COMUNIDAD PORTUGUESA: «Un espacio ante todo de ciudadanía»

Doce años después de su fundación, la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) goza de buena salud y apuesta a continuar consolidándose como un espacio de ciudadanía, con el idioma común como viga maestra de la unidad.

Crédito: Mario de Queiroz/IPS
Crédito: Mario de Queiroz/IPS
Ese es el augurio del secretario ejecutivo de la CPLP, fundada en julio de 1996, de la que hacen parte Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique, Portugal, Santo Tomé y Príncipe y Timor Oriental. En condición de observadores asociados, participan Guinea Ecuatorial, República de Mauricio y Senegal.

Luís de Matos Monteiro da Fonseca nació hace 64 años en Santo Antão, una de las 10 islas de Cabo Verde. Es un experimentado diplomático que ha representado a su país en la Organización de las Naciones Unidas y en diversos lugares claves en diversas latitudes.

Su historial diplomático es antecedido por años de rebeldía contra la metrópoli. Participó en la lucha por la independencia, siendo confinado entre 1967 y 1973 en el campo de concentración de Tarrafal, que desde su inauguración en 1936 en la isla de Santiago fue domicilio forzado de miles de resistentes al régimen corporativista-colonial portugués.

IPS dialogó con el embajador Fonseca ante la inminencia de la cumbre que el 26 de este mes reunirá en Lisboa a los jefes de Estado y de gobierno de la CPLP, la que abarca un universo de 234 millones de habitantes de ocho países de África, América, Asia y Europa.
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IPS: —¿Es polémica la relación entre la sociedad civil de los ocho países y la CPLP como organización? Algunas entidades no gubernamentales se quejan de no ser incluidas en las estrategias de cooperación…

Luís Fonseca: —Por el contrario, ha sido cordial y de colaboración. La aproximación con la sociedad civil es una de nuestras prioridades como proyecto de edificación de una comunidad, que ante todo debe ser un espacio de ciudadanía, porque si la sociedad civil no está convencida, lo que queremos construir no podrá tener bases duraderas.

En 2005 se creó un cuadro institucional de aproximación con las organizaciones no gubernamentales mediante un estatuto de observador consultivo de la CPLP, donde se definen marcos de actuación conjunta, escuchando sus propuestas y perspectivas, una muestra de que una de nuestras preocupaciones centrales es incluir una fuerte dimensión de la sociedad civil.

—La CPLP, concebida como proyecto político de los países, parece haberse estancado lejos de las ambiciones del plan original. ¿Falta más empeño político de los gobiernos?

—De la concepción a la realización global de los objetivos de una organización transcurre inevitablemente un plazo que puede ser largo, pero en sólo 12 años la CPLP recorrió un camino importante. Es verdad que falta mucho todavía para alcanzar la "velocidad crucero", pero se ha afianzado en varias áreas gracias a los mecanismos de coordinación y cooperación.

Se alcanzaron éxitos importantes en el plano económico, político y social, contribuyendo de manera significativa para el desarrollo de los Palop (Países Africanos de Lengua Oficial Portuguesa) y de Timor Oriental, mientras la coordinación entre los gobiernos garantiza frecuentes posturas conjuntas en la arena internacional.

—¿La lengua ha jugado el papel central que se esperaba y que dio origen a la idea de la CPLP, lanzada en 1989 en Brasil, durante la reunión de presidentes de lengua portuguesa en São Luís do Maranhão, o es hoy un factor secundario de integración de los ocho países?

—El idioma continúa siendo el principal elemento de integración y se ha ido afirmando como factor de desarrollo. El esfuerzo en educación realizado ha significado que la lengua portuguesa ha ganado cada vez más proyección como vehículo de expresión cultural, de trasmisión de conocimiento y de comunicación internacional.

—¿Podemos considerar que Timor Oriental es un país de la lusofonía o bien, como reclaman muchos técnicos cooperantes anglófonos en esa isla, es el idioma impuesto por las elites, por ser el de los guerrilleros que lucharon contra Indonesia y de los dirigentes de la diáspora, educada en universidades portuguesas o residente largos años en Mozambique?

—Si por lusofonía se entendiese únicamente la comunicación en portugués, Timor lo sería parcialmente. Pero si por lusofonia se entiende un conjunto de valores culturales que encuentran su expresión en un espacio identificado por el uso de la lengua, Timor Oriental es realmente un país lusófono.

