ECONOMÍA-PALESTINA: Triunfo de Hamas ensombrece el panorama

Las perspectivas económicas de Palestina tras el triunfo electoral de partido islamista Hamas se vuelven aun más sombrías, ante la posibilidad de que se suspenda el pago de salarios a los funcionarios públicos y de que los países donantes suspendan su ayuda.

En respuesta a la negativa de Hamas a abandonar las armas y reconocer el derecho a su existencia, Israel podría retener la transferencia de entre 45 millones y 55 millones de dólares recaudados en concepto de impuestos en nombre de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Mientras, representantes de países y organizaciones donantes se reúnen a puertas cerradas para discutir la posibilidad de detener la ayuda internacional al gobierno palestino a menos que el Hamas (Movimiento de Resistencia Islámica) se comprometa a un desarme.

Unas 34 naciones y agencias donantes entregan cada año su asistencia a la ANP. La Unión Europea, el principal contribuyente, destina 600 millones de dólares, seguida por Estados Unidos, con 400 millones.

"El recorte de la asistencia y de los impuestos en los territorios ocupados podría derivar en una hambruna a gran escala y en un caos político", dijo a IPS el sociólogo Jamil Hilal, de la Universidad de Birzeit, en Cisjordania.
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"La fragmentación de los territorios palestinos por los puestos de vigilancia y la muralla de separación, que los palestinos llaman el 'muro del apartheid', ha incrementado los niveles de desempleo", añadió.

Un tercio de la fuerza laboral palestina está desempleada, y la pobreza aumentó a causa del muro que Israel construye alrededor de Cisjordania para impedir el ingreso de atacantes suicidas a su territorio, ya que restringe el movimiento de trabajadores y materias primas.

Según el Banco Mundial, el desempleo en la ANP se duplicó desde la segunda intifada (insurrección popular palestina contra la ocupación), y casi la mitad de los 3,6 millones de palestinos viven por debajo de la línea de pobreza.

Además, el déficit presupuestal de la ANP ascendió a 800 millones de dólares, según el último informe del organismo multilateral divulgado en diciembre.

"La expansión fiscal de la ANP es insostenible. A menos que se revea, derivará en una bancarrota funcional", alertó el Banco Mundial, y consideró improbable que el gobierno palestino pueda pagar los salarios a empleados públicos o prestar servicios sociales básicos.

El ex presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981), que el mes pasado lideró un equipo de observadores internacionales en los comicios parlamentarios de la ANP el 24 de enero, es partidario de darle a Hamas una oportunidad.

Un corte de la ayuda hará que los palestinos, en especial policías, maestros y trabajadores de la salud, se vean severamente afectados.

El agravamiento de la situación económica podría desencadenar un nuevo capítulo de violencia contra Israel.

Hamas obtuvo una sorpresiva mayoría de 76 bancas en el Consejo Legislativo, de 132 integrantes, en las primeras elecciones parlamentarias de los últimos 10 años, venciendo al partido secular Al Fatah, fundado por el fallecido presidente Yasser Arafat, que dominó la política palestina por 40 años.

El movimiento islamista ha insistido en que no abandonará las armas mientras Israel no se retire hasta las fronteras existentes en junio de 1967, cuando ocupó Jerusalén oriental, Gaza y Cisjordania.

Hamas ganó popularidad ante la caída de prestigio de Al Fatah, acosado por denuncias de corrupción y criticado por su incapacidad de restaurar el orden.

El independiente Centro de Israel y Palestina para la Investigación y la Información, con sede en Jerusalén, señaló que Hamas seguramente apelará al respaldo de países islámicos como Arabia Saudita, Irán y Qatar, así como organizaciones humanitarias musulmanas.

De hecho, el movimiento ya inició conversaciones con Riyadh, que otorga todos los años 40 millones de dólares de ayuda.

"Creo que obtendrán suficiente dinero para pagar los salarios", dijo a IPS Gershon Baskin, del Centro, aunque alertó que no habrá fondos para inversiones en infraestructura.

Solo el pago de los sueldos a funcionarios públicos demanda entre 35 millones y 45 millones mensuales.

Baskin sostuvo que, si bien no todos los países musulmanes tienden a traducir su solidaridad con Palestina en apoyo financiero, Hamas tendrá una "mejor oportunidad" de recibir ayuda de parte de Irán.

Sin embargo, el movimiento no desea depender de la ayuda internacional. Su agenda económica incluye planes para reducir los sueldos de legisladores y combatir la corrupción, investigando a ex miembros de gobierno.

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