GLOBALIZACIÓN: La clave está en Europa y América Latina

América Latina y Europa pueden y deber jugar un papel clave para que la globalización adquiera un carácter positivo, coincidieron el ex presidente portugués Mario Soares y el ex director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza.

Soares, presidente del Consejo Directivo de IPS, ex primer ministro y ex mandatario de Portugal (1986-1996), y Mayor Zaragoza, miembro del Consejo Internacional de Fideicomisarios de esta agencia de noticias y presidente de la Fundación para una Cultura de Paz, son los autores del libro "Un diálogo ibérico en el marco europeo y mundial".

La obra fue presentada en la nororiental ciudad española de Barcelona por los ex presidentes de la Comunidad Autónoma de Cataluña, Jordi Pujol y Pasqual Maragall, y por el escritor portugués José Saramago, galardonado en con el premio Nobel de Literatura.

Soares dijo a IPS que el propósito de construir este libro dialogando es que España y Portugal, como miembros de la Unión Europea (UE), demuestren a sus socios "que América Latina es un aliado natural y de extrema importancia para Europa".

En ese plano, "portugueses y españoles, con larga relación con América Latina, debemos tener una estrategia convergente para conducir a la UE a ocuparse de esa región y ser solidarios con ella", añadió.

Mayor Zaragoza puntualiza en el libro que Europa puede llegar a ser un gran valedor de los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio (ODM) y que para ello debe recuperar los principios democráticos de su pasado. Y a ese respecto advirtió de que "el gran poeta Antonio Machado dijo que es de necios confundir valor y precio".

Los ODM fueron adoptados por la comunidad internacional en 2000 con la declarada intención de abatir definitivamente el hambre, la pobreza y la desigualdad en todo el mundo, mejorar sustancialmente la salud infantil y materna y la educación, acabar con las injusticias de género y lograr un compromiso global con el desarrollo sustentable y el comercio justo.

"No se debe seguir mirando hacia otra parte mientras se siguen quebrantando las recomendaciones, avaladas por la comunidad científica, en relación al medio ambiente, a la salud del mar y de la tierra, a la actuación del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial y de los bancos regionales", agrega Soares.

Esas instituciones "están al servicio de los países más prósperos, mientras la existencia de paraísos fiscales sigue amparando los tráficos de armas, de drogas, de personas y las actividades de las grandes corporaciones multinacionales en medio de la mayor impunidad", prosigue.

Soares apunta, siempre en el libro, con que no basta denunciar lo malo, sino que hay que indicar caminos. Pues "los Objetivos del Milenio son excelentes, pero no se cumplen, representan una piadosa intención".

Mayor Zaragoza, director general de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) entre 1987 y 1999, comenta que "sólo Europa podría ahora liderar una transformación urgente de las Naciones Unidas, desde la hegemonía y la plutocracia a la democracia!… Activar el multilateralismo y dotar al mundo del marco supranacional que representan las Naciones Unidas. Sólo así podrían cumplirse los Objetivos del Milenio".

El político portugués señala que "el neoliberalismo es responsable de estas sociedades sin valores donde florece el egoísmo, el culto a la violencia y el principio del sálvese quien pueda: el dinero es lo que más cuenta". Y pregunta: "¿Será posible imponer reglas éticas capaces de reglamentar la globalización?".

La réplica es terminante: "La conciencia de que la situación actual es insostenible va aumentando. Y dos actores, que pueden ser decisivos, la sociedad civil y un efectivo sistema de Naciones Unidas, se van perfilando como la solución más adecuada y verosímil".

A esa solución "quizá más pronto de lo que imaginan, deberán recurrir los países que hoy ostentan liderazgos mundiales de alguna dimensión".

Soares insistió en que se deben combatir los paraísos fiscales, "lugares donde pasa mucho dinero procedente de la corrupción, incluso de 'respetables' multinacionales con sede en países ricos y por donde se integra el llamado dinero sucio en los circuitos financieros que dominan el planeta".

También se refirió a "la vergüenza que representa la existencia de la Política Agrícola Común de la UE y las subvenciones que se otorgan a ciertos productos agrarios para defenderlos de la competencia de los países de América Latina".

Mayor Zaragoza insistió en que Europa debe jugarse para disminuir la desigualdad, pues "formamos parte del veinte por ciento de la humanidad que disfruta del ochenta por ciento de los recursos de toda índole, incluido el conocimiento. Ello significa que el ochenta por ciento debe vivir con el veinte por ciento de los recursos".

Entre los gastos absurdos destacó el dedicado a las armas. "Es un macabro disparate y una irresponsabilidad increíble que el mundo siga viviendo bajo la amenaza de diez mil cabezas nucleares, que es la cantidad que se calcula que existe en estos momentos".

Sobre ese tema, Soares manifestó que "la cuestión del próspero comercio (ilegal) de armas y de la proliferación de armas nucleares, que constituyen un riesgo inmenso para la humanidad, junto a la incapacidad que la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y las grandes potencias han hecho gala para acabar con ese flagelo, son síntomas terribles de los inmensos peligros que pesan sobre nuestro futuro colectivo".

Ante todo ello, ambos coinciden en que habrá una revolución mundial para cumplir los Objetivos del Milenio. Mayor Zaragoza subraya que "habrá una revolución que no será armada, la gente dirá no". Y citó a Saramago, presente en el acto, quien ha afirmado que "no está lejos el momento en que nadie cumplirá las normas", para que "el siglo XXI sea el siglo de las personas que, quizás por primera vez, pueden tener un papel activo de rechazo o de aceptación".

Para ello, "debemos convencer a todos, en un auténtico movimiento mundial, hoy posible gracias a los medios de telecomunicación, de que la resignación y la sumisión han terminado y que corresponde a cada uno ocuparse del futuro de sus hijos. Pasar de súbdito a ciudadano depende de cada uno que, debidamente motivado, pasa de espectador pasivo a actor".

"Gracias a los ibéricos fue posible el gran encuentro con América. Ahora los ibéricos deben, gracias a su relación histórica y, sobre todo, a la misma manera de mirar hacia el mañana, facilitar los encuentros conducentes a un mundo nuevo", añadió Mayor Zaragoza.

El libro termina con dos citas. La del poeta portugués Fernando Pessoa: "unos gobiernan el mundo… ¡otros son el mundo!" y la del español Miquel Martí i Pol: "que todo está por hacer y todo es posible… ¿Quién, sino TODOS?".

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