La salud preocupa a todos, por eso debe crecer sostenidamente el mercado de productos orgánicos, aún limitado por desconocimiento y los bajos ingresos de la mayoría de la población, sostuvo Marli Rezende, después de visitar la BioFach América Latina.
La feria anual que tuvo lugar por tercera vez en Río de Janeiro, del miércoles a este viernes, tuvo muchas novedades, "con más belleza, mas higiene y embalajes de acuerdo con las normas sanitarias", evaluó Rezende, quien aclaró a IPS que participó en el encuentro "como consumidora" aunque dirige una tienda de Horti-Freuti, red comercial de productos hortícolas.
Los datos y las charlas presentadas durante la feria dieron muestra de la creciente participación de los productos orgánicos en los distintos mercados nacionales, pero también su diversificación. Se destacó principalmente la novedosa expansión de los cosméticos naturales.
En el mundial de esos productos sin agrotóxicos o insumos químicos, que suma 26.500 millones de dólares, los cosméticos ocupan el segundo lugar, superado sólo por los alimentos.
En Alemania, un estudio indicó que los productos naturales para el bienestar y la estética del cuerpo representaron 19 por ciento del mercado orgánico, informó Harald Dittmar, director de BDIH, órgano certificador de cosméticos de este tipo. Y eso que los habitantes de ese país suelen gastar menos que otros pueblos en ese rubro, observó.
La BioFach nació en 1999 en Nuremberg, Alemania, con un carácter mundial, recibiendo cerca de 30.000 visitantes de más de 100 países cada febrero. Últimamente, la iniciativa se expandió en ferias y conferencias nacionales o regionales.
En Brasil, la primera BioFach tuvo lugar en 2003 como evento nacional. El éxito indujo a su conversión en feria latinoamericana a partir del año siguiente, como mayor evento del sector en la región. La elección de Río de Janeiro como sede fue más que natural.
Se estima que en este país los productos orgánicos tienen un mercado de 300 millones de reales (unos 135 millones de dólares) al año, un tercio de ellos en el estado de Río de Janeiro
Es muy poco, menos de uno por ciento del mercado mundial, pero su crecimiento es acelerado, de 50 por ciento al año, según Planeta Orgánico, una empresa que organiza la BioFach América Latina.
La expansión mundial es estimada en cerca de 18 por ciento, pero hay países ricos, como Japón y algunos europeos, donde el crecimiento supera 20 por ciento. El "mal de las vacas locas" o encefalopatía espongiforme bovina y otras enfermedades impulsaron el consumo de bienes naturales.
El crecimiento en Brasil es sostenido, con "consumidores fieles", aunque el mercado sea "poco desarrollado", confirmó Sandra de Lima, gerente de la tienda de Horti-Fruti en Flamengo, un barrio de clase media de Río de Janeiro.
El mostrador de productos orgánicos en su tienda se mantiene siempre abastecido y el volumen de hortícolas allí "no disminuye, (sino que) crece siempre", aseguró.
Pero su cliente, Cecilia Macedo, se queja de la "variedad limitada de productos" y del precio "insoportablemente caro", que duplica y a veces, como en el caso de la lechuga, se multiplica por cuatro. "No compro más orgánicos debido a ese abuso del precio", comentó a IPS.
"Espero que ese mercado se amplíe rápidamente, porque así podremos tener productos más diversificados y mejores precios, por la escala de producción", acotó.
"Yo si, compro siempre orgánicos, pese al precio más elevado, porque conozco los daños de los agrotóxicos", comentó Angela Drummond, una profesora de comunicación de Belo Horizonte, la capital del estado de Minas Gerais.
Hace más de 20 años, como periodista, ella ganó un premio por una nota en la denunciaba que un enigmático "Mal de Neves", que mató varias personas en un poblado cerca de Belo Horizonte, nada tenía de misterioso. Era provocado por el agrotóximo Aldrin, fumigado en avión. Eso le costó la vida a una familia entera, incluido dos niños.
En esta BioFach latinoamericana se discutió, además de exponer productos de 300 empresas brasileñas y extranjeras, temas como los letreros de identificación de orgánicos, la armonización latinoamericana de normas, los distintos mercados de alimentos, cosméticos y tejidos naturales.
El ministro brasileño de Agricultura, Roberto Rodrigues, anunció que el gobierno certificará los alimentos, cosméticos, tejidos y productos de limpieza orgánicos o naturales a partir del próximo año.
Brasil presenta un mercado aún pequeño, pero dispone de fuerte potencial exportador, a partir de su inmensa extensión territorial y biodiversidad. Distintas variantes de té orgánico de la empresa Tribal Brasil, por ejemplo, son producidas exclusivamente para exportación, ya que los brasileños tradicionalmente consumen poco esta infusión.
También la miel brasileña conquistó amplios mercados externos en los últimos años, por su producción natural, ocupando el lugar del producto chino, rechazado por contener agrotóxicos.
