VENEZUELA: El Conde más allá de la política

La antipolítica regresó a Venezuela de la mano del famoso humorista Benjamín Rausseo, «El Conde del Guácharo», quien se postuló en serio y asciende en las encuestas como competidor del presidente Hugo Chávez para las elecciones del 3 de diciembre.

"Ni de izquierda ni de derecha, sino del centro, del centro de lomito que quiero para todos los venezolanos", repite El Conde, en alusión al mejor corte de carne vacuna del país, ante los periodistas que le exigen definiciones ideológicas y políticas.

A marchas forzadas, Rausseo trata de legalizar su agrupación, que responde a las siglas de Piedra (Partido Independiente Electoral de Respuesta Avanzada), para apuntalar su consigna de "Vota Piedra", juego de palabras con "botar piedra", expresión que se usa en Venezuela para indicar que se está muy enojado.

Rausseo es un comediante de televisión y café-teatros, de 45 años, de lenguaje rayano en la procacidad y que hizo chistes a expensas de Chávez en sus presentaciones, aunque desde que decidió buscar la presidencia ha moderado su lenguaje y críticas al mandatario.

Sin embargo, sus escuchas disfrutan oírle decir: "vamos de Musipán (su pueblito nativo) a Miraflores (sede del gobierno) a paso de jodedores", mofa de la constante expresión de Chávez, un ex comandante de paracaidistas, cuando reclama a los suyos marchar "a paso de vencedores".

También Rausseo señala que su diferencia con Chávez es que él vive en Venezuela, en alusión a las constantes giras del presidente por el exterior, y como programa ofrece "cambiar fusiles por libros, tanques por escuelas y aviones por hospitales", al deplorar las recientes compras de armamento por miles de millones de dólares hechas por Caracas.

Lanzado a la arena electoral hace dos semanas, Rausseo aseguró a IPS que "ya tengo 28 por ciento de intención de voto, según una encuesta (que mantiene en reserva) de la firma Eugenio Escuela", aunque confía en "alcanzar 25 millones de votos (la población actual de Venezuela) pues al final hasta Chávez verá lo mal que gobierna y votará por mí".

Ante la "condemanía" que recogieron algunos medios de comunicación, Luis León, de la firma encuestadora Datanálisis, advirtió a IPS que "alboroto mediático no es igual a popularidad". "Hay que esperar que el lanzamiento de El Conde se decante. En unas semanas podremos comenzar a medir su aceptación en el electorado", explicó.

Las consultoras más conocidas, como Datanálisis, Keller, Consultores 21 e Hinterlaces, dan cuenta de que en los comicios presidenciales de diciembre podría incrementarse la abstención histórica de alrededor de 40 por ciento de los habilitados. También vaticinan que Chávez puede recoger de 55 a 60 por ciento de adhesiones, mientras sus oponentes no llegarían a 20 por ciento sumados.

Entre las tareas de Rausseo "estará mostrarle al antichavismo que la irreverencia de 'votar Piedra' es mejor que dejar de votar, en tanto que a los 'chavistas light' (con adhesión menos sólida) tendrá que ofrecerles una mejora de su calidad de vida, frente a un Chávez que es una estrella repartiendo renta petrolera y con discursos de inclusión social".

Oscar Schémel, director de Hinterlaces, comentó a IPS que "la mitad de los venezolanos se consideran ni-ni (ni oficialistas ni opositores), un tercio partidario de Chávez y el resto de oposición, pero en todos los campos la mayoría quiere ver a un candidato distinto del pasado, que venga de abajo, que haya sufrido, que tenga éxito y sepa escuchar".

El consultor político estadounidense Dick Morris, quien fue asesor de campaña de los hoy ex presidentes Bill Clinton, de Estados Unidos (1993-2001), y Fernando de la Rúa, de Argentina (1999-2001), y del actual mandatario mexicano Vicente Fox, estimó que, ante el escaso encanto de los adversarios tradicionales de Chávez, "el opositor en Venezuela debería ser un outsider", es decir alguien de fuera del actual cuadro político.

Rausseo elude hablar de quienes le ayudaron a orquestar su candidatura, pues "se trata de un comando encapuchado", pero columnistas como Isa Dobles, de las decenas de periodistas y articulistas que le critican por "banalizar la lucha política" o "dividir el esfuerzo opositor", insinúan que le avalan empresarios como Gustavo Cisneros, el magnate de las comunicaciones.

