ÁFRICA-CHINA: Una potencia más seductora que EEUU

La gira del primer ministro Wen Jiabao por África esta semana tiene el objetivo de asegurar el abastecimiento de petróleo y productos básicos a China, y también el de afianzar la influencia de la potencia asiática en ese continente y en todo el Sur en desarrollo.

Crédito: Gobierno de China
Crédito: Gobierno de China
Los medios de prensa oficiales chinos prevén que la gira de Wen será exitosa. China —explican— se muestra como una potencia ascendente sin intenciones de explotar a otros países en procura de ventajas, ni de mezclar la política con la economía.

Diplomáticos chinos valoran el papel de Beijing en África y su aspiración a ayudar a los países del continente y a exhibir sus logros de las últimas dos décadas como un modelo de desarrollo para los países pobres.

Al cabo de su gira de ocho días por África, que comenzó el sábado 17, Wen habrá visitado Egipto, Ghana, República del Congo, Angola, Sudáfrica, Tanzania y Uganda. Hace menos de dos meses, el presidente chino Hu Jintao visitó Marruecos, Nigeria y Kenia.

Además, dentro de cinco meses se celebrará en China un foro de cooperación de alto nivel.
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Esta andanada de actividad diplomática revela el hambre de China por energía y materias primas, el cual la llevó a colaborar con algunos regímenes indigestos de África y otros continentes.

Este mes, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional acusó a China de alentar los conflictos y violaciones de derechos humanos al vender armas a regímenes represivos como los de Sudán y Zimbabwe a cambio de petróleo y minerales.

China se defiende. "Es sesgado o equivocado decir que nuestros crecientes vínculos con África son sólo por el petróleo", dijo el vicecanciller He Yafei la semana pasada en conferencia de prensa.

"La intención de la cooperación sino-africana es el beneficio recíproco, que es particularmente conducente para el desarrollo de los países africanos", aseguró.

Por su parte, Wen sostuvo el lunes en Brazzaville que su país carece de "intereses egoístas" respecto de África, y que deseaba ayudar en el "desarrollo autónomo" del continente.

"China ha desarrollado sus relaciones con África bajo los principios del beneficio mutuo y de no interferencia en los asuntos internos del continente", dijo Wen, luego de conversar con el presidente de la República de Congo, Denis Sassou-Nguesso.

Al inicio de la gira, la política de no interferencia como uno de los leit-motiv del viaje fue destacada por el diario China Daily.

"China ha ofrecido asistencia técnica y financiera sin condicionamientos a los más necesitados de África", afirmó el día 18 ese periódico en un editorial. Beijing "ha alentado a los países africanos a desarrollar su economía a través del comercio y la inversión en infraestructura e instituciones sociales, sin dictarles reformas políticas y económicas."

"Esto se lee como una refutación directa a Estados Unidos y las potencias occidentales", dijo un diplomático de Occidente apostado en Beijing. "Esta es una de las primeras veces en que Beijing articuló tan abiertamente sus prioridades diplomáticas en África, y su intención es presentarse como una potencia mundial más atractiva que Washington."

Investigadores en Beijing enfatizan que la gira de Wen ilustra el cambio gradual del país desde priorizar su vínculo con las otras potencias mundiales a construir un capital político con los países en desarrollo.

El cambio quedó en evidencia desde la investidura de Hu Jintao como presidente en 2002. Su predecesor, Jiang Zemin, procuraba consolidar las relaciones con Estados Unidos como prerrequisito para el desarrollo económico chino.

"La primera visita de un presidente chino a África este año y ahora la del primer ministro demuestran que el vínculo sino-africano está en los primeros lugares entre las prioridades diplomáticas de Beijing", dijo el investigador Wang Yingying, del Instituto de Estudios Internacionales.

Como parte de las tratativas para asegurarse fuentes de energía y recursos minerales, China ha ofrecido a los países africanos asistencia económica y técnica, préstamos sin interés y créditos preferenciales.

Empresas chinas participan en la construcción de carreteras, hospitales, obras sanitarias, palacios y recintos deportivos. Alrededor de 900 proyectos de inversión son financiados con dinero chino.

El creciente interés político y económico en el continente se acompasa con el pujante comercio bilateral. El intercambio entre China y África se casi cuadruplicó desde 2000, de 10.600 millones de dólares a 39.700 millones el año pasado.

El petróleo es la fuente de energía del creciente compromiso chino con África. Beijing ha gastado miles de millones de dólares para asegurarse derechos de explotación de crudo en Nigeria, Sudán y Angola.

También firmó numerosos acuerdos de exploración con varios países africanos, como la República del Congo y Etiopía. África representa 25 por ciento de las importaciones petroleras de China, que tiene la intención de aumentarlas para diversificar sus proveedores, mayoritariamente de Medio Oriente.

Angola, que está en la agenda de la gira de Wen, es el segundo proveedor de petróleo de China, que le compró 6.580 millones de dólares en crudo el año pasado.

Para asegurarse el abastecimiento, Beijing ofreció 3.000 millones de dólares en crédito para ayudar a reparar la infraestructura angoleña, devastada por la prolongada guerra civil.

Países como República del Congo y Sudáfrica, que carecen de recursos petroleros pero, de todos modos, están en la agenda de la gira, cuentan con cobre y aluminio, productos que también requiere la potencia asiática. (

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