El triunfo obtenido en las elecciones parlamentarias de Serbia de la víspera por el ultranacionalista Partido Radical Serbio, con casi 29 por ciento de los votos, pone en dificultades al presidente Boris Tadic, del reformista Partido Demócrata, para formar nuevo gobierno.
Es que, pese a ser el partido más votado, los analistas entienden que los partidos en favor de consolidar la democracia y reformistas, que mantendrán la mayoría absoluta en el Congreso legislativo, lograrán acuerdos finalmente.
Los primeros cómputos oficiales emitidos al término de los comicios del domingo, en los que participaron 60,1 por ciento de los 6,6 millones de ciudadanos habilitados, indican que el Partido Radical Serbio consiguió 28,7 por ciento de los sufragios, seguido del Partido Demócrata, con 23 por ciento, y del nacionalista moderado Partido Democrático de Serbia, del primer ministro Vojislav Kostunica, con 16,7 por ciento.
"Ningún partido es capaz de formar un gobierno por sí solo, y será necesaria una coalición", señaló a IPS el analista Vladimir Goati. "Las negociaciones serán largas y complicadas, pero los partidos prodemocracia tienen suficiente tiempo a su disposición para pensar todo de nuevo", añadió.
La Constitución estipula un plazo de 90 días después de las elecciones para formar un gobierno. Goati, como muchos otros analistas, pronosticó que el Partido Demócrata y el Partido Democrático de Serbia serán el esqueleto de uno nuevo.
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"Ellos necesitarán otros partidos más pequeños para tener un gobierno estable, y tienen por lo menos uno a su disposición", dijo a IPS el analista Slavisa Orlovic.
Uno de ellos es el reformista G 17 Plus, liderado por Mladjan Dinkic, hasta hace poco ministro de Finanzas. El otro es el Partido Democrático Liberal, constituido hace apenas meses por Cedomir Jovanovic, ex integrante de la cúpula del Partido Demócrata. Ambos tienen siete y 5,5 por ciento de los votos respectivamente.
"Uno no debería olvidar que, después de todo, 52 por ciento de los votos fueron para los partidos prodemocracia", dijo Orlovic.
Los sufragios restantes fueron para los socialistas del fallecido ex presidente Slobodan Milosevic (1941-2006), quien gobernó de 1989 a 2000, y para los partidos minoritarios de húngaros, albaneses de la meridional región serbia de Kosovo, bosnios de la región de Sanjak y partidos gitanos.
El presidente Tadic dijo a los periodistas que "la mayoría de los votos fueron para partidos pro-europeos". Agregó que "Serbia debería obtener un gobierno estable y de mayoría a la brevedad posible, porque la vida no puede esperar más tiempo".
Según la Constitución, el presidente debería dar al partido más grande, esta vez el Partido Radical Serbio, la primera chance de formar gobierno. Pero ningún partido político desea ingresar a una coalición con él y, por tanto, no puede formar gobierno por su cuenta con sólo 81 legisladores en el parlamento de 250 escaños.
"Es por eso que el mandato será propuesto a un partido que pueda ofrecer un gobierno estable", dijo Tadic. "Aspiramos a brindarle una vida mejor a las personas en Serbia, y a una Serbia europea", agregó.
El Partido Radical Serbio se opone a cooperar con el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (ICTY, por sus siglas en inglés) o a entregar a los restantes acusados, como Ratko Mladic, quien en la época de la guerra era comandante serbo-bosnio.
También se opone a cualquier forma de soberanía para la provincia de Kosovo, administrada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que está por obtener por lo menos una independencia limitada este año.
Los dos asuntos son los más importantes que enfrentará cualquier futuro gobierno de Serbia.
Entregar a Mladic significa que las conversaciones por el Acuerdo de Estabilización y Asociación con la Unión Europea serán destrabadas. Ese acuerdo puede conducir a una eventual membresía del bloque continental.
Las negociaciones fueron suspendidas en mayo porque Serbia no cumplió con el plazo para el arresto y la extradición de Mladic. Las conversaciones sobre el estatus de Kosovo continuaron durante casi un año, con mediación de la ONU. El esquema para una solución será presentado por el negociador de la ONU Martti Ahtisaari para fin de mes.
"Ahora es el tiempo de que los partidos serbios, que tienen que formar un gobierno de coalición, hallen la respuesta de un estadista a esos temas y conduzcan a la nación fuera de la crisis", declaró el prestigioso analista Ljubomir Zarkovic al popular canal de televisión B92. "La estabilidad de la región depende de eso, mientras que los problemas restantes tienen que ser finalmente resueltos después de muchos años".
El alto representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, dijo tener muchas esperanzas de "que pueda formarse un gobierno con fuerzas pro-europeas y democráticas".