JUEGOS OLÍMPICOS: América Latina abarca pero no aprieta

Los atletas latinoamericanos y caribeños que participarán en los próximos Juegos Olímpicos de Beijing suman unos 1.200, pero sólo un pequeño porcentaje tiene posibilidades de subir a los podios de premiación a juzgar por su historial y sus propios pronósticos.

En disciplinas de equipo como fútbol, béisbol, voleibol o hockey sobre césped pueden cosecharse medallas, pero en las competencias basadas en el esfuerzo individual la presencia de la región será más testimonial que protagónica, con la excepción de algunas figuras de la cuenca del Caribe.

"América Latina y el Caribe, sumadas sus medallas, no alcanzará en logros a potencias como Estados Unidos o China. Se hace sentir la brecha deportiva entre el Norte y el Sur, que es de recursos, tecnológica y de organización ", comentó a IPS el cronista deportivo venezolano Cándido Pérez.

A lo largo de los juegos olímpicos modernos, desde Atenas 1896 hasta Atenas 2004, los deportes de América Latina y el Caribe han conseguido 490 medallas, apenas 3,90 por ciento de las 12.550 repartidas. Además, sólo Cuba conquistó 63 de las 126 preseas doradas obtenidas en ese lapso por la región.

Pero Cuba, donde el deporte ha sido política de Estado desde el triunfo de la revolución en 1959, ahora "experimenta un bajón por su menor disposición de recursos frente a rivales industrializados, el retiro de atletas sin los correspondientes relevos y porque otros se han ido de la isla", estimó Pérez.
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Otras potencias regionales han sido Argentina, Brasil y México, con expectativas y posibilidades entre optimistas y modestas.

Para Brasil, la justa de Beijing es un trampolín para promover la candidatura de Río de Janeiro para los Juegos Olímpicos de 2016, un privilegio que hasta ahora en la región sólo alcanzó México, en 1968.

Brasil espera obtener medallas en voleibol, puesto que en los campeonatos mundiales ejerce una hegemonía, además de ser el deporte mejor gestionado en este país desde hace décadas al punto de que su principal dirigente, Carlos Nuzman, preside el Comité Olímpico local.

Pero lo que más desean los aficionados es la medalla de oro en fútbol masculino, único lauro que no ha podido conseguir esta disciplina brasileña, que ostenta cinco títulos de campeonatos mundiales organizados por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).

Sus miradas, entonces, irán tras el astro Ronaldinho Gaúcho, cuyo brillo mermó tras ser considerado por la FIFA como el mejor jugador del mundo en 2004 y 2005. De su talento extraordinario parece depender que Brasil se sume a Argentina, con la medalla obtenida en 2004 en Atenas, y a Uruguay, con las logradas en 1924 en París y 1928 en Amsterdam.

Brasil cosecha el impulso dado por una política deportiva definida hace dos décadas, con un ministerio específico para el área, "villas olímpicas" dirigidas al rescate de niños, niñas y jóvenes amenazados de caer en la delincuencia, y un sistema gubernamental de becas junto al cual ha avanzado el patrocinio de la empresa privada.

En los juegos de Beijing, el gigante sudamericano participará en 32 modalidades con 277 atletas, y sus esperanzas están cifradas en el atletismo, judo, fútbol masculino y femenino, voleibol, voleibol de plata y vela.

Argentina, con 136 deportistas que competirán en 20 disciplinas, llega a la cita asiática tras conseguir en Atenas los títulos en fútbol y baloncesto masculino.

En fútbol, los argentinos presentan a una luminaria mundial que compite con Ronaldinho, su joven ex compañero de equipo Lionel Messi, quien finalmente estará pudo viajar a China pese a la resistencia de su club, el FC Barcelona, una controversia típica en este deporte multimillonario que fue dirimida por la FIFA.

En baloncesto, Argentina "ahora está un paso atrás", advierte a IPS el veterano periodista deportivo Sergio Danishewsky. "Tiene el mismo equipo" que obtuvo en Atenas el primer oro olímpico de su historia, "en tanto otros, como Estados Unidos, España o Lituania, han mejorado mucho", añadió.

En hockey femenino, este experto aclaró que hubo un recambio generacional y también de técnico. Las jóvenes ganaron el campeonato mundial y esperan mejorar el bronce conquistado hace cuatro años.

También puede haber medallas para Argentina en remo, vela y también en tenis, dependiendo de cuánto se haya recuperado David Nalbandián, la raqueta número uno de este país quien se recupera de una hernia inguinal y problemas en la cadera.

