La sociedad civil italiana concentrará las actividades del Día de Movilización y Acción Global, convocado por el Foro Social Mundial (FSM) para este sábado, en reiterar su compromiso con el pueblo palestino.
"Este FSM descentralizado ofrece a los movimientos democráticos palestinos la oportunidad de pedirle a Europa que intervenga y frene lo que Nelson Mandela (presidente de Sudáfrica entre 1994 y 1999) definió como 'el nuevo apartheid de nuestro siglo'", dijo ex candidato presidencial palestino Mustafa Barghouthi.
El apartheid fue el sistema oficial de discriminación racial contra la mayoría negra de Sudáfrica, que se extendió hasta 1994.
Barghouthi habló desde Ramalá durante una conferencia de prensa del FSM realizada el martes en Roma.
La campaña internacional palestina para poner fin al sitio israelí sobre Gaza proclamó el 26 de enero "día internacional de acción" contra esa operación. En su apoyo, organizaciones pacifistas de Israel y de los territorios ocupados, así como sus simpatizantes en todo el mundo, organizarán actos de solidaridad.
Por estos días, Gaza, una de las tres áreas que componen el territorio palestino ocupado por Israel en 1967 —junto con Jerusalén oriental y Cisjordania—, se encuentra sofocada por el sitio y por las restricciones impuestas al suministro de alimentos y electricidad.
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), que no reconoce a Israel y ganó las elecciones de enero de 2006, controla Gaza por las armas, no la Autoridad Nacional Palestina con sede en la cisjordana ciudad de Ramalá.
El gobierno de Ehud Olmert, en especial el ministro de Defensa, Ehud Barak, alega que el sitio es respuesta a los reiterados ataques con misiles Qassam lanzados por palestinos desde Gaza y que afectan a ciudades israelíes cercanas.
Combatientes detonaron explosivos el miércoles para despejar la custodia del paso hacia Egipto alrededor del poblado de Rafah. Según cálculos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 350.000 palestinos cruzaron la frontera para abastecerse de productos básicos.
"En estos últimos meses, los ataques israelíes aumentaron de modo desastroso. Gaza experimenta una fuerte crisis humanitaria: agua, alimentos, combustible y medicinas se están terminando debido al embargo ordenado por Israel", explicó Barghouthi.
Más de 60 por ciento de la población está desempleada, dijo. Las incubadoras para recién nacidos carecen de electricidad para funcionar, y cirugías que podrían salvar vidas ya no pueden realizarse.
"Un país entero se está hundiendo en la Edad Media. Esto no es una venganza contra Hamas, sino contra 1,5 millones de palestinos", sostuvo Barghouthi.
Organizaciones israelíes y palestinas procurarán aprovechar la jornada de este sábado para despertar conciencia internacional sobre la situación de Gaza.
Para el sábado, el Comité Nacional para la Conmemoración de la Nakba ("catástrofe", palabra con que los palestinos designan su expulsión del entonces recién creado Israel, en 1948) y la campaña palestina contra la construcción de un muro alrededor Cisjordania prepararon protestas simbólicas en sitios cercanos a esa instalación.
Por el otro lado, un centro israelí de información alternativa también hará campaña contra la ocupación.
Organizaciones pacifistas israelíes, palestinas e internacionales, en coordinación con la campaña no partidaria Finalizar el Sitio, convergerán a ambos lados del cruce de Erez, entre Israel y Gaza.
Los israelíes intentarán enviar un convoy de alivio, transportando mercaderías recolectadas por ellos mismos.
Activistas se reunirán simultáneamente en Italia para reclamar el fin del sitio. Acción por la Paz, organización que incluye a grupos femeninos y sindicatos, entre otros, celebrará una conferencia de apoyo bajo la consigna "La voluntad para resistir y el coraje para negarse".
"Al margen de la condena por el agravamiento de la crisis humanitaria y los pedidos de permitir el ingreso de medicinas y combustible, hasta ahora nadie demandó reabrir los cruces para personas y mercaderías, y el fin del embargo que está sofocando a Gaza", escribió el martes Luisa Morgantini, vicepresidenta del Parlamento Europeo, en el periódico italiano Liberazione.
"Terminar el sitio también representa la única manera de frenar el lanzamiento de misiles Qassam por parte de los palestinos contra civiles israelíes, método condenable, contraproducente y una señal de falta de poder y de ira, no de resistencia", agregó.
"Necesitamos romper el silencio y actuar. Italia y Europa deberían responder al llamado de Salam Fayyad (primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina) para 'salvar a Gaza del dolor' y apoyar a los muchos israelíes y a la mayoría de palestinos que quieren paz y derechos equitativos, y que todavía hallan el coraje para negarse, y la tenacidad para resistir en la lucha popular y no violenta", expresó la europarlamentaria.
Lama Hourani, de la Comisión Internacional de Mujeres con sede en Gaza, participará el sábado en una manifestación en Roma.
"Estoy aquí gracias al compromiso de grupos italianos solidarios y muy activos, como Mujeres de Negro y Acción por la Paz, y otras organizaciones de voluntarios y de derechos humanos que vienen a Palestina a menudo para apoyar a los palestinos", dijo Hourani a IPS.
"Movilizar gente, también fuera de Palestina, es clave para nuestra causa", sostuvo.
Su organización aspira a informar a los ciudadanos europeos sobre la situación real de Gaza, el motivo por el que los palestinos están sufriendo y qué puede hacerse por ellos, dijo.
Una conciencia mayor sobre el asunto en Europa "podría ayudar a presionar a los gobiernos", opinó.
Gaza se encuentra en una situación muy difícil, señaló, mientras que "los estadounidenses se niegan a cualquier resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en relación a esa situación".
Hourani dijo no haber logrado contactar a sus amigos y familiares en Gaza en estos últimos días. "Les he enviado correos electrónicos, pero nadie responde, supongo que porque no tienen electricidad", declaró.
El violento cruce de la frontera con Egipto que protagonizaron los palestinos es una reacción normal por parte de personas desesperadas a las que se les niegan los derechos humanos básicos, planteó Hourani.
"¿Qué podemos esperar de personas sometidas a semejantes acciones durante tanto tiempo? La desesperación, la indignación y el odio no pueden dar ningún resultado positivo a nadie. Así que esto era absolutamente predecible", sostuvo.
