CHILE: Campaña global contra industria salmonera

«Globalicemos también los derechos» es la consigna de la semana de acción contra los abusos de la industria salmonera, que llevarán a cabo hasta este sábado más de 30 organizaciones ambientalistas y de consumidores de siete países productores de salmón cultivado, Chile incluido.

Este martes se inició una ofensiva publicitaria contra esta próspera industria acusada en Chile de contaminar las aguas, depredar especies con las que se alimentan los salmones y promover el empleo insalubre y los bajos salarios.

La semana de acción global, que comenzó el domingo y concluirá este sábado, es parte de las actividades de "Pure Salmon Campaign" (Campaña Salmón Puro), en la que participan desde hace varios años numerosas organizaciones de la sociedad civil de los principales países productores y consumidores de este delicado pescado.

Todos los días se realizan actividades en Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Noruega, Bélgica y Chile, a través de las cuales se informa a la población sobre los problemas ambientales, sociales y de salud asociados al cultivo de salmón.

"El proceso de globalización ha generado enormes oportunidades para la economía de nuestro país. Sin embargo, esta bonanza no ha ido a la par con la extensión de derechos en los ámbitos laborales y ambientales", señaló Rodrigo Pizarro, director ejecutivo de la no gubernamental Fundación Terram, institución que lidera la semana en Chile.

"Las prácticas de las empresas salmoneras deben avanzar hacia mejores estándares tanto en lo laboral como lo ambiental", acotó Pizarro, quien dio a conocer este martes las acciones que se realizarán en Chile, junto al integrante de la Campaña Salmón Puro y representante de la no gubernamental National Environmental Trust (NET), Bart Naylor, con sede en Washington.

El salmón no es una especie nativa de las costas chilenas, sino que fue introducida para su cultivo en los años 80. Hoy es el segundo producto de importancia dentro de la canasta exportadora chilena, después del cobre, con un crecimiento proyectado para los próximos años en torno a 20 por ciento.

Naylor sostuvo que una consulta pública realizada en Estados Unidos reveló que la mayoría de los consumidores ignoraban que el salmón que consumían provenía de Chile y que al enterarse de los problemas asociados a su producción, muchos se negaban a seguir comprándolo.

El activista comentó a IPS que sólo la industria salmonera chilena presenta además problemas laborales. En el resto de los países, la preocupación está centrada en las consecuencias ambientales. "Hay comités parlamentarios investigando (este tema) en Canadá y Noruega", donde incluso se ha planteado cerrar los fiordos para que no se sigan cultivando estos peces, dijo Naylor.

De hecho, Pizarro dará a conocer la realidad chilena ante el comité parlamentario de Canadá, en Vancouver, el próximo 19 de octubre.

En tanto, Naylor se reunirá en Chile con el diputado de la oficialista Democracia Cristiana (DC), Patricio Vallespín, quien preside una comisión parlamentaria dedicada a estudiar todos los antecedentes relativos a la industria salmonera de este país, creada luego de una serie de denuncias públicas sobre abusos laborales.

En Santiago, las actividades partieron con la publicación de fotografías con reseñas informativas en diferentes diarios regionales y de circulación nacional, que hablan de las prácticas laborales, la degradación del ambiente y la seguridad alimentaria relacionadas al cultivo de estos peces.

Los afiches muestran a los cuatro integrantes del grupo de rock chileno Chancho en Piedra sentados a una mesa alargada llena de salmones. La imagen alude a la obra de Leonardo Da Vinci, "La última cena". El lema es simple: "Que el salmón no sea nuestra última cena. Globalicemos también los derechos".

En la parte inferior de los avisos, confeccionados por la Fundación Terram con el auspicio de la organización humanitaria internacional Oxfam, hay tres mensajes a la población.

"¿Sabía Usted que los trabajadores y trabajadores de la industria del salmón en Chile laboran más horas y ganan hasta ocho veces menos que sus pares noruegos?", pregunta el primero de ellos.

Se estima que el personal de las empresas salmoneras instaladas en Chile, 40 por ciento de las cuales son extranjeras, ganan en promedio 200.000 pesos, un poco más de 400 dólares por mes.

También se puede leer en el afiche: "¿Sabía Usted que el impacto ambiental de la producción de salmones equivale a verter desechos orgánicos de 7 millones de personas a las costas del sur de Chile?".

El tercer mensaje se refiere a la depredación de esta industria: "¿Sabía Usted que en un mundo donde todavía existe hambre, un kilo de salmón se produce consumiendo 9 kilos de jurel o sardinas?".

La campaña incluye la distribución de cartillas informativas, en forma de menú, acompañadas de salmones ahumados, a editores de medios de comunicación y parlamentarios. Una de las opciones como plato de entrada son los "Bocados de salmón chileno en masa filo con alcaparras, fileteado por mujeres que trabajan extensas jornadas de pie, a bajas temperaturas y haciendo trabajo repetitivo".

El director ejecutivo de Fundación Terram realizará una conferencia de prensa este jueves en un restaurante de Washington, a la que serán invitadas organizaciones de consumidores de Estados Unidos, interesadas en saber cómo se producen los salmones chilenos.

De igual forma, Pizarro adelantó que la televisión abierta de ese país exhibirá el vídeo "Los costos ocultos de la salmonicultura en Chile", realizado por el Observatorio Laboral y Ambiental de Chiloé, que comenzó a funcionar hace tres meses en el sur de este país.

El documental, que también será proyectado en Chile, presenta, entre otras historias, el caso de una trabajadora que laboró durante 11 años en una salmonera y que fue despedida por negarse a trabajar en la noche, avalada por certificados médicos. La mujer recibió como indemnización la irrisoria cantidad de 6.000 pesos, unos 12 dólares.

Pizarro dijo a IPS que estas acciones tienen tres objetivos principales: que se obligue a la industria salmonera a cumplir la legislación laboral y ambiental, que se amplíen y mejoren los derechos de los trabajadores para acercarse a los estándares internacionales, y que se establezca una ley de ordenamiento territorial, que permita planificar de mejor forma el uso de las zonas costeras.

Pizarro reconoció que cada vez hay mayor conciencia de estos problemas entre las empresas salmoneras, pero que aún no es suficiente para cambiar sus prácticas.

El año pasado, Chile exportó 383.700 toneladas de salmón, las que reportaron 1.721 millones dólares, 20 por ciento más que en 2004, según datos de la industria. Este año se proyectan ingresos por 2.000 millones de dólares. Los principales destinos del producto son Japón y Estados Unidos.

En el mundo hay países productores de salmón silvestre y cultivado. Estados Unidos y Japón lideran la primera lista, mientras Noruega y Chile compiten palmo a palmo en la crianza de salmones en balsas, abarcando 38,7 y 37,9 por ciento de la producción mundial, respectivamente.

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