Economics Press Service.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe