PAKISTÁN: Musharraf se bate en retirada

El presidente pakistaní Pervez Musharraf desacreditó las especulaciones sobre su inminente renuncia, pero nada indica que vaya a mantenerse en el cargo por mucho tiempo.

Musharraf atribuyó las versiones a "propagadores de rumores", según dijo en una cena a la que asistió con el primer ministro Yousaf Raza Gillani y el general Ashfaq Parvez Kayani, quien lo relevó en el mando del ejército en noviembre.

El objetivo de los rumores es "crear diferencias" entre él y el ejército e "intranquilidad en el país", agregó, según indicó la agencia estatal de noticias pakistaní Associated Press.

El portavoz de Musharraf, Rashid Qureshi, se dedicó a acallar informes de prensa sobre la renuncia de su líder y sobre el cese del jefe de la custodia presidencial.

"Es una tontería absoluta. No hay tal cosa. Nada de esto está, de ningún modo, en consideración", dijo Qureshi en el canal televisivo de noticias Dawn News.

Buena parte de las especulaciones nacieron de los informes del diario The News, que se publica en inglés, según los cuales el comandante Kayani le había pedido a Musharraf su renuncia a la presidencia en la reunión del miércoles.

Según esta versión, Kayani había ordenado la remoción del comandante de la Brigada 111, decisiva en los usuales golpes militares en Pakistán, y también relevó a comandos del Grupo de Servicios Especiales, responsable de la seguridad del presidente.

Una declaración oficial difundida por el ejército confirmó el reemplazo de Aasim Bajwa como comandante de la Brigada 111, pero lo atribuyó a una reasignación de rutina. "Un sector de la prensa" intenta "hacer sensacionalismo con asuntos funcionales rutinarios", agrega el texto.

El régimen de Musharraf, que comenzó con el golpe de Estado de octubre de 1999 contra el gobierno democrático del entonces primer ministro Nawaz Sharif, comenzó a decaer luego de las elecciones generales del 18 de febrero.

Los partidarios del presidente fueron derrotados entonces en las urnas por una coalición opositora cuyos socios mayoritarios son el sector de Sharif, la Liga Musulmana de Pakistán-Nawaz, y el Partido Popular de Pakistán (PPP), de la asesinada ex primera ministra Benazir Bhutto.

El PPP, socio mayor de la coalición, se mostró al comienzo reticente con presionar por la remoción de Musharraf de la presidencia.

Dentro del gobierno también hay diferencias en torno de la restauración en sus cargos de jueces de alto rango destituidos por Musharraf en noviembre.

A comienzos de este mes, nueve ministros del partido de Sharif renunciaron al gabinete, lo que sembró dudas sobre el futuro de la coalición.

Pero el 24 de este mes, el líder del PPP y viudo de Benazir Bhutto, Asif Zardari, dijo a la prensa que el presidente debería renunciar.

"Nunca aceptamos a Musharraf como presidente constitucional del país y decidiremos su destino con el respaldo del parlamento. Queremos que se vaya sin hacerle juicio político. Por lo tanto, él debería apartarse por su voluntad", expresó Zardari.

Antes de eso, el día 20, entrevistado por la agencia de noticias india Press Trust, Zardari describió a Musharraf como una "reliquia del pasado" que se interponía entre el pueblo de Pakistán y la democracia.

Fuentes del PPP alegaron que las exhortaciones de Zardari respondían a la negativa de Musharraf a resignar sus facultades de disolver el parlamento y designar a los comandantes de las fuerzas armadas.

También dijeron que Zardari había comunicado a Musharraf su disposición a anular la ley que del 3 de noviembre pasado declaró el estado de emergencia y destituyó a 60 juece3s de alto rango.

Pero Musharraf mantiene el respaldo de Estados Unidos por su participación decisiva en la "guerra contra el terrorismo" en el vecino Afganistán.

Musharraf podría invocar sus potestades presidenciales para destituir al nuevo gobierno. Qureshi, para quien el pedido de renuncia de Zardari al presidente fue descortés y desubicado, no lo descarta.

"Es posible que el presidente Musharraf se reúna con el primer ministro Gillani para expresarle su preocupación por la deteriorada situación de la ley y el orden en el país, y la severa crisis económica que lo ha azotado en los primeros meses de gobierno del PPP", dijo Qureshi a IPS.

Los pasos siguientes dependen del apoyo que logre Musharraf dentro del ejército, pues no puede ejercer su facultad de destituir al gobierno sin respaldo militar. Hasta ahora, las generales no muestran interés en involucrarse.

"Teniendo en vista las acciones y directivas del comandante del ejército desde que asumió, no lo veo apoyando a Musharraf para destituir al gobierno y disolver el parlamento", dijo a IPS el ex comandante Aslam Beg.

"Kayani es un soldado profesional que despolitizó al cuerpo y garantizó su neutralidad durante las elecciones de febrero. De otro modo, el gobierno de Musharraf hubiera cometido fraude", agregó.

El presidente de la Asociación de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, Aitzaz Ahsan, dijo a IPS que, luego de las elecciones, la posición de Musharraf se había vuelto precaria.

"Renunciar a la presidencia y abandonar tranquilamente la escena política es la única opción respetable que le queda. No creo que esté en condiciones de enfrentarse con el nuevo parlamento, que le es hostil. Dos tercios de los legisladores están dispuestos a mostrarle la puerta de salida", añadió. ***** +PAKISTÁN: Crisis política complica negociaciones con Talibán (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=88399)

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