DESARME: Que la inteligencia se use inteligentemente

Todos los ojos estaban sobre Hans Blix, ese funcionario sueco que siempre se muestra imperturbable, cuando acaparaba las pantallas de televisión antes de que Estados Unidos invadiera Iraq en 2003.

Hans Blix Crédito: Martin Naucler
Hans Blix Crédito: Martin Naucler
Como jefe del equipo de inspección nuclear de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), fue vilipendiado por algunos de los "halcones" –el ala más belicista­en el gobierno del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, quienes lo acusaban de disimular la existencia de armas de destrucción masiva en ese país de Medio Oriente para evitar una guerra.

Pero el posterior fracaso de los militares estadounidenses en demostrar la presencia de esas armas vindicó a Blix. Incluso los más ardientes defensores de la invasión reconocieron luego que lraq efectivamente carecía de este armamento.

Posteriormente, el gobierno de Suecia le encomendó a Blix, presidente de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que conformara la Comisión sobre Armas de Destrucción Masiva, organismo internacional independiente.

IPS: Usted es mejor conocido por sus inspecciones de armas en Iraq antes de la guerra. ¿Todavía se siente frustrado sobre ese periodo, y entiende que no se le permitió completar su trabajo porque Estados Unidos estaba ansioso por ir a la guerra?

HANS BLIX: Es una gran tragedia.
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No estoy en contra de las operaciones de inteligencia. Son necesarias e indispensables. Pero en algunos lugares, como Estados Unidos o Gran Bretaña, no se han dado cuenta de que están pagando la ONU, la AIEA y las inspecciones que estamos haciendo. Si no encontramos nada, tendrían que comenzar a preguntarnos por qué. ¿Es porque estos tipos están locos o quizás porque no hay nada? En cambio, simplemente confían en su propia inteligencia, en aparatos de escucha y micrófonos ocultos, en desertores y en interpretar imágenes de satélite.

Washington y Londres tenían suficiente evidencia para por lo menos aceptar más inspecciones. Si hubieran habido más inspecciones, digamos, por unos meses más, creo que habría sido más difícil comenzar la guerra.

IPS: ¿Cuáles son las principales amenazas que suponen las armas de destrucción masiva hoy? ¿Tiene la razón Occidente al preocuparse por Irán y Corea del Norte, o podría haber otras amenazas que los gobiernos ignoran?

HB: Creo que es correcto preocuparse por esos dos casos. Se dice con frecuencia en el mundo Occidental, especialmente en Estados Unidos, que el mayor peligro son las peores armas en las peores manos, y con eso se refieren a países preocupantes, para usar un término cortés, o estados "hostiles", para usar la expresión habitual, así como para referirse a actores no estatales.

Creo que, si bien esas amenazas son significativamente altas, no diría necesariamente que son las mayores. En este momento, se repite la creciente tensión que tuvimos una vez entre Rusia y Estados Unidos. Ambos países tienen un interés común en mantener funcionando el comercio mundial y manejar las amenazas al planeta. El actual nivel de (gasto militar llega a) 1,3 billones de dólares, la mitad del cual es de Estados Unidos. Si la mitad de ese dinero fuera usado para la protección del planeta, sería algo muy bueno.

Los dos casos que usted mencionó son graves, pero recordemos que el mundo no está enfrascado en una proliferación (nuclear). Todo el mundo está adhiriendo al Tratado de No Proliferación Nuclear (que se abrió para su firma en 1968), aparte de los tres que no se han unido –India, Israel y Pakistán­y Corea del Norte, que se retiró.

No puedo señalar ningún otro caso. El de Iraq fue manejado por la fuerza, y en 1991, no en 2003. Libia también fue resuelto, no por la fuerza sino con sanciones económicas y promesas de permitirle salir de su condición de estado paria.

Corea del Norte no es un país con el que se pueda tratar fácilmente. Sin embargo, están presentes los dos puntos más importantes para (negociar) la no proliferación.

Se percibe la necesidad de preservar la seguridad, porque está la experiencia de la Guerra de Corea en 1950. Por otra parte, Estados Unidos prometió garantías de seguridad (a Pyongyang) y se comprometió a reconocer su estatus en el mundo, y no tratarlo como estado paria, si se resolvía el tema nuclear.

Precisamente, estos dos puntos no fueron vistos en las negociaciones con Irán. El tema de la seguridad de Irán no ha aparecido, excepto en forma tangencial, ni tampoco el de las relaciones diplomáticas.