No son sólo los ex combatientes y ex exiliados que hoy utilizan el portugués, tras 25 años de ser la lengua de la resistencia contra la invasión extranjera. Las generaciones más antiguas que sobrevivieron a la ocupación y los alumnos de las escuelas hoy usan regularmente el portugués. Pero claro, deberán pasar algunos años para que el idioma adquiera la dimensión que constitucionalmente le es conferida.

—En la génesis del proyecto, el ex ministro de Cultura brasileño José Aparecido de Oliveira, considerado el padre de la CPLP, se pronunciaba a favor de incluir a las llamadas "reliquias étnicas lusófonas" de India, Malasia y China. ¿Este interés se mantiene?

—Ciertamente que sí, pero es una situación diplomática delicada. No tomaremos iniciativas que puedan causar problemas en la relación en lugares (enclaves donde aún se habla portugués) y los gobiernos de esos países.

La CPLP está abierta, pero siempre respetando las decisiones de los gobiernos centrales, de China respecto a Macao, de India en cuanto a Goa, Diu y Damão, y de Malasia sobre Malaca.

—Con un idioma más cercano al portugués que al castellano, la comunidad española de Galicia ha manifestado su deseo de ingresar a la CPLP…

—Si el gobierno autónomo de Galicia llega a un acuerdo con el de España para aproximarse a la CPLP, todos los Estados miembro acogerán con mucho agrado la iniciativa, porque además de la lengua, existen grandes afinidades culturales con Portugal.

Sin embargo, comenzando por la propia Lisboa, y nosotros como órgano ejecutivo de la comunidad, nunca se aceptaría una participación de Galicia sin el beneplácito de Madrid.

—La educación y la investigación, según sus propias palabras, "son una mina de oro para la CPLP". ¿Se han registrado avances significativos en esas áreas? ¿Existe una colaboración efectiva con la Asociación de Universidades de Lengua Portuguesa (AULP)?

—Cada vez más el progreso se relaciona con el conocimiento. La educación ocupa un lugar privilegiado en la colaboración entre los países de lengua portuguesa, con un fuerte componente de cooperación universitaria. El número de estudiantes de la CPLP en Portugal y en Brasil, y recientemente en Angola, no cesa de aumentar.

La AULP es un asociado destacado de la CPLP y hemos apoyado su esfuerzo para desarrollar una cooperación en red en el mundo académico lusófono.

El anuncio de Brasil de crear una Universidad de la CPLP tendrá un gran impacto desde el punto de vista académico y político, con consecuencias futuras, al aproximar a jóvenes en los cuales reposará la tarea de consolidar los fundamentos de la Comunidad.

—¿Qué papel cabe a la CPLP en mediación de conflictos, especialmente en los crónicamente inestables Timor Oriental y Guinea-Bissau?

—Nuestro papel es la búsqueda de soluciones negociadas, establecer puentes entre las partes desavenidas, aprovechando las relaciones personales cultivadas por largos años entre los principales actores políticos de la CPLP.

Es en ese sentido que en conjunto con la Cedeao (Comunidad Económica de Estados del África Occidental) promovimos la creación del Grupo de Contacto con Guinea-Bissau para ayudar a enfrentar los serios desafíos de ese país del punto de vista político, económico e social.

En Timor estamos trabajando con las autoridades del país en el llamado Plan Estratégico de Cooperación, que pretende responder a algunas necesidades más apremiantes, en especial en la promoción del portugués y de capacitación en los dominios de justicia y administración pública.

—Los estatutos de la CPLP son claros en cuanto a la igualdad de los ocho países, pero la idea que pasa al mundo es que lo fundamental es decidido por el binomio Brasilia-Lisboa…

—Los países actúan bajo el precepto de la igualdad, independientemente de su peso económico o político. Existe el principio de la decisión por consenso. Pero, también es verdad que en el día a día de la CPLP tanto Brasil como Portugal asumen el mayor número de iniciativas, lo cual puede reducir la visibilidad de los demás países.

Portugal y Brasil son los dos países con más recursos, que disponen de una experiencia diplomática de varios siglos, mientras los Palop y Timor están todavía consolidándose.

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