IRAQ: Reclutas con el sello Al Qaeda

Muhammad 'Abd-al-Qadir bil-Qasim, de 26 años, partió de su natal poblado de Darnah, en el norte de Libia. Al llegar a Siria, le pagó 2.000 libras (unos 40 dólares) a un hombre llamado Abu Umar para que lo llevara clandestinamente a Iraq.

Qasim era profesor de árabe y experto en armas, ya retirado a pesar de su juventud, según él mismo le dijo el 7 de junio pasado a un reclutador iraquí de la red terrorista Al Qaeda. No tenía bienes que aportar, pero ofrecía su vida a la causa.

Tawfiq Muhammad al-Akhdar al-Rayhami, estudiante universitario de 24 años procedente de la septentrional ciudad tunecina de Bin Arus, dijo haber viajado a Iraq para convertirse en combatiente.

Luego de pagarle 200 dólares al "coordinador" sirio que le facilitó el ingreso clandestino, llegó a destino a fines de enero de 2007. Allí aportó 500 euros (unos 730 dólares) y un reproductor de MP3 a la insurgencia.

Abdullah 'Abid al-Sulaymani era el más joven. Llegó a Siria el 23 de septiembre de 2006, apenas tres meses de cumplir 15 años. Abdullah entregó su teléfono celular, 620 dólares, cuatro riyals (poco más de un dólar, en moneda de Arabia Saudita) y un reloj de pulsera para la causa.
[related_articles]
Éstos son algunos de los registros individuales de 606 combatientes extranjeros reclutados por miembros iraquíes de Al Qaeda que ingresaron en Iraq a través de Siria, entre agosto de 2006 y agosto de 2007.

Los documentos fueron originalmente archivados por la organización Estado Islámico de Iraq y su predecesora, el Consejo Shura Muyahedin, dedicadas a unificar a los insurgentes sunitas en Iraq.

Las fuerzas de la coalición internacional que ocupa Iraq desde marzo de 2003 requisaron los registros en el otoño boreal pasado en una redada cerca de Sinjar, un pequeño pueblo en el noroeste de ese país, a unos 16 kilómetros de la frontera con Siria.

Analizados y difundidos públicamente por el Centro de Combate al Terrorismo del ejército estadounidense, estos papeles ofrecen una muestra al azar de los reclutas extranjeros de Al Qaeda en Iraq.

El estudio arroja luz sobre el origen y la ruta de los combatientes y el modo en que Al Qaeda los traslada a Iraq a través de Siria.

Algunos documentos contienen detalles como alias del recluta, país de origen, profesión, fecha de nacimiento, contactos sirios, números telefónicos de amigos, madre, padre y hermanos, e incluso un último deseo y testamento. Muchos informaron ser estudiantes. Uno anotó como oficio el de masajista.

Suleymani era el recluta más joven, con apenas 16 años. El mayor tenía 54 cuando atravesó la frontera. De los 389 combatientes enrolados, 57 por ciento expresaron interés en realizar un ataque suicida.

Los restantes se dedicaron a acciones más tradicionales. Había, por ejemplo, un patólogo, un idóneo en derecho, otro en administración de empresas, un experto en mecánica, uno con estudios en veterinarias, uno que hablaba inglés y "muezzin" (maestro de ceremonias religiosas).

Algunos registros incluyen fotografías de hombres jóvenes sonriendo, otros sin expresión definida, algunos de barba, otros usando keffiyas (pañuelos tradicionales) a cuadros rojos.

Figuraba entre esas fotografías un rostro fresco. Hamzza Abu Hammdah A'ayash nació en 1988 en la septentrional ciudad marroquí de Tetouan, y a los 19 años ya había decidido qué quería hacer de su vida.

Dio su número telefónico al reclutador, aportó 50 euros (unos 73 dólares), un reloj y su pasaporte a la causa. No necesitaría identificación. En el espacio en blanco para indicar el oficio, anotó "istishhadi", martirologio.