Estados Unidos ha actuado en la dirección opuesta a lo que hicieron con Corea del Norte. Dijeron: "Primero suspendan el enriquecimiento (de uranio) y luego nos sentaremos y hablaremos".

Corea del Norte e Irán deberían ser temas que se puedan solucionar. Si se resuelven, no veo ninguna otra amenaza grave en el horizonte.

IPS: No le pido que defienda el programa nuclear de Irán. Pero, ¿no sería lógico que Irán desarrollara armas atómicas, considerando que otro país en la región, Israel, ya las posee?

HB: No creo que el programa nuclear iraní sea en respuesta al de Israel. No estoy diciendo que Irán procure un arma nuclear. Hay buenas razones para sospechar que la intención ha existido, aunque no creo que la evidencia sea conclusiva.

Los iraníes comenzaron su programa en los años 80. Entonces, si pensaban en su seguridad pensaban en Iraq. En ese caso, estaban justificadamente preocupados, porque era cuando (el entonces ex presidente iraquí) Saddam Hussein inició con su propio programa nuclear

Puedo entender completamente por qué los israelíes aborrecen (las declaraciones del presidente iraní Mahmoud Ahmadineyad, quien según se ha informado ha expresado su deseo de borrar a Israel del mapa). Pero Irán no tiene un historial de expansión geográfica. Tiene un historial de apoyar a los movimientos chiitas, sí, pero no otra cosa.

Pero si Irán continúa y desarrolla capacidad nuclear, el efecto dominó podría ser importante. Los impactos a largo plazo en Corea del Norte podrían ser peores, porque tienen repercusión en la opinión pública de Japón, que se ha opuesto fuertemente a las armas nucleares.

Queda el tema de los actores no estatales. La preocupación por estos no justifica el rearme militar. No se pelea contra terroristas en los laboratorios o con los aviones en el Golfo Pérsico. Es más una operación de inteligencia y de operación policial.

IPS: Tanto Estados Unidos como Europa están ofreciendo cooperación con el programa nuclear de India. ¿Está preocupado por eso?

HB: Hay dos aspectos en este tema: los de energía y los estratégico-militares.

Creo que sería deseable que India, con un sector energético viable, tenga parte en el desarrollo mundial. Dicho eso, el aspecto de no proliferación del acuerdo es preocupante.

India tiene una escasez de uranio propio, y lo que tiene no está verificado. Si usará o no uranio para su programa de armas, no lo sabemos. Sin embargo, es posible que Pakistán y China sospechen que lo hará. Esto desataría una carrera en la región que es altamente indeseable.

Las motivaciones de Estados Unidos son muy desafortunadas. Se desprende claramente de las declaraciones del vicepresidente (Dick) Cheney y de otros funcionarios que esto es parte de la construcción de una cadena en torno a China.

Creo que deberíamos tener una política de integración de China al mundo, en vez de rodearla. Y veo un paralelo en esta cadena con la ambición de expandir a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en torno a Rusia.

IPS: ¿Cuál es su opinión sobre el escudo antimisiles que Estados Unidos pretende instalar en Polonia y en la República Checa?

HB: Esto es algo muy desafortunado. Lo que veo de los comentarios de expertos es que no parece indispensable para nada. Estas cosas están destinadas a mostrarse como amenazas ante los "Ivanes" (los rusos) en las calles de Moscú.

IPS: ¿Hay un elemento de hipocresía detrás de Francia y Gran Bretaña al decirle a Irán, por ejemplo, que no puede tener armas nucleares, cuando ellos sí poseen?

HB: Creo que están cada vez más al tanto de que tienen una posición moral al decir que todas nuestras armas nucleares son para mantener el orden en el mundo, pero son una mortal amenaza si otro las tiene.

IPS: ¿Podría explicarme por qué usted es partidario de la energía nuclear, cuando muchos activistas creen que hay casi un cordón umbilical entre ésta y las armas atómicas?

HB: Creo que para muchos "verdes" (ambientalistas) el tema nuclear se ha convertido en religioso. Para otros, es un tema en el que podemos discutir pros y contras.

No se puede tener ningún tipo de energía sin algunos riesgos. El mundo sólo ha tenido dos accidentes graves: Chernobyl y Three Mile Island. Es un historial sorprendente.

El tema de la proliferación sería mucho mayor si hubiera más plantas de energía nuclear de las que tenemos ahora. Se puede tener energía nuclear sin armas atómicas, como el caso de Bélgica y Suecia. O se pueden tener armas sin energía. China, por un largo tiempo sólo tuvo armas nucleares. Israel hoy tiene sólo armas.

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