LITERATURA-CUBA: Exploradores de redes digitales

Nuevas formas de entender la realidad y, sobre todo, de narrarla, comienzan a emerger en sectores de la joven literatura cubana, que tratan de ampliar la mirada a un entorno cultural más globalizado mediante Internet y las redes de correo electrónico.

Con el impulso de las tecnologías informáticas, que facilitan la producción y distribución de mensajes, publicaciones digitales elaboradas al margen de las instituciones culturales han surgido en Cuba en los últimos dos años, entre ellas The Revolution Evening Post (TREP), presentado como "un e-Zine de Escritura Irregular".

Concebido por tres escritores cubanos Jorge Enrique Lage, Ahmel Echevarría y Orlando Luis Pardo, el núcleo de esta revista electrónica (e-Zine) bimensual son textos de no ficción de autores extranjeros.

Esos escritores fueron reunidos por el interés de difundir "una manera de entender la literatura, de leer, un pensamiento detrás de la escritura", declaró Lage a IPS.

En los cinco "episodios" publicados hasta el momento, TREP ha utilizado material de escritores como los chilenos Roberto Bolaño (1953-2003), Álvaro Bisama y Alejandro Zambra, los argentinos Rodrigo Fresán y Gonzalo Garcés, y el peruano Santiago Roncagliolo.

Cada número comienza con una frase, en la cual los hacedores dicen haber aceptado, sin "ceremonia de iniciación" la invitación a "formar parte de la literatura chilena en Cuba", una suerte de reescritura del inicio de la novela "Los detectives salvajes", de Bolaño, cuya figura resulta central en la propuesta de la revista.

Este escritor nacido en Chile, pero que vivió la mayor parte de su vida en México y España, estuvo entre los fundadores del movimiento poético infrarrealista en los años 70, que se opuso a la institucionalidad de la cultura y a cualquier límite impuesto a la belleza y a la libre expresión individual de lo humano.

"Nos interesa apuntar a una literatura diferente, que busca en el espacio extranjero, por eso lo de 'chilena' se convierte en una metáfora de lo ajeno, de lo lejano, de lo que está en la antípoda y la afinidad que podemos establecer con eso, el corte en la tradición, mirar a otra parte", dijo Lage, de 27 años, autor de libros como Yo fui un adolescente ladrón de tumbas (2005).

A su juicio, en la literatura latinoamericana existe una especie de "paradigma Bolaño", opuesto a la atención que han suscitado autores como el colombiano Gabriel García Márquez y el argentino Julio Cortázar. "Nos interesa el Bolaño opinador, que ha reflexionado sobre la literatura, que tiene una visión encontrada con el establishment literario en general", agregó.

Esa actitud de enfrentamiento a lo establecido puede adivinarse desde el título, que parte de la apropiación de un nombre "bien lejos de lo conceptual literario, que detona una vocación más mediática", asegura Pardo.

"También es un gesto provocador, en medio de un gran discurso donde hay mucha revolución con un sentido trascendente, como algo deseable, aquí aparece la palabra en un discurso que será un poco más desplazado, un poco menos central", indicó este narrador y fotógrafo de 36 años, editor de la revista literaria Extramuros.

"A lo mejor es más visible decir The Revolution Evening Post y queda abierta una serie de sentidos posibles: revolución de la escritura, del pensamiento, de lo literario, revolución de la revolución", sostuvo.

La revista se distribuye gratuitamente en formato pdf por correo electrónico a unas 300 direcciones dentro y fuera de la isla, aunque sus hacedores estiman que sólo unas decenas podrían estar leyéndola.

Aparece también en unas pocas páginas en Internet y en blogs (sitios periódicamente actualizados que a menudo funciona como un diario personal de consulta pública y suele ser dirigido por su propio autor), desde donde es posible descargar sus "episodios".

En este país caribeño, el acceso a los correos electrónicos está restringido a personal extranjero, estudiantes universitarios, profesionales e intelectuales, que trabajan en dependencias estatales y a funcionarios.

Como alternativa, algunas oficinas de correo ofrecen servicios de acceso a Intranet (red nacional), con un buzón electrónico incluido.

Al lector tradicional de publicaciones literarias, al menos en Cuba, podría chocar la propuesta visual de TREP, conformada con imágenes tomadas de Internet o de revistas estadounidenses como Playboy, Maxim y Rolling Stone, que no se ruborizan ante muchachas desnudas, iconos de la publicidad o escenas distantes de cualquier pensamiento moralista.

"Estamos intentando generar una visualidad más cercana al universo de lo light, de lo pop", señala Echevarría, de 33 años. "Este e-Zine no intenta ser un espacio cultural y literario grave, sino todo lo contrario, algo más bien leve, que genere otro tipo de asociaciones, de lecturas", dice.

La levedad, "un anagrama apócrifo de libertad", según Pardo, parece un concepto esencial en el discurso de los creadores de TREP, que pese a su aún reciente incursión en la literatura, han ganado varios de los principales concursos nacionales de narrativa en el último lustro.

"Tratamos, como gesto que se inserta en la tradición de lo ligero, de quitar peso, de circular nombres, de circular ideas, maneras de leer lo literario, lo que ha quedado fuera de lo literario, lo pornográfico, la caricatura, las narraciones malas, los autores menores, los que desaparecieron, los que no formaron parte del canon", argumenta Pardo.

"TREP propone la libertad de narrar, la pasión y la aventura de la lengua, la libertad de desnudarse en una céntrica calle habanera, de hacer el amor en la escalinata de la Universidad de La Habana o en la Plaza de la Revolución, la libertad de fundar el siglo XXI cubano, un poco más polisémico, más abierto", añade.

Sin embargo, Pardo reconoce que ese "movimiento de liberación" desde la literatura, "donde se puedan narrar muy tranquilamente una serie de tópicos y fenómenos sin pensar en que estamos haciendo un gesto irreverente, problemático", puede ser entendido por la sociedad como "iconoclasta" e, incluso, "disidente".

En un país donde todas las editoriales dependen del Estado, el trío de creadores de TREP no teme, sin embargo, ser marginado por las opiniones críticas que manifiesta en sus artículos o traslucen sus textos de ficción. Entre los tres han publicado hasta ahora una decena de volúmenes de narrativa.

"El hecho de que necesariamente todos los libros deban ser publicados por editoriales estatales es un elemento con el que hay que lidiar, esos son los bueyes, con ellos tenemos que arar", afirmó Echevarría.

"El hecho es hacer, el hecho es escribir", aseveró el autor de los libros Inventario y Esquirlas, aparecidos el pasado año.

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