La planta Licancel de la empresa chilena Celulosa Arauco y Constitución (Celco), ubicada en la central región del Maule, es acusada de la muerte de cientos de peces y aves acuáticas que habitan en el río Mataquito, donde descarga sus residuos. El desastre es investigado por la justicia y atribuido a Celco por el hallazgo de tuberías clandestinas.
«No estamos frente a un desastre ambiental sino a un crimen. Celco actuó de forma dolosa», aseguró a Tierramérica Lucio Cuenca, del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales.
Celco, que en 2005 fue acusada de la muerte de cientos de cisnes de cuello negro en el río Cruces –donde otra de sus plantas vierte desechos–, reconoció «anomalías» en el funcionamiento de Licancel y el día 11 destituyó a tres ejecutivos, pero arguyó que aún no está demostrada su responsabilidad.