La Unión Europea (UE) gastará este año más de 35 por ciento de los 156.000 millones de dólares de su presupuesto en apoyar a la agricultura, aunque los trabajadores de ese sector representan menos de cinco por ciento de la fuerza laboral del bloque.
Al concentrarse de modo tan desproporcionado en la agricultura, se desdibuja la autoridad moral de la UE para reclamar la liberalización del comercio de alimentos en los países pobres, donde a menudo 70 por ciento de los habitantes dependen de esa actividad para ganarse la vida.
La agricultura se volvió el rubro más polémico de la ronda de negociaciones comerciales de Doha, que fue lanzada en la capital de Qatar en 2001.
Representantes de cuatro actores clave de la agricultura mundial —la UE, Estados Unidos, India y Brasil— se reunieron los días 11 y 12 de este mes en Nueva Delhi para explorar las áreas de discrepancia en busca de terreno común.
Aunque acordaron impulsar el diálogo, las diferencias entre India y Brasil siguen siendo vastas.
India lidera esfuerzos de los países en desarrollo en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para impedir la liberalización sin límites.
Aftab Alam Khan, director de la campaña comercial de la organización no gubernamental ActionAid, llamó a India a resistirse a la presión de la UE y de Estados Unidos, que pretenden que suavice su posición.
"Proteger la agricultura en el mundo pobre es un asunto de vida o muerte. Solamente en India hay 350 millones de cultivadores pobres", dijo a IPS.
"La UE mantiene sus políticas hipócritas. Intenta proteger su propia agricultura, cuando apenas tres o cuatro por ciento de los habitantes de la UE están involucrados en la agricultura, ante 70 por ciento en los países pobres. El nivel de desarrollo y la escala de la pobreza también son muy diferentes", señaló.
Pero Michael Mann, portavoz sobre asuntos agrícolas de la Comisión Europea, brazo ejecutivo de la UE, dijo que los activistas contra la pobreza representan de modo erróneo la posición del bloque.
La reducción de aranceles que la UE pretende para India equivale a dos tercios de la propuesta para países más ricos, afirmó.
La UE procura elevar sus exportaciones de mercaderías con valor agregado a India y no se hizo eco de los reclamos de Estados Unidos en cuanto a que India demande menos "productos especiales", agregó.
Junto con Indonesia y Filipinas, India pide no tener que reducir los aranceles a las importaciones de "productos especiales" como maíz, algodón y arroz.
Los fabricantes europeos de vinos y licores están ansiosos por impulsar sus ventas a la floreciente clase media de India. La UE se quejó ante la OMC por el gravamen indio de 550 por ciento las importaciones de licores y de 264 por ciento para las de vino.
Es probable que la UE pida al órgano de resolución de disputas de la OMC que revise los impuestos en una reunión que se realizará el día 24. Pero Nueva Delhi señaló que puede presentar legislación sobre aranceles reducidos antes de esa fecha, para impedir una escalada en la disputa.
"Es absolutamente equivocado decir que nos salimos de nuestro camino para perjudicar a los indios. En contraste con Estados Unidos, somos favorables a los indios en materia de productos especiales. Y de ningún modo estamos intentando debilitar a quienes se dedican a la agricultura de subsistencia", dijo Mann.
"Las organizaciones no gubernamentales dedicadas al desarrollo tienden a alinear a la UE con Estados Unidos, pero nuestras posiciones son completamente diferentes. Nosotros proponemos reducir 70 por ciento nuestros subsidios distorsionantes del comercio, mientras que los estadounidenses gastan más en esas subvenciones que perjudican específicamente a los mercados indios", agregó.
Aunque Estados Unidos había ofrecido reducir 53 por ciento su apoyo interno a la agricultura en las conversaciones de Doha, está aumentando su gasto en agricultura en el marco de su recién aprobada ley agrícola.
Peter Mandelson, comisario europeo de Comercio, quiere la ronda de Doha avance antes de junio, cuando expire el mandato dado por el Congreso legislativo de Estados Unidos a la representante de Comercio del país, Susan Schwab.
Mandelson dijo que a menos que haya un rápido progreso en las conversaciones, es dudoso que la ronda de Doha pueda conducir a un nuevo acuerdo internacional de comercio este año.
A fines de este mes, el diplomático que preside las negociaciones sobre agricultura en la ronda de Doha intentará inyectarles nuevos bríos.
Crawford Falconer, embajador de Nueva Zelanda en la OMC, va a presentar un documento considerando cuánto progresaron las conversaciones y qué compromisos pueden ser intermediados.
Shelby Matthews, especialista en comercio del Comité de Organizaciones Agrícolas Profesionales de la Unión Europea (COPA), señaló que las propuestas de la UE beneficiarían principalmente a grandes exportadores de alimentos como Australia, Brasil, Canadá y Estados Unidos.
"No serán los países en desarrollo más pobres los que se beneficien", aseguró.
Las exportaciones de mercaderías de los países en desarrollo alcanzaron el año pasado la proporción sin precedentes de 36 por ciento del total, informó la OMC.
Mientras los 50 países designados como "menos adelantados" por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contaron con menos de uno por ciento de exportaciones, ese valor fue el más elevado desde 1980.
"Una conclusión exitosa de la ronda de Doha tiene un gran potencial para impulsar el crecimiento y aliviar la pobreza", dijo Pascal Lamy, director general de la OMC.
"Un acuerdo también proporcionará reglas comerciales más relevantes, ayudando a instaurar una base más estable y segura para el dinámico mercado global de hoy", agregó.
Lamy se esforzó por hallar un denominador común entre Estados Unidos y los países en desarrollo sobre el tema de los "productos especiales". Dijo que el uso de disposiciones sobre ese asunto será restringido y que en el futuro se reducirá. ***** +Unión Europea (http://europa.eu/) +Organización Mundial del Comercio (http://www.wto.org/indexsp.htm) (FIN/IPS/traen-js-mj/dc-ss/wd dv if wt/07)
