Comunidades de la región de Marcala, en el central departamento hondureño de La Paz, crearon la primera sociedad anónima indígena para el cultivo y venta de café orgánico. Apoyados por la Fundación para el Desarrollo Empresarial Rural (Funder), pequeños productores de la etnia lenca, una de las siete de Honduras, iniciaron hace dos años el cultivo orgánico, que excluye el uso de agroquímicos dañinos para el ambiente.
La recién creada empresa Funder-Café Orgánico se ocupará del procesamiento y comercialización del producto cultivado en pequeñas fincas familiares de Marcala, una de las zonas cafetaleras más importantes del país.
El café es el principal rubro de exportación nacional, y produce ingresos de 300 millones de dólares por año. Pero la caía de los precios internacionales obliga al país a buscar alternativas, como la producción orgánica, para sumar valor al producto.
El emprendimiento procura la participación democrática y la asociación solidaria de los pequeños productores que, aislados, no pueden negociar precios ni exportar.