México, en cambio, se ausenta de los deportes de conjunto, salvo en voleibol de playa, al participar en 22 disciplinas con 85 atletas. El presidente del Comité Olímpico local, Felipe Muñoz, dijo que esperan conseguir ocho medallas, en atletismo, boxeo, canotaje, clavados, pesas, taekwondo, tiro con arco y vela.

Cartas fuertes son el arquero Juan René Serrano, Paola Espinosa en clavados, Eder Sánchez en caminata, María Espinoza en taekwondo y Tania Calles en vela.

El deporte mexicano sufre divisiones. A Beijing viajan los presidentes de dos federaciones atléticas, desconocidos ambos por la Federación Internacional de Atletismo. La velocista Ana Guevara, medalla de plata en los 400 metros en Atenas, desistió de participar tras denunciar corrupción y malos manejos en el deporte de su país.

Como en otros países, los vencedores reciben estímulos en dinero. La compañía telefónica Telmex, propiedad del magnate Carlos Slim, ofreció 230.000 dólares en cuatro años a los competidores que regresen de Beijing con una presea dorada.

En tanto, de la región caribeña viajan varias estrellas a China, comenzando por el vallista cubano Dayron Robles y sus compatriotas Yargelis Savigne en salto triple, Osleydis Menéndez en jabalina y Yipsi Moreno en lanzamiento de martillo, junto al dominicano Félix Sánchez en 400 metros vallas. También se destaca el panameño Irving Saladino, llamado "El canguro del trópico", en salto largo.

Mención aparte merece el Caribe de habla inglesa, ya consagrado como generador de atletas, y que se beneficia de la fluida relación entre sus canteras deportivas y centros de preparación especializados en universidades y clubes de Estados Unidos y Canadá.

Jamaica llevará nada menos que al plusmarquista mundial de los 100 metros planos (9,72 segundos), Usain Bolt, al ex recordista de esa prueba (9,74) Asafa Powell y a la triunfadora en pruebas de 100 y 200 metros, Verónica Campbell-Brown.

Por su parte, Bahamas presentará al saltador de altura Donald Thomas, mientras que otros caribeños son candidatos a conquistar medallas en las carreras de relevos.

Los países andinos acuden con pocas expectativas a Beijing. Muchos atletas ganaron el boleto al cumplir las marcas "B", exigidas por la federación internacional respectiva, lo cual les deja sin posibilidades cuando deban competir con ganadores de marcas "A" de otras regiones. Los elegidos son 68 colombianos, 27 chilenos, 25 ecuatorianos, 12 peruanos y seis bolivianos.

Venezuela se destaca de este grupo por la fuerte inyección de recursos, que suman unos 300 millones de dólares en la ruta a Beijing, y el empeño animado por el presidente del país, Hugo Chávez, para llevar una cantidad récord de competidores, 109, frente a sólo 48 que fueron a Atenas.

Este país petrolero "está en pleno crecimiento hacia la élite del deporte. Necesitamos dos ciclos olímpicos hasta llevar 150 competidores en 2012 y 200 en 2016", dijo el presidente del Comité Olímpico y ex ministro de Deportes, Eduardo Álvarez.

Como parte de los acuerdos que implican suministro de petróleo con facilidades de pago, Cuba ha enviado en los últimos años centenares de técnicos deportivos a Venezuela.

El voleibol femenino y masculino, y el sóftbol femenino, que podría aportar una medalla, acrecentaron las posibilidades de triunfo de la delegación que, además, tendrá nadadores, gimnastas y pesistas y competidores en combate en los que siempre destacan países caribeños. La primera medalla de oro latinoamericana la ganó en 1900 en París el esgrimista cubano Ramón Fonst.

"La delegación es numerosa, pero al costo de llevar atletas que han hecho marcas de segunda, insuficientes para aspirar al medallero, y eso lo saben los técnicos cubanos y venezolanos", dijo Pérez.

Álvarez espera que su país obtenga medallas en boxeo, esgrima, taekwondo y sóftbol. "Me parece exagerado. Es más fácil que uno de nuestros escritores gane el premio Nobel de Literatura", comentó su antecesor en el cargo, Fernando Romero.

Animados por la pasión o por la política, los latinoamericanos acuden a Beijing, quizá a constatar que la victoria permanece como una asignatura pendiente antes que como una herramienta para abrirse paso entre las viejas grandes potencias deportivas, como Estados Unidos, Europa y países de la extinta Unión Soviética, o la emergente y anfitriona China.

*Aportes de Marcela Valente (Argentina), Mario Osava (Brasil) y Emilio Godoy (México)

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