Cisneros animó la oposición a Chávez, pero luego hizo una especie de "pacto de no agresión" durante una reunión hace dos años, para la cual fue mediador el ex presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981).

Rausseo se hizo popular en programas de Venevisión, la firma de televisión propiedad de Cisneros que durante años ha sido la de mayor audiencia del país. La esencia de sus programas es una caricaturización del venezolano a la vez extrovertido y desconfiado, galán irresponsable, bromista y parrandero.

De origen humilde ("mi familia era la más pobre del barrio más pobre de Musipán", suele decir), Rausseo se animó a toda suerte de oficios hasta estudiar teatro y graduarse en 1985 con un monólogo como "Conde del Guácharo", el nombre de una cueva en su región natal.

Devino luego en un próspero empresario, dueño de firmas discográficas, de transporte, hoteles, y un parque temático en la turística isla de Margarita, en el Caribe venezolano.

Uno de sus amigos confió a IPS que, salvado por suerte de un accidente en su avión, a comienzos de este año, El Conde se sintió renacer y decidió devolver al país parte de lo recibido, haciendo un esfuerzo por entregarse a la cosa pública.

Un parangón puede establecerse con Coluche (Michel Colucci), comediante francés, primero de cafés y luego de televisión, también de origen humilde y quien "siempre grosero, jamás vulgar" incursionó en la política como candidato presidencial en 1981.

Cuando la candidatura de Coluche creció, gracias a su crítica a los dirigentes políticos de la época y a la exaltación de los más pobres, fue despojado de su programa de televisión. Entonces el comediante regresó a su profesión de siempre, hasta su muerte en 1986 en un accidente carretero.

Rausseo dijo a IPS que, "si Chávez se despoja de la presidencia yo me despojo del humorismo", pero más en serio expone que su idea es "gobernar el próximo período, recuperar las instituciones, no reelegirme y que los políticos vuelvan a hacer política".

"Es que todo está alterado. Ahora tenemos a los militares vendiendo pollo y Pdvsa (Petróleos de Venezuela) hace cosas sociales y de vez en cuando extrae petróleo", dice Rausseo, al criticar que unidades de la Fuerza Armada y de la gran empresa estatal se involucren directamente en programas sociales, por órdenes de Chávez.

El sociólogo Tulio Hernández sostuvo que la candidatura de Rausseo es "una expresión de la fatiga democrática y de la antipolítica".

Hernández se confesó preocupado "por un país cuyas últimas grandes opciones a la presidencia hayan sido una ex Miss Universo (Irene Sáez, candidata derrotada por Chávez en 1998), un ex golpista (el propio Chávez) y ahora un humorista a quien la gente le asigna como virtud 'venir de abajo'".

El experto recordó a IPS que el término "antipolítica" apareció hace un par de décadas para "designar nuevas formas de liderazgo, en las que grupos y personajes, ajenos a la actividad partidaria tradicional, entraban en escena por la puerta grande, amparados en un discurso basado en la descalificación de los partidos y del oficio político tradicional".

Precisó que así triunfaron figuras como Fernando Collor de Mello en Brasil (de 1990 hasta su destitución en 1992), Abdalá Bucaram en Ecuador (de 1996 hasta su expulsión al año siguiente), Alberto Fujimori en Perú (de 1990 hasta su huida en 2000), y el propio Chávez en Venezuela "El entusiasmo por la antipolítica resultó muy costoso, y en la mayoría de los países de América Latina no es más que un recuerdo", precisó.

"Los actuales presidentes de Bolivia (Evo Morales), Brasil (Luiz Inácio Lula da Silva), Chile (Michelle Bachelet), Colombia (Álvaro Uribe), Perú (Alan García) o Uruguay (Tabaré Vázquez) son líderes que construyeron con persistencia su carrera, en partidos, sindicatos o municipios", argumentó Hernández.

A su juicio, "el único país donde los efectos embriagantes de la antipolítica siguen con vida, y donde el retorno a la política democrática y a una cartografía ideológica más o menos clara aún no ha ocurrido es Venezuela". ***** + PIEDRA (http://www.votapiedra.com) + Consejo Nacional Electoral de Venezuela (http://www.cne.gov.ve)

(FIN/IPS/hm/dm/ip/ve/sl la/06)

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