AMBIENTE-CHILE: Antena celular amenaza parque

La filial chilena de la organización ambientalista Greenpeace denunció como una grave amenaza el proyecto de la empresa de telecomunicaciones Entel PCS de instalar una antena de teléfonos celulares de 36 metros de altura en el meridional Parque Nacional Torres del Paine.

"Es un proyecto que en su origen y discusión se hizo sin la participación ciudadana, entre cuatro paredes", dijo a Tierramérica Rodrigo Herrera, coordinador nacional de la Campaña de Bosques de Greenpeace, quien culpa de este secreto a la propia empresa y a la gubernamental Corporación Nacional Forestal (Conaf).

El Parque Nacional Torres del Paine, administrado por Conaf, fue creado en 1959 y cuenta con 181.414 hectáreas de superficie. Está localizado entre la cordillera de Los Andes y la Estepa Patagónica, en la provincia de Última Esperanza, en el extremo austral de Chile, unos 2.500 kilómetros al sur de Santiago.

El lugar recibe cada año a miles de extranjeros y chilenos que practican el turismo ecológico, atraídos por senderos montañosos, ríos y grandes lagos, así como por la flora de antiguos bosques de lenga (Nothofagus pumilio) y coigüe (Nothofagus dombeyi) y por una rica fauna, que incluye guanacos, zorros, ñandúes, cóndores y aves acuáticas como los cisnes de cuello negro y las taguas (Fulica armillata).

El parque, que debe su nombre a las Torres del Paine, tres impresionantes macizos de entre 2.250 y 2.500 metros de altura, es un ejemplo de "preservación de ambientes naturales y de rasgos culturales y escénicos asociados a ellos", donde se puede observar la continuidad de procesos evolutivos y realizar investigación y educación, señaló Greenpeace.

La Comisión de Medio Ambiente de la región de Magallanes (Corema) debe someter a calificación el proyecto de Entel PCS, lo cual podría ocurrir en el transcurso de febrero, si es le da prioridad la entidad superior, la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama).

Herrera indicó que, pese a que Greenpeace hizo llegar sus observaciones, la Corema no informó sobre el tratamiento del proyecto de la instalación de la antena para teléfonos celulares, que también fue objetado por la Cámara de Turismo Austral de Chile, por organizaciones ambientalistas y por autoridades locales.

"Esto es muy raro", agregó el activista, aludiendo a que no se conocen pronunciamientos de la Subsecretaría (viceministerio) de Telecomunicaciones sobre esta iniciativa, ni de las autoridades que deben resguardar el cumplimiento de compromisos internacionales suscritos en esta área por el Estado chileno.

El parque Torres del Paine fue declarado reserva mundial de la biosfera por la Unesco (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y también está protegido por la Convención para la Protección de la Flora y Fauna y las Bellezas Escénicas de América, suscrita en Washington el 12 de octubre de 1940.

"No nos oponemos a que exista una red de telecomunicaciones al interior del parque. Pero hay opciones para hacerlo sin afectar la riqueza natural", señaló Herrera, quien recordó que ya operan allí radioteléfonos portátiles de banda VHF (muy alta fidelidad) y que los refugios para excursionistas cuentan con sistemas informáticos de red fija y voz IP (protocolos de Internet).

Una torre de teléfonos inalámbricos de 36 metros de altura no sólo dañaría el paisaje natural, sino que además acarrearía consecuencias negativas en términos ecológicos, científicos, culturales y arqueológicos, además de los impactos sobre la fauna que tendrían las radiaciones de los celulares, de acuerdo a los ecologistas.

El temor de quienes se oponen a este proyecto es que, con base en los sistemas de libre competencia, la autorización para levantar una antena cree un precedente para que las compañías de telefonía móvil inunden otras instalaciones similares al parque Torres del Paine, "impactando irreversiblemente su sobrecogedora belleza escénica".

Si esto ocurre, se distorsionará el concepto universal de los parques nacionales, que es que estos existen en tanto "muestra y constancia de la naturaleza original para las futuras generaciones", advirtió Greenpeace.

"Curiosamente, Conaf, la institución encargada de velar por la protección de los parques, pareciera que está plenamente de acuerdo con la iniciativa (de levantar la antena de celulares)", agregó la organización ecologista.

La empresa Entel S.A., surgida en las postrimerías de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) con la privatización de la antigua Empresa Nacional de Telecomunicaciones, guardó silencio frente a la denuncia de Greenpeace.

"Este proyecto se está manejando muy sigilosamente de parte del proponente (Entel). Hay mucha desinformación ciudadana y amerita un pronunciamiento de las autoridades del gobierno central", concluyó Herrera.

Entel es una empresa controlada mayoritariamente por capitales chilenos y en su directorio figuran el magnate Ricardo Matte, el dirigente empresarial Juan Claro, el ex ministro del gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994) René Cortázar, y el actual vicepresidente del Banco Central, Jorge Marshall.

* El autor es corresponsal de IPS. Este artículo fue publicado originalmente el 4 de febrero por la red latinoamericana de Tierramérica.

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