SRI LANKA: Atentado bloquea entrada a Oslo

Un nuevo atentado en Sri Lanka aguó las esperanzas de paz y despertó temores de que aumente la violencia antes de que el gobierno y los rebeldes Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) inicien conversaciones este jueves en la capital de Noruega.

Dos minas antipersonal estallaron en la mañana del martes cerca de una base naval en Welisara, 12 kilómetros al norte de Colombo. Los explosivos fueron detonados cuando un ómnibus civil pasó sobre ellos. Sólo el conductor resultó herido, ya que el vehículo no llevaba ningún pasajero en ese momento.

El atentado fue el último episodio en una nueva ola de violencia con escenario en la zona nororiental de este país insular de Asia meridional.

También el martes, cuatro personas, entre ellas dos policías, murieron en ataques separados en el noreste, mientras se producía un tiroteo frente a la oficina de la misión extranjera que controla el cumplimiento del cese del fuego entre el gobierno y los rebeldes, la Misión Observadora de Sri Lanka (SLMM, por sus siglas en inglés), en la ciudad de Vavuniva. Un policía resultó herido en este episodio.

Delegados del gobierno y de los Tigres tienen previsto reunirse en Oslo este jueves y el viernes para discutir las funciones que debe desempeñar la SLMM.
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Las conversaciones se producirán en un momento muy especial. La Unión Europea decidió semanas atrás incluir a los rebeldes del LTTE en su lista de organizaciones "terroristas". Por su parte, los Tigres advirtieron que el resultado del diálogo en la capital noruega determinará el futuro de las negociaciones con el gobierno.

Colombo y los rebeldes acordaron un cese del fuego en febrero de 2002, pero desde diciembre ha aumentando la violencia.

Los Tigres llevan adelante una campaña violenta desde mediados de los años 70 con el objetivo de crear un estado separado para la minoría tamil en el noreste del país. Hasta ahora, más de 6.500 personas han muerto en la guerra civil, y cerca de 300 solo desde diciembre.

Tras el ataque del martes, el gobierno señaló que los Tigres no habían cambiado sus tácticas y que estaban solamente interesados en la violencia.

"Parece que los llamados líderes políticos del LTTE trajeron consigo su terrorismo a Colombo en su supuesta misión diplomática a Noruega", indicó el Ministerio de Defensa en su sitio web.

"Mientras el gobierno brinda un tratamiento del más alto nivel a la delegación del LTTE, sus líderes siguen atacando a las fuerzas de seguridad y a los civiles del país", añadió.

La delegación de los Tigres partió el domingo a Oslo desde el Aeropuerto Internacional de Colombo, a unos 15 kilómetros del lugar del atentado.

Los rebeldes no se adjudicaron la autoría del ataque, pero reiteraron que las conversaciones de esta semana serán cruciales para el progreso de las futuras negociaciones.

En una reunión el martes con el ministro de Cooperación Internacional de Noruega, Erik Solheim, y con el nuevo enviado de paz de Oslo a Sri Lanka, Jon Hanssen-Bauer, los Tigres dijeron estar interesados en dialogar sobre el papel de los observadores del cese al fuego, sobre los últimos hechos de violencia y sobre las actividades de un grupo rebelde disidente activo en el este del país.

Esta facción, liderada por el ex jefe militar del LTTE Vinayagamoorthi Muralitharan, alias "Karuna", lanzó el miércoles un ataque en áreas controladas por los Tigres en el este.

El LTTE confirmó esa ofensiva y señaló que cinco civiles murieron y otros 14 resultaron heridos cuando un tractor hizo detonar una mina antipersonal.

Pero T. Thuyavan, portavoz de la facción disidente, señaló que en realidad habían atacado solo a miembros del LTTE, matando a cuatro e hiriendo a seis.

Karuna desertó de los Tigres en abril de 2004 y huyó a zonas controladas por el gobierno tras lanzar una rebelión interna.

Su grupo quiere participar en todas las negociaciones. "Tenemos tanto derecho como los Tigres", dijo Thuyavan.

No obstante, Karuna advirtió que su facción seguirá atacando a los Tigres. Además, hay indicios de que la Unión Europea podría también incluir a ese grupo disidente, que según el LTTE cuenta con apoyo de Colombo, en su lista de organizaciones terroristas.

Mientras, la SLMM suspendió sus trabajos en las costas luego de que embarcaciones que transportaban a observadores del cese al fuego fueron atacados por los Tigres el mes pasado.

La reunión en Oslo fue convocada para discutir la seguridad de los observadores, que ya presentaron sus recomendaciones a ambas partes.

El portavoz de los Tigres, Daya Master, aseguró que hasta ahora el grupo no ha tenido problemas con los observadores y no les ha prohibido trabajar en las zonas bajo su control.

Pero fuentes en el noreste señalaron que los Tigres estaban pensando en pedir un reemplazo de los integrantes de la SLMM.

Antes del atentado del martes, había expectativa de que el diálogo en Oslo permitiría romper el hielo entre el gobierno y los rebeldes. La última ronda de negociaciones se había celebrado en enero luego de una pausa de casi tres años, y la continuación de los contactos quedó en suspenso después de que los Tigres se retiraron de la mesa.

Ahora, varios líderes políticos simpatizantes de la administración del presidente Mahinda Rajapakse sostienen que Colombo no debería ir a Oslo porque en ningún momento obstaculizó la tarea de los observadores y porque no debería dejarse llevar por las falsas las impresiones dadas por los Tigres.

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