La aprobación de la ley de igualdad de mujeres y hombres en el Congreso legislativo español y la firma de un convenio con la ONU para luchar contra la violencia de género marcan un rumbo definitivo en este país, pese a problemas y críticas persistentes.
El Congreso cumplió este jueves el último trámite parlamentario para aprobar la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, con los votos favorables de todos los partidos políticos, excepto la mayor fuerza de oposición, el derechista Partido Popular (PP), que se abstuvo.
Al finalizar la sesión, el presidente del gobierno y líder del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó que con esta ley se pretendía hacer justicia y transformar la sociedad española "para bien, radicalmente y para siempre".
El suyo es el primer gobierno español con la misma cantidad de ministras y ministros y en él juega un importante papel la vicepresidenta primera y portavoz gubernamental, María Teresa Fernández de la Vega.
Respecto de la única oposición a la ley, Marta Ortiz, presidenta de la Coordinadora Española del Lobby Europeo de Mujeres, señaló a IPS que el PP no podrá impedir que la ley favorezca inclusive al sector femenino de ese partido que se verá obligado a disponer la paridad en los puestos directivos y a dar 40 por ciento de las candidaturas a sus mujeres.
Las votantes, simpatizantes o activistas del PP se beneficiarán también en sus trabajos, gozarán de la ampliación del permiso de maternidad y de la aplicación de las normas sobre igualdad en el ámbito laboral y la lucha contra la discriminación y el acoso sexual, añadió.
Enriqueta Chicano, del Comité Nacional de Preparación de la IV Conferencia Mundial de Mujeres y presidenta de la no gubernamental Mujeres Progresistas, afirmó a IPS, que los populares se oponen a cualquier iniciativa del PSOE, aunque signifique cumplir con normativas de la Unión Europea.
El punto de conflicto del PP es la paridad, "pues ellos creen que ya somos todos iguales y que no hay nada que cambiar, lo que no es así", apuntó.
Chicano se manifestó "muy contenta" con la norma pues "redondea una serie de medidas adoptadas anteriormente, como la ley sobre violencia de género, y modifica en la práctica 23 leyes aplicables en diversos ámbitos".
La legislación determina que las empresas con más de 250 empleados estarán obligadas a negociar planes de igualdad, por ejemplo que los consejos de administración de las compañías tengan al menos 40 por ciento de integrantes mujeres, estableciendo un plazo de ocho años para llegar a esa proporción a partir de este jueves.
Además, la ley incluye un permiso de paternidad (licencia laboral) de 13 días para los hombres, plazo que se irá ampliando hasta llegar a los cuatro meses en 2013. Asimismo, habrá exenciones de pago a la seguridad social y subsidio de maternidad a cargo del Estado para las madres menores de 21 años, aunque no hayan cotizado hasta el momento de dar a luz.
Uno de los puntos de la ley que llevó al PP a abstenerse consigna que en las elecciones convocadas para el 27 de mayo en las comunidades autonómicas y municipios, las mujeres deberán representar ocupar al menos 40 por ciento de los lugares de las listas electorales, excepto en localidades con menos de 5.000 habitantes.
Susana Camarero, diputada y portavoz del PP en el Congreso para políticas sobre igualdad, afirmó que esta era la primera vez en la historia española que se modificaba una ley electoral sin el respaldo de los dos partidos mayoritarios.
La diputada calificó a Zapatero de "feminista de salón que no escucha a las mujeres" y subrayó que la ley está dirigida a las elites, pues "es poco ambiciosa" y "no enfrenta los problemas reales", si bien no especificó cuáles eran.
Tras la votación, Zapatero se reunió con medio centenar de mujeres de organizaciones feministas y se fotografió con ellas en la escalinata del Congreso, mientras éstas gritaban: "¡Ista, ista, ista, Zapatero feminista!".
El secretario general del PP, Ángel Acebes, consideró absurda y excluyente la ley y aseveró que su fuerza política no podría presentar una lista integrada sólo por mujeres en el municipio tinerfeño de Garachico, como estaba previsto, porque la ley también establece que al menos 40 por ciento de los candidatos sean varones.
Algunos partidos minoritarios que apoyaron la norma manifestaron disconformidad con ciertos aspectos, pues consideraron que no resolvía todos los problemas relativos a la igualdad de género.
Pero este jueves, las mujeres fueron protagonistas y acapararon la atención de los medios de comunicación.
La secretaria de Estado de Cooperación Internacional y ex presidenta de la organización no gubernamental Solidaridad Internacional, Leire Pajín, formalizó un convenio con el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem) para contribuir a eliminar la violencia de género.
España es el primer país donante para esa iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde 2006, y este año contribuirá con tres millones de euros (aproximadamente 3,9 millones de dólares). El país sumó el año pasado 16 millones de euros (20.800.000 millones de euros) en aportaciones voluntarias, y elevará esa cifra en el transcurso de 2007.
Noeleen Heyzer, directora de Unifem, sostuvo que "los españoles no se imaginan la reputación internacional que tiene su país", en referencia a la ley aprobada este jueves, y explicó que "en los últimos meses, España está en todas las conversaciones en la ONU porque está avanzando mucho".
Pajín puntualizó que su gobierno continuaría trabajando para alcanzar la igualdad de género también fuera de las fronteras españolas y en especial en los países del Sur en desarrollo.
"La feminización de la pobreza tiene ya un carácter crónico en los países del Sur", por lo que estimó "muy importante" que en las actuaciones de Unifem se incluya siempre "una mirada de género".