El informe también cita algunas de las principales debilidades de las operaciones de Al Qaeda en Iraq, entre ellas las dificultades para vincular los objetivos globales de la red terrorista con el contexto inmediato de la insurgencia en Iraq.

Hace poco, Al Qaeda en Iraq dejó de usar ese nombre e instituyó un emirato imaginario, el Estado Islámico de Iraq, para apelar a los insurgentes sunitas (la mayoría de los cuales no apoyan su doctrina terrorista), líderes religiosos partidarios de la guerra santa en el exterior y potenciales reclutas extranjeros.

"Los Registros de Sinjar ejemplifican el fundamental desafío estratégico de Al Qaeda en Iraq: combinar las demandas ideológicas de sus adeptos en todo el mundo con las preocupaciones prácticas de iraquíes relativamente seculares", señaló el informe.

Al Qaeda también depende fuertemente de mercenarios sirios, colaboradores independientes y redes de contrabandistas, más que de miembros leales de la organización, una debilidad que Estados Unidos debería explotar, según el reporte.

De los 606 registros totales, 42 por ciento mencionaron al menos un contacto en Siria.

El cuestionario también pide a los reclutas el nombre de su "coordinador" (el traficante humano que los condujo a Iraq), así como cuánto dinero les pidieron por el cruce de la frontera, un dato que sugiere que Al Qaeda no confía en su red siria.

"Si las redes logísticas sirias de Al Qaeda son verdaderamente dirigidas por mercenarios, hay muchas opciones políticas disponibles para manipularlos. Es casi inconcebible que la inteligencia siria no haya intentado ya penetrar estas redes, pero eso no descarta que las agencias estadounidenses intenten lo mismo", según el informe.

El estudio también sugiere que hay más combatientes extranjeros procedentes de África septentrional de lo que se pensaba. Específicamente de Libia, hoy aliado de Estados Unidos en la "guerra contra el terrorismo".

Más de 40 por ciento de los luchadores dijeron ser ciudadanos de Arabia Saudita. La cifra parece consistente con los datos ofrecidos por altos funcionarios militares al diario estadounidense Los Angeles Times en julio de 2007.

Casi 19 por ciento de los reclutas afirmaron ser naturales de Libia. Siria, Yemen y Argelia. Los marroquíes constituyen 6,1 por ciento.

"La vasta mayoría (82,4 por ciento) de los libios que registraron su ruta a Iraq llegaron por la misma vía: pasaron por Egipto y volaron luego a Siria. Este reclutamiento y la red logística está probablemente vinculada al Grupo Libio de Combate Islámico (LIFG), que tiene extensos vínculos (no todos positivos) con grupos islamistas egipcios y argelinos", establece el informe.

EL LIFG surgió en 1995 entre libios que habían combatido como mujahidines contra las fuerzas soviéticas en Afganistán. Inicialmente organizado para derrocar al régimen de Muammar Ghadafi e instalar un gobierno islamista, esta organización se plegó luego a la agenda mundial de Al Qaeda.

Algunos analistas sugieren que la conexión libia refleja un posible aumento de los combatientes procedentes de países norafricanos, así como un fortalecimiento de las redes regionales afiliadas a Al Qaeda.

El principal movimiento islamista insurgente de Argelia, el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), explotó la "marca" Al Qaeda en 2007, rebautizándose Organización Al Qaeda en el Magreb Islámico.

"El GSPC es el epicentro del jihadismo en esta región. Este grupo recluta jóvenes, les brinda entrenamiento básico y luego los envía a Iraq a través de Europa, Sudán o Siria", dijo Noureddine Jebnoun, profesor de la estadounidense Universidad de Georgetown.

La pobreza, la alienación cultural y el autoritarismo continúan alentando la violencia, y el movimiento salafista "sigue siendo una opción muy atractiva para jóvenes norafricanos desilusionados", sostuvo Jebnoun.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe