FOTOGRAFÍA-CUBA: La lente natural

Hace más de 30 años que Eduardo Aguiar enlazó su pasión por la naturaleza con la fotografía. De las cavernas donde hizo sus primeros trabajos hasta los encuentros en escuelas rurales para enseñar a redescubrir su entorno, la vida de este cubano de 55 años es un testimonio de la defensa tenaz del planeta.

Autodidacta, Aguiar fue uno de los fundadores y el actual presidente de la Sección de Fotonaturaleza, creada el 5 de junio de 2002 dentro de la Sociedad Cubana de Zoología para "dar a conocer la fotografía de naturaleza, promover el respeto al medio ambiente y a los valores ambientales, y divulgar nuestro patrimonio natural."

"Fotonaturaleza eres tú que quieres defender la naturaleza, y combinar eso con el gusto por la fotografía, sostenido por tu propio bolsillo", dijo a IPS Aguiar.

Ciertamente, la entrada al grupo no requiere exámenes de aptitud ni una reconocida experiencia profesional, sino constancia y disposición a colaborar lo mismo en un taller para estudiantes de un colegio primario que en una exposición, sin esperar otro premio que el agradecimiento sencillo de las personas.

No obstante, antes de salir cámara en mano es preciso pasar un taller de capacitación de seis meses, que comprende técnicas de fotografía y conocimientos sobre la naturaleza cubana, recogidos en varios manuales disponibles en la página en Internet de la Sección.

"Algunas personas ya conocen algo de fotografía, o simplemente comienzan de cero", comentó Aguiar, quien trabajó como foto-reportero en medios de prensa en la década del 80. "También hay quienes vienen a aprender para ganarse la vida haciendo otro tipo de fotos, de bodas o de fiestas de 15, por ejemplo", reconoció.

Según Aguiar, la Sección tiene alrededor de 50 miembros, además de una red de 11 clubes regionales a lo largo de la isla, que apoyan los programas de educación ambiental en comunidades y zonas protegidas.

Por un acuerdo con el Centro Nacional de Áreas Protegidas (CNAP), Fotonaturaleza imparte los talleres titulados La fotografía de naturaleza, instrumento de gestión y conservación de las áreas protegidas, que instruye "a los especialistas de esas áreas en técnicas básicas de fotografía y en especial las vinculadas con la naturaleza", señaló Aguiar.

El CNAP es la entidad rectora del planeamiento y la gestión integral del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, que abarca 263 regiones terrestres y marinas equivalentes a 22 por ciento del territorio isleño.

"Nosotros entregamos a estas áreas las fotos que necesitan para sus programas de educación ambiental", afirmó Aguiar. Las imágenes son utilizadas en exposiciones a las que acuden en particular los alumnos de las escuelas circundantes, según el convenio existente entre el Ministerio de Educación y el CNAP.

"No queremos que las fotos estén para adornar exposiciones, sino que sean útiles", remarcó este fotógrafo, miembro del Comité Nacional El Hombre y la Biosfera (MAB, por sus siglas en inglés), una iniciativa multilateral de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) creada en 1970.

Fotonaturaleza también colabora con el programa de educación ambiental infantil del Parque Metropolitano de La Habana, donde luego de enseñar técnicas elementales se entregan cámaras digitales para que los beneficiados hagan sus propias fotos y aprendan a apreciar de otro modo el entorno natural.

"Esas imágenes las copiamos en discos y las donamos a las escuelas", apuntó Aguiar, un amante de la labor con la infancia. "Nosotros no llevamos ni creamos programas de educación ambiental sino que apoyamos los ya establecidos por las instituciones", acotó.

El trabajo de campo de los fotonaturalistas cubanos ha hecho no pocos aportes al conocimiento de la situación ambiental del país caribeño.

Una de estas personas "apasionadas por la fotografía y amantes de la naturaleza" redescubrió una polimita (caracol) que se creía perdida desde la década del 50, mientras otra encontró en el Pan de Guajaibón, más de 100 kilómetros al oeste de La Habana, un insecto que podría ser catalogado como una nueva especie.

Según estadísticas del Centro Nacional de Biodiversidad, en la biota terrestre cubana habitan más de 20.000 especies, entre plantas y animales, 43 por ciento de las cuales son endémicas. En 2005, la fauna de la isla tenía 342 especies amenazadas, mientras en la flora esta cifra alcanzaba 1.414.

Según el sitio en Internet del grupo, su actividad está dirigida a convertir cada imagen en "una herramienta y un arma en la investigación, el manejo, la defensa y la divulgación de los valores que atesora la Naturaleza."

Para ello exigen en el Código de Ética una documentación amplia "sobre la biología y el comportamiento de las especies a fotografiar", así como actuar en el medio natural sin alterar el normal comportamiento de los ejemplares, "evitando las situaciones delicadas como animales incubando o con crías recién nacidas."

"Hemos logrado que la fotografía de naturaleza tenga un fuerte valor estético, un gran atractivo visual", observó Aguiar, que entiende este tipo de fotografía como una forma de construir "un puente entre la naturaleza y la comunidad".

Gracias a este reconocimiento del componente artístico de la fotografía de naturaleza, el grupo ha logrado que las autoridades cubanas aprueben el derecho de autor sobre sus imágenes, que es uno de los medios para obtener alguna remuneración.

Fotonaturaleza espera organizar a mediados de 2009 el primer Encuentro de Fotógrafos por la Naturaleza, con el apoyo de la Fundación Mediterráneo, con sede en España.

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