Un vivero que albergará cinco mil especies de árboles y otras plantas, algunas en peligro de extinción, fue inaugurado en las alturas del parque nacional El Ávila, que comprende la montaña que separa a Caracas del litoral sobre el mar Caribe. «El vivero fue diseñado con principios ecoeficientes para el ahorro de agua, energía y materiales, incluyendo un equipo de composta para reciclar residuos orgánicos y generar unos 20 metros cúbicos de tierra de excelente calidad cada año», dijo a Tierramérica Diego Díaz, de la organización ambientalista Vitalis, patrocinadora de la iniciativa.
Díaz explicó que 60 por ciento de las nuevas plantas ayudarán a la reforestación, mientras que el resto permitirá obtener «hijos» o «pies de cultivo» de especies autóctonas como el casi extinto nogal de Caracas (Juglans venezuelensis), la palma bendita (Ceroxylon klopstockia), el yagrumo (Cecropia peltata) y el araguaney (Tabebuia chrysantha), amenazadas por incendios, lluvias y sobreexplotación por usos religiosos.