Los nidos de flamencos rosados (Phoenicopterus ruber ruber), que experimentaron una brusca caída con las sequías cubanas de 2004 y 2005, vivieron un boom el año pasado, con la normalización de las lluvias. Se contabilizaron 140 mil ejemplares, entre adultos y crías, en la desembocadura del río Máximo en la provincia de Camagüey, a 534 kilómetros de La Habana, dijo a Tierramérica José Jomarrón, experto en áreas protegidas.
Científicos y residentes de la comunidad de La Mola, Camagüey, finalizaron a mediados de agosto un proceso de identificación de 300 nuevos ejemplares de flamencos rosados.
Les colocaron un anillo de color naranja, visible a gran distancia, para controlar rutas migratorias, comportamiento, tiempo de vida, edad reproductiva y otros aspectos, explicó Jomarrón.
Los flamencos viajan anualmente desde todo el Caribe y las Antillas para refugiarse en la desembocadura de los ríos Máximo y Camagüey, a fin de reproducirse.